Antrobiótica
Blinded by the light
Ampliar la imagen Se acelera el corazón... dan ganas de hablar y leer más Foto: Eloy Cordero
A VECES ME gusta desayunar en el espejo: el Negro extiende lentamente un camino de polvo blanco o de apenas color crema vuelto piedras pequeñitas, es flaco en las puntas y gordo en el centro, va más o menos recto, cortamos un popote en tres pedazos, mi cara se acerca al espejo, se me ensancha la nariz y aspiro, bolitas se me quedan en los pelos, Henry Hill recorre calles de Nueva York perseguido por un helicóptero o por su paranoia incontrolable en Buenos muchachos de Scorsese mientras Gimme shelter revienta los pulmones: inhalar coca, tratar de vender armas, darse un pericazo, mandar a la niñera con coca al aeropuerto, darse un pase, cuidarse del pinche helicóptero que lo sigue a todos lados, inhalar coca, preparar los rigatoni y la salsa marinara, no existe en el cine nada más parecido que esta secuencia a inhalar coca: me separo del espejo, bolitas de polvo blanco se quedaron a las puertas de mi nariz, mocogramo le decimos de cariño, la coca sabe a aluminio y ¿qué se siente la coca?, el polvito sube y reparte una sensación de frío a lo largo de la nariz y al principio de la frente, una ligera sensación de anestesia también a la altura de las cejas, duele la cabeza a veces, como si te apretaran arribita de las sienes, y luego un acelere del corazón, y ganas de hablar más y de leer poesía, y otras veces, como el domingo ese con lo que nos trajo J., la coca sabe a ajax o a pasto recién cortado y todo duele horrible y es darse un pase y pararse a vomitar, y otras veces, muy poquitas, como aquella en Viena en el 2002, Währinger Strasse, 18. Berzirk, una grapa de 200 euros y en el baño del Roma un ruquito italiano me dice pruébala mientras me abraza la cintura y yo: va, ¡y no mames!, la cara se duerme completita, la mente se va quién sabe dónde durante cinco o diez segundos, dan ganas de hablar pero la boca no responde, no se mueve y para qué habría de moverse si ya el mundo va a diez mil por hora, caro Guido, ante ti me quito el sombrero: 200 euros son 200 euros, que ni qué; me limpio el mocogramo y le paso el espejo al Negro y ponemos rolas, ¿te acuerdas de Underworld y su prisa entrecortada: For a few Into the city Seconds Today That white stuff That white stuff Waiting for the train That stuff Into the city That's what makes me feel Today Feel Today Feel happy?, cómo no, si así se intercala la dicha con la coca, cuando Cole Porter dice que el perico no le late,
Some get a kick from cocaine
But I'm sure that if
I took even one sniff
That would bore me terrif-
ically, too
Yet, I get a kick out of you,
TODOS EN LA casa sabemos que está mintiendo porque el gran Bowie la compara con el amor en Station to station, rola helada como un edificio de vidrio: it's not the side-effects of the cocaine, I'm thinking that it must be love!, y quién sabe si la coca se parece al amor pero al sexo sin duda, uf, coger en coca, C. hace siglos me pide: métete una línea allá en el escritorio, me gusta cómo te ves, y mientras se toca el pubis peloncito por encima de la tanga morada, qué buena suerte, y R. hace mucho también dice no hay nada más cachondo que un güey cuando acerca la nariz y el billete enrollado al espejo, ahí empieza el verdadero viaje, eso dice y probablemente es cierto, palpita todo rojo, un bróder se metía coca directo en la uretra, dice que se siente cabroncísimo pero a mí siempre se me olvida, el pene se infla en coca y dan ganas de subir las faldas y de que exploten los escotes aunque después venirse cueste un trabajo interminable, ¿hemos cogido en coca alguna vez?,
cogíamos en coca allá en el Zinco
cogíamos en coca arriba en casa
cogíamos ardiendo en una brasa
pasábamos el tiempo brinco y brinco
cuando éramos felices como locos
caníbales comiéndose a sí mismos
corriéndonos cachondos paroxismos
en tiempos tan calientes como pocos
cuando era cada cosa un arrumaco
un carnaval carioca enloquecido
condones / y un carnal todo curtido
tocándote en un plan de aquí te atraco
qué bien me vi caray madreando
al mico
qué importa si era sueño estuvo rico,
Y EL NEGRO se caga de la risa y limpiándose su propio mocogramo le pasa a Gabriel el espejo, y Gabriel toma su pedacito de popote y ai te va, ¡futa!, y recordamos a nuestros muertos, los que la coca se llevó, y nos dice: yo soy Chris Penn, soy River Phoenix afuera del Viper Room deseando haber sido otra persona, soy John Entwistle tocando el bajo con mis dedos sudorosos, soy John Belushi espidboleando, soy Bobby Hatfield el corazón estertoroso, yo soy Keith Moon tocando a todo lo que da en un garage, cierro los ojos y no me detengo, fuera de ritmo: el mundo va muy lento para mí, pinche Gabriel está loco pero es cierto, el mundo a veces va demasiado lento para todo, el mundo gana peso y lentitud y pasmo, se detiene el mundo insoportablemente hasta que Gabriel o el Negro o yo o alguien más en cualquier lado pregunta: "Qué pedo, ¿quién quiere otra línea?"