La sección 22 pide audiencia con Ramírez Acuña
La sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) solicitó ayer audiencia con el titular de la Secretaría de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, con el propósito de solicitar que el gobierno federal cumpla en su totalidad el pliego que acordaron con la administración anterior para dar solución al conflicto magisterial en Oaxaca.
Ezequiel Rosales, secretario de Organización de la sección 22, señaló que cinco acuerdos están pendientes de concretarse, entre ellos la rezonificación de profesores. Afirmó que si antes del 24 de marzo no hay respuesta satisfactoria a su petición, los maestros oaxaqueños reactivarán las movilizaciones de protesta.
Ayer, después del mediodía, el profesor, a la cabeza de una pequeña comitiva, se presentó en Gobernación para entregar de manera oficial la solicitud de la sección 22 para la reanudación de una mesa de trabajo, con la finalidad de que el Ejecutivo cumpla con la minuta suscrita en octubre pasado por la agrupación sindical y el entonces titular de la dependencia, Carlos Abascal Carranza.
En ese documento, recordó, se acordaron 17 puntos, 12 de los cuales se cumplieron, "pero los centrales están pendientes". Mencionó que aún no llegan a Oaxaca los mil millones de pesos para la rezonificación de profesores -que se alcanzaría en seis años-, además de que permanecen en prisión 47 maestros, que forman parte del grupo de detenidos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. También falta que se cumpla la cancelación de órdenes de aprehensión contra gran número de mentores, la intervención del gobierno federal para resolver la problemática en varias escuelas de la entidad y la operatividad de 10 mil horas y 500 plazas para maestros.
Indicó que el plazo que ponen a Gobernación para resolver las demandas a más tardar el 24 de marzo, responde a que ese día sesionará la asamblea de la sección 22 y, en caso de obtener respuesta negativa para negociar con Ramírez Acuña, "valoralemos lo conducente".
Le recordó al funcionario que el conflicto "no ha terminado y aún hay riesgo" de que se reactive, porque "las cosas no están en calma, como ha tratado de aparentar el gobierno estatal".