El titular del tercer tribunal unitario accede a desplazarse al Reclusorio Oriente
Magistrado del DF lleva hoy careo inédito entre presunto narco y personal de la AFI
En lo que representa una diligencia "inédita" para el Poder Judicial de la Federación (PJF), un magistrado unitario de la ciudad de México accedió a dirigir el careo constitucional entre un presunto narcotraficante de origen colombiano, ligado al cártel del Milenio, y varios elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), quienes lo detuvieron el 10 de octubre de 2006 en el estacionamiento de la plaza comercial Santa Fe.
Lo peculiar de la audiencia, que encabezará el magistrado Jesús Guadalupe Luna Altamirano, titular del tercer tribunal unitario, es que no se efectuará en las instalaciones del órgano jurisdiccional a su cargo, sino que el impartidor de justicia se desplazará desde Periférico Sur -donde están sus oficinas- hasta un juzgado federal con sede en el Reclusorio Oriente.
De acuerdo con fuentes del PJF, el juzgado quinto de distrito ya tiene "todo dispuesto" para que este miércoles, a las 11 horas, el magistrado coordine la diligencia y con ello releve por unas horas a la juez Olga Sánchez Contreras.
La autorización para el careo consta en un acuerdo relativo a la toca penal 51/2007, abierta como parte del proceso que se sigue al presunto narcotraficante Jairo Espinal Gallego, El Yaro.
Durante la diligencia, el magistrado Luna Altamirano, experto en temas sobre delincuencia organizada, estará custodiado por elementos de la AFI.
Al presunto narcotraficante se le imputan delincuencia organizada y delitos contra la salud, en la modalidad de posesión de cocaína con fines de comercio.
Las investigaciones contra El Yaro fueron realizadas por la Procuraduría General de la República (PGR), que detectó en el país la existencia de una organización colombiana de narcotráfico, que desde junio pasado operaba un laboratorio clandestino para la producción de cocaína y drogas sintéticas, instalado en Ciudad Sahagún, Hidalgo.
Dicha agrupación, ligada a los hermanos Valencia, o también identificada como cártel del Milenio, se dedicaba a la producción, distribución y comercialización de cocaína y droga de diseño, conocida como crystal, y que tenía como destino el mercado de consumo de Estados Unidos. Las pesquisas condujeron a la ubicación del centro de producción, similar a los que se instalan en Colombia, en el que se procesaban pasta blanca de cocaína, insumos y precursores químicos controlados para la obtención final de clorhidrato de cocaína -de alta pureza- y metanfetaminas.