Usted está aquí: domingo 11 de marzo de 2007 Mundo Critica Bush en Uruguay las "tendencias proteccionistas" en su país y en el mundo

Asado, intercambio de regalos y paseo en lancha, en el encuentro con Tabaré Vázquez

Critica Bush en Uruguay las "tendencias proteccionistas" en su país y en el mundo

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Confraternidad presidencial y protestas contra el visitante incómodo, ayer en Uruguay Foto: Reuters

Ampliar la imagen Confraternidad presidencial y protestas contra el visitante incómodo, ayer en Uruguay Foto: Reuters

Buenos Aires, 10 de marzo. Intercambio de regalos, un paseo por el río San Juan, un buen asado y una reunión de trabajo donde intercambiaron elogios, fue el marco del encuentro de los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Estados Unidos, George W. Bush, en la estancia presidencial Anchorena, en Colonia, algo alejado de las protestas.

Nada parecía perturbar a los mandatarios, pese a que difícilmente Bush y comitiva podían ignorar las protestas durante la noche del viernes en Montevideo, ciudad mucho más pequeña que Sao Paulo, y cuando varios medios uruguayos mostraban duras portadas contra el visitante incómodo.

Pero en Anchorena ambos presidentes destacaron la importancia del intercambio comercial y Vázquez aprovechó para reclamar en favor de un proceso de integración "abierto" para los miembros del Mercosur, "donde cada integrante de este proceso pueda ejercer sus derechos soberanos de desarrollar relaciones bilaterales con otros procesos de integración y otros países".

Vázquez y especialmente el ministro de Economía, Danilo Astori, intentan profundizar acuerdos comerciales con Washington, y en ese camino se aprobó en enero pasado un tratado de protección de inversiones y comercio; el propio Bush ofreció en mayo de 2006 a Uruguay la posibilidad de firmar un tratado de libre comercio, que produjo reacción negativa del Mercosur, que impide la formulación de acuerdos paralelos.

Por su parte, Bush criticó las "tendencias proteccionistas" en su país y en el mundo -lo que dio lugar a irónicos comentarios periodísticos- y dijo que Estados Unidos y Uruguay quieren continuar los avances en comercio e inversiones.

La llegada del visitante provocó el mayor problema interno en el gobernante Frente Amplio (FA), puesto que abrió paso a las contradicciones el hecho de que la central obrera del país, Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores, y otras organizaciones con presencia clave en la coalición oficial, hayan encabezado una de las marchas contra Bush.

La visita lesionó viejos principios de la izquierda y también producirá demandas contra el despliegue policial, el control aéreo, las vallas, la presencia militar extranjera y gran cantidad de equipos estadunidenses.

"Nadie puede negar que esta visita nos ha desordenado la casa. Cuántos temas, unos nuevos y otros perdidos entre las brumas del tiempo, han saltado al centro de la mesa. El más nuevo: ¿habría aceptado el FA, mientras estaba en el llano, esta visita que hoy acepta feliz? Planteamientos políticos, económicos y éticos pelean entre sí. El problema más grave radica en que no es sólo la oposición la que se paró de manos. Esta siempre busca cinco pies al gato y si no los halla los inventa. El problema está en los sectores más radicales del mismo FA, que prepararon sus baterías contra Bush a partir de fundamentos diferentes", señala la periodista María Esther Giglio.

También la proclama leída en Montevideo la noche del viernes, después de la marcha, hizo duros reclamos: "Usted (Bush) está haciendo un esfuerzo por dividirnos y por eso quiere negociar acuerdos individuales... Usted se ha convertido en enemigo de la democracia, en enemigo de la libertad, en un ideólogo que está en las antípodas del mejor pensamiento latinoamericano de paz, de libertad, de soberanía que construyeron Hidalgo, Sandino, Martí, Bolívar, Artigas o Tiradentes (...) Usted debería pagarnos por los daños y el dolor ocasionados a los miles de presos, torturados, desaparecidos, perseguidos y asesinados que tuvieron nuestros pueblos, causados por las dictaduras que usted y su gobierno, y los gobiernos que le antecedieron en su país, apoyaron".

Pero, como señaló La Diaria, un nuevo periódico de la capital uruguaya, Bush llegó con "las alforjas vacías" en una visita de "pura cortesía", con una agenda muy vaga y un doble discurso.

Con su visita, Bush al menos logró que en Uruguay, por primera vez, se hablara tanto y tan abiertamente de todos los males de su gobierno.

 
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