Las universidades públicas producen pocas patentes
México suma 100 años de atraso tecnológico: UNAM
La mayoría de licencias no genera beneficios sociales
La máxima casa de estudios signa pacto de acreditación
México tiene un atraso de 75 a 100 años en desarrollo, pues ni las universidades ni el sistema productivo han generado conceptos tecnológicos que lleguen de manera directa a la sociedad, además de que no existen incentivos para ello, aseguró Sergio Estrada, director para el desarrollo de la investigación, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Advirtió que en los 10 años recientes las universidades públicas sólo han generado alrededor de 80 patentes, que benefician directamente a la sociedad.
Durante ese periodo la UNAM patentó 43 proyectos; la Universidad Autónoma Metropolitana, 23, y el Instituto Politécnico Nacional, 12. Estrada señaló que de los 4.5 millones de empresas que hay en el país, sólo 20 han generado patentes, lo que ha convertido al país en una nación importadora de tecnología.
Ganador del premio que entrega la Academia Mexicana de Ciencias, señaló que lo más preocupante es que cerca de 90 por ciento de las licencias registradas -en el caso de la UNAM- no han logrado traducirse en beneficios sociales.
Hay que "producir para el que menos tiene", pues es la única forma en que México puede salir del subdesarrollo tecnológico y de la dependencia con otros países, dijo, y recordó que instituciones como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad compran todo su equipo tecnológico en el extranjero.
Estrada sostuvo también que con la reforma fiscal "se busca generar más dinero para que las empresas estratégicas de este país compren más tecnología y se incremente la dependencia económica, pero para tener autonomía económica hay que tener autonomía tecnológica".
Apoyo a pequeñas empresas
En nombre de UNAM, Estrada firmó ayer el Pacto Nacional de Acreditación (PNA), que impulsa la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), cuyo objetivo es fortalecer el Sistema de Metrología, Normalización y Evaluación de la Conformidad y las normas oficiales mexicanas para el desarrollo.
Informó que la máxima casa de estudios trabaja desde el año pasado en el Proyecto de Impulso a la Innovación Tecnológica en Micros y Medianas Empresas, y Universidades Mexicanas, que brinda herramientas para la creación de patentes desde estas entidades.
"Si se les indica a las empresas cómo generar patentes lo harán, pero en México tenemos la falsa concepción de que para innovar es necesario tener dinero extranjero para comprar tecnología. La innovación no se compra, se hace con recursos propios; no se requieren préstamos bancarios o hipotecas", manifestó.
El proyecto -apoyado en parte por la Secretaría de Economía- involucró a 193 micro y pequeñas empresas, que generaron a su vez 252 innovaciones tecnológicas de servicios y productos comerciales listos para aplicarse.
"Tenemos que pensar en que esa innovación debe llegar al mercado, no sólo a las publicaciones. Debemos pensar en los que menos tienen, pues están esperando que les hagamos llegar innovaciones en alimentos, productos y materiales de construcción que sean económicos", dijo. El objetivo la UNAM es apoyar a 400 universidades públicas y empresas del país este año.
El presidente de EMA, Guillermo Schiefer, expresó que países como China, India, Rusia y Brasil han comenzado a restructurar sus procesos productivos, por lo que exhortó a hacer lo propio en México.
Para ello será fundamental que "los estudiantes mexicanos desarrollen una cultura de la calidad, la excelencia y la mejora continua, además de contar con conocimiento y desarrollo de las nuevas tecnologías".
Históricamente, los rectores de las universidades públicas se han quejado del bajo presupuesto que se asigna cada año a estas instituciones de educación superior, algo lamentable, señalan, si se toma en cuenta que en el discurso los políticos se pronuncian por apoyar a este sector.
Además de la UNAM, diversas instituciones se adhirieron ayer al PNA, entre otras, el IPN, la UAM, la Universidad Autónoma Chapingo, el Instituto Mexicano del Transporte, el Instituto de Ecología, la Universidad Autónoma de Nuevo León, el Centro de Ingeniería en Desarrollo Industrial y el Colegio Nacional de Ingenieros Químicos.