Mañana comienza nueva temporada de su obra Dibújame una vaca
Deplora Amaranta Leyva la escasez de dramaturgos para teatro infantil
Las compañías de títeres han funcionado como agrupaciones familiares, dice la creadora escénica
''Mi interés no sólo es entretener, sino desarrollar las emociones de los niños''
En México desafortunadamente existen muy pocos dramaturgos que escriban obras de teatro para niños y menos son aún los que se enfocan al de títeres, explica en entrevista la creadora escénica Amaranta Leyva, integrante de Marionetas de la Esquina, compañía encabezada por Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola.
Distinguida con el Premio Nacional de Literatura 2006, por su obra El vestido, Leyva comenta que a diferencia del autor del teatro para actores, el dramaturgo de teatro para niños es un creador que apenas empieza a desarrollarse en el país, pues generalmente las obras puestas en escena o son adaptaciones de cuentos clásicos o bellos juegos de acción u obras de creación colectiva.
El hecho de que existan pocos escritores para ese arte escénico ''se debe también en parte a que las compañías de títeres han funcionado generalmente como una agrupación familiar, en la que sus integrantes crean todo el espectáculo, es decir, escriben la historia, construyen los títeres y montan la obra.
''El texto, como elemento autónomo, no existía, y si lo había era una especie de borrador en sucio que se definía al trabajar en colectivo sobre el escenario", explicó la joven dramaturga.
Personajes reales, no sólo estereotipos
Para Amaranta, hija de titiriteros, esa situación empieza a cambiar. Desde hace algunos años el dramaturgo para teatro de niños se empieza a consolidar, aunque, dice, ''lamentablemente son muy pocos los que hay en México", a diferencia de otros países como Canadá, Francia, Italia y España, donde esa labor ya es reconocida.
''Hay que saber distinguir cuál es la función del dramaturgo y el director -manifiesta la creadora escénica-, pues como en los títeres es más acción que texto, en mis primeras obras escribía pura acción, al grado que parecía que dirigía la escena."
Leyva es autora hasta el momento de nueve obras para niños, entre las que figuran El señor de tierrablanca, El siglo de mis abuelos, El cielo de los perros, entre azul y buena música, Pedazos de alcornoque y Dibújame un vaca.
Lo que me interesa, explica Leyva, ''no es sólo entretener, sino también desarrollar las emociones del universo infantil, es decir, no desde el punto de vista del adulto que se dirige al niño, sino hablar de tú a tú, dejando a un lado la autocensura, las barreras, para abordar temáticas mucho más reales como la muerte de un ser querido, el divorcio de los padres, la timidez o la violencia intrafamiliar".
En al ámbito del teatro para niños, ''hay que generar personajes reales, no sólo estereotipos".
Lo que hoy le hace falta a esa vertiente escénica, destaca la dramaturga, ''es que tenga contenidos mucho más fuertes. Algunas personas me critican porque dicen que los temas que abordo no son para niños, ni para títeres, pero mi objetivo no es entretener ni educar.
''No voy a hacerles el show, ni voy a ser la maestra que les va ha enseñar cosas. Lo que me interesa -concluye- es expresar mi punto de vista y ya el director se encargará de poner en escena la obra."
Dibújame una vaca es una obra que aborda el tema de la separación de los padres. Emilio es un niño de ocho años que inventa una amiga imaginaria, la Vaca, quien le ayudará a aceptar su nueva vida.
La vaca hace todo lo que Emilio no se atreve a hacer por inseguridad, timidez o por creerse rechazado. Al final del día Emilio sabrá que los cambios no son sólo inquietud y tristeza, sino que también pueden ser emociones nuevas que pueden ayudar a superar los malos momentos.
Con la compañía Marionetas de la Esquina, Dibújame una vaca comenzará nueva temporada a partir de este domingo, a las 12 horas, en el teatro Wilberto Cantón, en José María Velasco 59, colonia San José Insurgentes. Funciones: domingos, a las 12 horas.