Sin ninguna prestación social, dos tercios de los empleos generados durante ese lapso
Precarización y fragilidad laboral se agudizaron en el sexenio pasado
La mitad de los trabajadores mexicanos presta sus servicios sin contrato, revela reporte del EPI
El actual modelo económico no deja espacio para mejorar los niveles de vida de las mayorías
Para el universo de trabajadores mexicanos se agudizó la precarización y fragilidad de sus condiciones laborales en los últimos seis años.
Un reporte del Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés) difundido esta semana reveló que dos tercios de los empleos generados durante los últimos seis años correspondieron a plazas en las que sus ocupantes aceptaron trabajar sin ninguna prestación social.
La precarización del empleo se ha agudizado de tal manera que, según el Reporte laboral de México 2001- 2006, elaborado por el instituto con sede en Washington, la mitad de los trabajadores labora sin contrato, lo que los deja en una situación vulnerable frente al patrón y sin seguridad social.
El modelo económico vigente tiene ganadores y perdedores. Por un lado los multimillonarios mexicanos obtuvieron una tasa de ganancia 18 veces mayor que el crecimiento de la economía, al concentrar un monto de 72 mil 400 millones de dólares.
Además, el mantenimiento del actual modelo de desarrollo no deja mucho espacio para la esperanza de una mejora en los niveles de vida de las mayorías en México, según establece el amplio análisis.
El extenso estudio realizado por Carlos Salas, investigador del Colegio de Tlaxcala, destaca que del total de puestos de trabajo asalariado creados en el sexenio de Vicente Fox, 62 por ciento carece de prestaciones sociales, lo que evidencia de manera contundente el acentuado proceso de precarización del empleo en México.
Adicionalmente, el 49 por ciento de estos asalariados tienen contratos de tipo verbal. Asimismo, 13 de cada cien trabajadores con contratos permanentes no disponen tampoco de prestaciones sociales.
Ahora bien, si se investiga dónde se crearon los puestos de trabajo de acuerdo con el tamaño de las unidades económicas aparece otra faceta de la precarización. Por ejemplo, 72 por ciento del total de puestos de trabajo se crearon en microunidades (esto es, unidades económicas con hasta cinco trabajadores), pero el 54 por ciento del trabajo asalariado nuevo se ubica en este tipo de unidades, las cuales se caracterizan por los magros ingresos, baja productividad y escaso nivel tecnológico.
El estudio aclara que el proceso de análisis de la ocupación y el desempleo se dificulta por un cambio radical en la estadística continua relativa al empleo efectuado en 2005. Este cambio, asegura, vuelve difícil o simplemente imposible, comparar con instrumentos uniformes, el desempeño de la economía mexicana en el ámbito de la creación de puestos de trabajo y las remuneraciones asociadas.
Sin embargo, al separar el comportamiento del empleo y salarios en dos etapas 2001- 2004 y 2004-2006 se puede lograr una aproximación de las condiciones y percepciones laborales en México.
Entre 2001 y 2006, periodo en el que gobernó Vicente Fox, el producto interno bruto (PIB) creció a una tasa media anual de uno por ciento, en contraste con la tasa de 1.4 por ciento correspondiente al gobierno de Ernesto Zedillo. Un hecho significativo es que el crecimiento del PIB per cápita entre 1994 y 2000 fue de 21.5 por ciento, mientras que el correspondiente al sexenio de Fox Quesada fue tan sólo de 7.9 por ciento.
La investigación revela que en el sexenio de Vicente Fox se presentó un desperdicio de los excedentes derivados de los altos precios del petróleo. Se estima que entre 2000 y 2006 ingresaron al país aproximadamente 100 mil millones de dólares por concepto de ingresos petroleros.
Sin embargo, sólo una parte muy reducida de esta cifra fue empleada con fines de incrementar la inversión. La mayoría de los fondos fueron al gasto corriente gubernamental, en particular a los pagos asociados al rescate bancario (Fobaproa-Ipab).
El texto reconoce que la migración ha sido una de las válvulas de escape del desempleo en México al emigrar alrededor de 400 mil personas anuales durante la administración del ahora ex presidente Vicente Fox.