Llaman a rechazar la edificación del muro y el maltrato a trabajadores migrantes
Legisladores, líderes políticos y campesinos demandan a Calderón firmeza ante Bush
Ejerce un gobierno racista, inamistoso, insensible y agresivo con América Latina, dicen
A unas horas de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, arribe a tierras mexicanas, legisladores, representantes de diferentes partidos políticos y dirigentes campesinos exigieron a Felipe Calderón ''mostrar una posición firme'' frente al estadunidense, ante todo por la construcción de un nuevo muro en la frontera entre ambos países y por el maltrato que se les da a los trabajadores migrantes en aquella nación.
Para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), es condenable la visita de Bush a México, pues consideró que ejerce un gobierno racista, inamistoso, insensible y agresivo con América Latina. El Comité Ejecutivo Nacional perredista planteó que el gobierno mexicano debe entender que el mandatario estadunidense llega a territorio nacional ''justo cuando las relaciones entre los dos países se encuentran seriamente dañadas debido en primer lugar a la construcción del muro''.
Por ello, ese instituto político confió en que el mandatario mexicano realmente promueva ante su homólogo estadunidense la búsqueda de una relación constructiva que ''beneficie a ambos pueblos, permita resolver los conflictos y abra el camino hacia una mejor cooperación entre ambas naciones''.
Agrega que Bush no muestra intención de contribuir con la paz, la autodeterminación, el respeto y la colaboración entre pueblos y gobiernos. ''Persiste en aplicar políticas antinmigrantes'' y en ''violar frecuentemente los derechos humanos y laborales más elementales de nuestros connacionales'', además de ''subordinar a México a sus intereses''. El sol azteca concluye que las políticas estadunidenses ''han contado con el silencio y la complicidad de los gobiernos'' encabezados por el PAN y anteriormente el PRI.
En tanto, la dirigente del Partido Revolucionario Institucional, Beatriz Paredes Rangel, consideró fundamental que, en el encuentro con Bush, Calderón defienda los derechos humanos de los trabajadores migrantes y resalte la importancia que tienen para la economía de ese país.
En breve entrevista al concluir un acto convocado por el Organismo Nacional de Mujeres Priístas, Paredes asentó que es indispensable que los estados del sur del país vecino restablezcan las políticas de apoyo a las familias de origen latino y que todos los mexicanos tengan una opinión compartida de defensa de los derechos de nuestros compatriotas. Destacó que es responsabilidad de los mexicanos decidir respecto de sus asuntos internos, ello en referencia a las ''recomendaciones'' que hizo Bush a Calderón sobre la política energética.
Por otra parte, diputados priístas y perredistas rechazaron la construcción del muro y cuestionaron que, al igual que en el gobierno de Vicente Fox, la actual administración compromete la soberanía nacional por la vía de los acuerdos, sólo para sumarse a la política de seguridad estadunidense. ''Es muy importante que Calderón sea más claro en el tema de un acuerdo migratorio, y que precise que la construcción del muro de la ignominia lastima y ofende las relaciones entre ambos pueblos'', expresó el priísta José Murat. Por su parte, el diputado perredista Cuauhtémoc Sandoval evaluó que la visita de Bush se realiza no sólo en el ocaso de su mandato, sino en el momento en que su administración atraviesa por su más bajo índice de popularidad y cuando los demócratas en el Capitolio introducirán una propuesta de reforma migratoria, que si bien no es la mejor, ''es la menos mala''. Agregó que se trata de una gira de despedida para tratar de minar el liderazgo de Hugo Chávez en América Latina.
Consideró que lo grave es que sólo la agenda de Washington prevalezca y avance, principalmente en el tema de seguridad, donde ha adoptado una ''política esquizofrénica'' y reflejado en la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), donde se suscriben acuerdos con el argumento de que se firman sólo cartas de intención.
El senador priísta Heladio Ramírez López, presidente del bloque de legisladores del sector rural, demandó a Calderón que exija el cese a la construcción del muro fronterizo y la revisión inmediata del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Solamente de esa forma, abundó, ''tendría resultados positivos la visita del jefe de la Casa Blanca al país, cuya gira por Latinoamérica y el Caribe es lamentable debido a que se ha excluido el problema de las economías campesinas de la región, especialmente de los más pobres, duramente golpeados por las políticas inspiradas en el pensamiento neoliberal e impuestas por las agencias y las grandes corporaciones trasnacionales al servicio de Estados Unidos''.
De su lado, organizaciones campesinas demandaron que los acuerdos del encuentro entre ambos mandatarios sean ''de cara a la nación'', y rechazaron ''cualquier política intervencionista en torno a la política interior y exterior de México, particularmente en lo referente a la política energética''.
El Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas, la Asociación Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos y el Barzón-Alianza Nacional de Productores Agropecuarios y Pesqueros, sostuvieron que Bush no tiene autoridad para hacer recomendaciones que sólo contribuirían a agravar la dependencia en la que ya ha caído la región. Alertaron que se quieren imponer nuevas condiciones para la economía mexicana, sin la intervención de la sociedad.
Cruz López Aguilar, dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), comentó que el gobierno de Estados Unidos pretende invadir a México con alimentos básicos como el maíz y la carne, entre otros, para dar la puntilla a la soberanía alimentaria del país.