Usted está aquí: jueves 15 de marzo de 2007 Capital Abandonado, el campo en el DF; 30% de los productores han dejado sus tierras

La competencia en abasto, falta de infraestructura y coyotaje, algunas de las causas

Abandonado, el campo en el DF; 30% de los productores han dejado sus tierras

También, la presión de desarrolladores inmobiliarios y la reducción de arraigo generacional

LAURA GOMEZ FLORES

Ampliar la imagen Los cultivos de nopal en la delegación de Milpa Alta se han reducido, debido a que los agricultores buscan en la ciudad un mejor nivel de vida Foto: Roberto García Ortiz

El campo en el Distrito Federal está abandonando. Las causas: la baja capacidad de inversión, la fuerte competencia en el abastecimiento de cadenas de supermercados, la falta de infraestructura y el intermediarismo, lo cual ha llevado a 30 por ciento de los productores a dejar sus tierras y emigrar a la ciudad en busca de mejores oportunidades en los últimos años, reconoció la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco).

Los mayores problemas ocurren en las delegaciones de Tláhuac, Tlalpan, Alvaro Obregón y Xochimilco, debido a la presión de los desarrolladores inmobiliarios para adquirir la tierra rural para fines urbanos, y la reducción del arraigo de las nuevas generaciones hacia actividades agrícolas, que ha llevado, en el caso de la primera demarcación, a convertirse en "zona dormitorio".

A ello se suma la insuficiencia y mala calidad del agua, la disminución de los precios relativos de la producción de hortalizas y granos tradicionales, la amenaza de plagas, el fortalecimiento de las organizaciones de distribuidores, mejor conocidos como coyotes, que influyen en el precio final al consumidor, y la falta de apoyos, para evitar que la gente abandone el campo y se dedique al comercio en la vía pública.

Por ello, la administración capitalina otorgará créditos de hasta por 50 mil pesos para apoyar un total de 200 solicitudes de actividades productivas, por un monto total de 10 millones de pesos, de los cuales 60 por ciento se entregarán a mujeres; y se estudia la entrega de subsidios y exenciones fiscales, a fin de promover el amor al campo, donde está la vida de, por lo menos, 20 mil personas.

En el primer Foro de Comercialización de Productos Rurales, la titular de Sedeco, Laura Velázquez Alzúa, señaló que la grave crisis por la que atraviesa el campo mexicano es producto de la aplicación de políticas públicas neoliberales, que llevaron a la firma del Tratado de Libre Comercio, y hoy nos enfrenta a signos alarmantes, como la carencia artificial de maíz blanco y un incremento exorbitante en el precio de la tortilla.

Cada año dejan de sembrar maíz en el país 200 mil campesinos, y sólo durante el sexenio pasado migraron 3.4 millones de personas hacia el sueño americano, ante la falta de apoyos gubernamentales y posibilidades de vender a precio justo su producción, lo cual se repite en la ciudad de México, donde 30 por ciento de la gente dedicada al campo, alrededor de 6 mil, han abandonado sus tierras.

Angélica Díaz del Campo, directora de Abasto, Comercialización y Distribución de Sedeco, reconoció que la situación es dramática, cuando se tiene la tierra y la mano de obra para explotarla, pero no un canal que permita obtener ganancias de su producción de hortalizas, avena, frijol, alfalfa, nopal o amaranto, obligándolos, en la mayoría de los casos, a dedicarse a otras actividades como el comercio.

En Tláhuac, por ejemplo, la comercialización de sus productos en la Central de Abasto ha permitido el surgimiento de acaparadores, que han logrado un gran poder de mercado para determinar precios y quedarse con más de 50 por ciento del valor de la venta, en detrimento de los productores y la zonas agrícolas, algunas de las cuales "lucen abandonadas, porque la agricultura ha dejado de ser negocio", reconoció su jefe delegacional, Gilberto Ensástiga Santiago.

Así que este año, el Fondo de Desarrollo Social (Fondeso) entregará 10 millones de pesos para apoyar los proyectos agropecuarios y evitar que mayor número de productores abandonen sus tierras, facilitando los asentamientos irregulares y el crecimiento de la mancha urbana, aunque se buscará también el apoyo de la autoridad federal para impedir mayor migración y mejorar sus condiciones de vida, precisó su titular, Mónica Ramón.

Finalmente, el rector de la Universidad Autónoma Chapingo, José Barrales, reconoció que "estamos muy lejos de ser autosuficientes en maíz, pero todavía se tiene capacidad para producir y eso debemos aprovechar, pues el desarrollo del país no está en el mercado trasnacional, sino en el nacional".

 
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