Usted está aquí: domingo 11 de marzo de 2007 Espectáculos "Deseo seguir representando a mi país con dignidad y calidad"

El argentino Santaolalla, homenajeado en el festival de cine de Mar del Plata

"Deseo seguir representando a mi país con dignidad y calidad"

Arrancó la edición 22 del certamen; fuerte recibimiento a Morirse en domingo, de Gruener

Mario Monicelli y Lita Stantic, los principales condecorados con el Astor de Oro

JORGE CABALLERO ENVIADO

Ampliar la imagen Marco ambiental de la ciudad donde se reúnen cineastas internacionales Foto: Fabrizio León

Mar del Plata, 10 de marzo. Con la entrega del Astor de Oro a la Trayectoria al director italiano Mario Monicelli, a la realizadora argentina Lita Stantic y a Gustavo Santaolalla -recientemente premiado con el Oscar- se inició la 22 edición del Festival Internacional de Mar del Plata. En tanto, la película mexicana Morirse en domingo, de Daniel Gruener, que compite por el premio Ernesto Che Guevara, obtuvo un impactante recibimiento, pues hubo quien, incluso, calificó al realizador como el Vittorio de Sicca del siglo XXI.

El primero en recibir la condecoración fue Mario Monicelli, quien una vez que miró su premio, soltó: "Estoy muy agradecido a esta audiencia, tan afectuosa y tan calurosa conmigo, con este festival que es tan importante y que sirve tanto para difundir el cine argentino, que está teniendo reconocimientos en Europa", dijo el nonagenario Monicelli con espíritu de mozalbete de 18 años.

En la ceremonia realizada en el hotel Hermitage, la audiencia estuvo integrada por figuras locales, como la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner y los principales responsables del festival, Jorge Alvarez, titular del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales, y el presidente del certamen marplatense, Miguel Pereira.

Siguió el turno de Lita Stantic, entre cuyas producciones figuran los seminales Camila, Un oso rojo, Mundo grúa, La ciénaga y Un muro de silencio. Stantic, quien está considerada una de las mujeres que más ha aportado a la cinematografía argentina, tomó una bocanada de aire marplatense y, después de agradecer la distinción, dijo con escarnio e ironía: "Estuve pensando un poco estos días, por qué un premio a la trayectoria siendo tan joven... y recordé que el año que viene se cumplirán 40 de mi ingreso a la industria cinematográfica. Se van a cumplir 30 (en los) que formé mi primera producción, con Alejandro Doria. Creo que más que un premio a la trayectoria es a haber sobrevivido los últimos 40 años de Argentina. A las ilusiones de los (años) 70, a una dictadura siniestra y a otros problemas menores, como la hiperinflación, la devaluación, la dolarización, la pesificación y el corralito. Ahora estamos esperando construir un nuevo país, esperando que no vuelva a pasar lo que pasó. Quiero compartirlo (el premio) con los que me acompañaron, los que están y fundamentalmente, con los que ya no están". Su discurso fue recompensado con 90 emotivos segundos de aplausos.

El tercero en la lista y último galardonado fue el cotizado músico Gustavo Santaolalla. Antes de subir al proscenio, dijo: "Ser premiado por el cine argentino es de un honor inmenso, me llena de una enorme emoción". Ya con el Astor de Oro en las manos, agregó: "Esto es más difícil que lo otro (el Oscar). Desde mis comienzos, con Arco Iris, tuve una visión referida al concepto de la identidad y 40 años después, está en mí más fuerte que nunca. Saber quiénes somos, de dónde venimos nos ayuda a entender mejor quiénes eventualmente podemos ser. Estoy profundamente honrado. Espero poder seguir representando con dignidad y calidad a mi país, Argentina".

Gruener y Sicca

Cerca de la una de la madrugada del sábado, en el Teatro Colón, al término de la proyección de su cinta Morirse en domingo, las preguntas del público al cineasta mexicano Daniel Gruener caían exponencialmente. El respondía: "La película en México ha generado un debate en las cámaras de Diputados y Senadores, para regularizar y hacer leyes para los panteones, también (para) legislar sobre la forma de trasportar los cuerpos y los desechos tóxicos... ha hecho tomar conciencia a las autoridades, eso me parece bien... Quería hacer una película con un discurso visual, que contara otra historia paralela. La escena donde sale el título está filmada en la Plaza de las Tres Culturas y es significativa porque ahí se dieron grandes batallas entre aztecas y españoles; además, ahí el gobierno asesinó a miles de estudiantes en 1968 y quería que el discurso visual fuera cambiando porque así es la ciudad de México".

Agregó: "Lo bueno es que en este festival la gente está interesada en ver, sobretodo, cine latinoamericano. Están abiertos a las propuestas distintas. Con la película se identificaron mucho, eso fue lo importante para mí: ver si la reacción era igual en otros países latinoamericanos; ya había funcionado en Europa y Estados Unidos, eso habla bien porque logró traspasar la barrera de la problemática local a universal.

A la salida, un octogenario se le acercó a Gruener y le confesó: "Yo traje a Argentina la película El ladrón de bicicletas. ¡Usted es el Vittorio de Sicca de este siglo! ¡Usted tiene que ganar este certamen! " El mexicano le dijo: "No lo creo. La gente sale animada de la función, les gustó la película, eso es lo importante".

 
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