Reducirlos no es cuestión de pesos y centavos
Critican ministros acción arbitraria sobre salarios
La decisión del Senado de reducir el sueldo de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) "no es cuestión de pesos y centavos", sino la forma arbitraria como se determinó que los salarios y remuneraciones de los otros poderes no sean superiores al del Presidente; en todo caso, "ojalá" y que con la aprobación de la ley de salarios mínimos, los poderes Ejecutivo y Legislativo transparenten totalmente sus ingresos, porque hasta el momento "no se sabe" cuáles son los ingresos reales que perciben.
Ministros de la SCJN comentaron lo anterior, y reconocieron que la decisión de los senadores podría poner en riesgo la autonomía e independencia de los juzgadores, porque la seguridad salarial de éstos es uno de los factores (el otro es la inamovilidad) que caracterizan la autonomía de los poderes judiciales.
El magistrado federal Jesús Guadalupe Luna Altamirano calificó de positiva la reforma constitucional sobre salarios máximos. Dijo que la adición de último minuto al dictamen, para garantizar fondos de retiro a los integrantes del Poder Judicial de la Federación, no fue un "regalo", sino el cumplimiento estricto del artículo 94 constitucional, que establece que sus salarios no pueden ser disminuidos.
A su vez, los ministros, quienes oficialmente ganan 160 mil pesos mensuales netos, reconocieron que la reducción de su salario será de 40 por ciento, sin contar que dejarán de recibir bonos cuatrimestrales y otras prestaciones económicas.
Afirmaron que acatarán la resolución que en su momento determine la Cámara de Diputados, cuando conozca la ley de salarios máximos, pero aclararon que sería deseable que en los ingresos del Presidente de la República también se tomaran en cuenta los gastos que éste deja de hacer por concepto de comidas, viajes, inclusive ropas y seguridad, debido a que estos recursos provienen del erario.
Comentaron que los legisladores federales tampoco se han destacado por ser transparentes en el manejo de los recursos que ellos mismos se aprueban.
Entrevistado al final de una diligencia en un juzgado federal del Reclusorio Sur, Luna agregó que, a diferencia de los legisladores o los secretarios de Estado que tienen ingresos por otras actividades productivas, "nosotros le dedicamos el ciento por ciento de nuestro tiempo, que implica jornadas diarias de hasta 14 horas".
Si la impartición de justicia no fuera bien remunerada en el país, indicó, se pondría en riesgo la autonomía e independencia de jueces, magistrados y ministros.