Usted está aquí: domingo 11 de marzo de 2007 Estados Demanda AI investigación imparcial en caso de anciana asesinada en Veracruz

Autoridades militares controlan informes, pese a mostrar interés por cooperar, dice

Demanda AI investigación imparcial en caso de anciana asesinada en Veracruz

EMIR OLIVARES, ANDRES T. MORALES REPORTERO, CORRESPONSALL

Amnistía Internacional y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) exigieron por separado que la investigación sobre el caso de la anciana Ernestina Ascencio Rosario, quien falleció el pasado 26 de febrero tras ser víctima de una violación tumultuaria cometida por supuestos efectivos del Ejército, sea remitida a la justicia civil, pues en tribunales militares los responsables podrían enfrentar un juicio parcial.

AI advirtió que pese a que las autoridades militares han mostrado interés en cooperar con las investigaciones, éstas "parecen haber mantenido el control, socavando potencialmente su imparcialidad y su independencia".

En tanto, la OMCT pidió que las indagatorias sean realizadas por la delegación regional de la Procuraduría General de la República para garantizar la imparcialidad, y que se garantice la seguridad e integridad de los familiares de la víctima.

Presumen negligencia de Ssa y PGJ

Por su lado, familiares de la indígena y el alcalde de Soledad Atzompa, Javier Pérez Pascuala consideraron que la Secretaría de Salud (Ssa) y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Veracruz habrían incurrido en negligencia para tratar el caso.

Explicaron que personal del Hospital Regional de Río Blanco tardó más de una hora en auxiliar a la víctima. Además, se supo que el Ministerio Público, con sede en Ciudad Mendoza, omitió asentar en el acta de defunción que la mujer de 73 años, originaria del pueblo de Tetlatzinga, fue atacada sexualmente.

En el documento oficial sobre la defunción que publicó hoy el diario local El Mundo de Orizaba, tanto el nosocomio como el Ministerio Público sólo asentaron que la anciana pereció "por traumatismo craneoencefálico, fracturas y luxación de vértebras, y una anemia aguda".

En entrevista con el rotativo, el subprocurador regional de Justicia, Miguel Mina Rodríguez, señaló que "en el medicó sólo asentó lo que consideró la causa de la muerte, no el ilícito tipificado".

"Los (médicos) legistas no pueden decir que hubo violación, ¿qué tal si ella misma se introdujo algo y se lastimó, ¿dónde está la violación?", respondió. Sin embargo, agregó que hay un dictamen médico pericial de carácter ginecológico que concluye en que hubo penetración.

"Tal vez todos ya se pusieron de acuerdo para ocultar la verdad", manifestó a La Jornada Julio Inés Ascensión, hijo mayor de la agredida, quien por no saber leer ignoró el significado del texto emitido por la autoridad.

El hombre relató que alrededor de las 7 de la noche del domingo 25 de febrero, una de sus hermanas encontró a su madre tirada entre la maleza a unos 150 metros de su vivienda y desangrándose.

"La llevamos al centro de salud de Acultzinapa (poblado ubicado cerca de Tetlatzinga) y no había doctores, sólo le dieron una pastilla para el dolor", recordó.

Con un fuerte sangrado, Ernestina fue llevada al municipio vecino de Ciudad Mendoza, donde sus familiares intentaron ingresarla a un hospital particular, pero no fue recibida por su gravedad y fue remitida al Hospital Regional de Río Blanco.

En este nosocomio -que recibió el Premio Nacional de Calidad 2005-, personal médico se rehusó a ingresar a la anciana inmediatamente con el argumento de que sus familiares no llevaban documentos de identificación.

"No querían recibir a mi mamá y nos esperamos afuera. Se quejaba de fuertes dolores en el vientre y el sangrado no paraba", explicó Inés Ascensión.

Cerca de las 20 horas, la indígena fue ingresada al área de Urgencias, donde pereció a las 6 de la madrugada del siguiente día.

 
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