''Poco o nada podemos esperar de esa reunión'', aseguran coordinadores de senadores
Diputados demandan a Calderón plantear a Bush definición de acuerdo migratorio
Líderes de bancada exigen firmeza para rechazar privatización de recursos energéticos
Lamenta Leonel Cota que el Presidente siga ''poniéndose de rodillas'' ante EU
Ampliar la imagen Performance en el zócalo de Mérida en contra de la visita a esa ciudad del presidente de Estados Unidos, George W. Bush Foto: José Carlo González
Mientras los coordinadores parlamentarios del PAN, Héctor Larios; del PRD, Javier González Garza, y del PRI, Emilio Gamboa, en la Cámara de Diputados demandaron que el presidente Felipe Calderón plantee a su homólogo de Estados Unidos George W. Bush la definición de un acuerdo migratorio, en la Cámara de Senadores, los coordinadores del blanquiazul, Santiago Creel; del sol azteca, Carlos Navarrete, y del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, aseveraron que "poco o nada podemos esperar de esa reunión".
En tanto, el presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Leonel Cota Montaño, afirmó que el encuentro entre Bush y Calderón será "pura parafernalia" si ambos mandatarios no asumen acuerdos.
En la Cámara de Diputados, Larios, González y Gamboa consideraron que la falta de un acuerdo migratorio con Estados Unidos permite no sólo la violación de los derechos humanos de los mexicanos, sino también el establecimiento de una política agresiva y unilateral hacia los indocumentados.
"El Presidente debe ser firme en los temas que respondan a los intereses de México, como el migratorio", sostuvo Larios, y a una pregunta sobre el interés de Bush por que se privatice el sector energético, expuso: "que venga por lo que quiera, aquí no encontrará eco a sus demandas".
Por su parte, el diputado perredista Humberto Zazueta informó que en la sesión de hoy presentará un punto de acuerdo para que el pleno solicite a Calderón mantener en la reunión con Bush "una postura firme de rechazo a la privatización de la propiedad de nuestros recursos energéticos, se conduzca con dignidad y patriotismo y evite entregar el patrimonio nacional a los intereses extranjeros".
También se exhortará al Ejecutivo a expresar ante Bush una posición firme de defensa a los derechos humanos de los migrantes mexicanos, de rechazo a las deportaciones masivas de indocumentados, así como a la construcción del muro en la frontera.
Sobre este último punto, señaló que se trata "de una de las obras más detestables en la historia de la relación bilateral. Por tanto, Bush debe saber que, gracias a él, Estados Unidos no es considerado buen vecino.
En las consideraciones del punto de acuerdo, Zazueta consideró que, en el fondo, la presencia del presidente estadunidense "obedecerá al afán de exaltar a Felipe Calderón y su administración conservadora, como la mejor opción política para América Latina, con el objetivo de aminorar el avance de la izquierda" en el continente y, particularmente, en México.
Por su parte, el coordinador del PRI, Emilio Gamboa Patrón, planteó que Felipe Calderón "debe hacer un esfuerzo por tratar de dar una lucha aún más fuerte" por los migrantes mexicanos, y afirmó que la posición de su bancada será la de modernizar, y no privatizar, Petróleos Mexicanos.
Mientras, Javier González Garza, del PRD, consideró que del encuentro Bush-Calderón no se obtendrá nada, no sólo porque se trata de una reunión tardía, sino porque refrendará el "entreguismo" del gobierno calderonista. "Si pudiera, sería mucho más entreguista", declaró.
La gira de despedida
En el Senado, el coordinador del PAN, Santiago Creel, aseveró que "muy poco o nada podemos esperar de la visita del presidente de Estados Unidos a México. La oportunidad de haber construido una mejor relación debió de haberse dado años atrás y no en la última parte de la administración de Bush".
Insistió: "Yo no espero nada de esa reunión", sin embargo dijo que hay una oportunidad y habrá que buscar aprovecharla bien.
A su vez, el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, manifestó que no ve ningún beneficio con la visita del presidente Bush: "espero que termine pronto para que los habitantes de Yucatán no sean molestados, como ya lo están siendo. Es la gira de la despedida del presidente estadunidense, y llega a un país lastimado por la construcción del muro fronterizo. Un país que no ha dado trato de vecino conveniente a México, y lo único que se espera es que termine la larga noche del gobierno de Bush".
En tanto, el presidente del Senado, el priísta Manlio Fabio Beltrones, dijo que "esperemos que con inteligencia el gobierno mexicano sepa poner las primeras piedras, pero del entendimiento, para derribar las piedras de un muro que separa a Estados Unidos y México". Abundó que no cree que exista alguien que no desease que se tocase, de manera definitiva, el inacabado tema de la migración.
Por otra parte, el dirigente nacional del PRD, Leonel Cota, lamentó que el Ejecutivo mexicano insista en "ponerse de rodillas" ante el gobierno estadunidense y no aborde asuntos que realmente interesan al país, como las políticas migratoria y de cooperación, además del narcotráfico. No obstante, manifestó que el PRD será respetuoso de la visita, y que la participación de militantes en protestas será a título personal.