El martes aprobará la reforma que pone límite a salarios de funcionarios públicos
Se acumulan en el Senado evidencias del despilfarro en sueldos y pensiones
Propone el PRD consulta nacional para debatir sobre "privilegios" de ex presidentes
El martes próximo se aprobará en el Senado la reforma constitucional que establece un tope a los salarios de los funcionarios públicos, además de un ordenamiento que elimina las pensiones de los ex presidentes de la República, ex directores de la banca de desarrollo y empresas descentralizadas.
"Este es el inicio para acabar con privilegios indebidos", advirtió el autor de la reforma, el senador del PRD Pablo Gómez. El legislador sacó a relucir el caso del actual titular de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, José Angel Gurría, quien se otorgó una jugosa pensión cuando fue directivo de Nacional Financiera.
No es el único. Al Senado han llegado documentos en los que se denuncian otros casos irregulares. Uno de ellos es el del ex asesor de la Confederación de Trabajadores de México y actual secretario general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Juan Moisés Calleja, quien a pesar de ser funcionario activo es al mismo tiempo jubilado y recibe varias pensiones.
Una de ellas la otorga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya que fue ministro en el máximo tribunal, aunque también es pensionado de la Comisión Federal de Electricidad y del Infonavit, por lo que sus ingresos mensuales superan por mu-cho los del Presidente de la República.
Algunos senadores que integran las comisiones dictaminadoras han recibido información sobre las pensiones indebidas que reciben otros líderes sindicales, como el ferrocarrilero Víctor Flores.
Pablo Gómez dijo que en México se estableció de facto en décadas pasadas un sistema para que, mediante turbias maniobras administrativas, los funcionarios públicos pudieran darse los salarios y pensiones que mejor les parecían.
"Hay que preguntar en la banca de desarrollo cuáles son los sueldos, porque los directivos ganan más que si fueran dueños del banco, ya que ellos mismos se asignan sueldos, liquidaciones y pensiones". En el caso de estas últimas, dijo, superan los 100 mil pesos al mes.
Sostuvo que todo esto se acabará cuanto entre en vigor la reforma que se aprobará el martes. Los salarios de los servidores públicos no podrán superar el del Ejecutivo federal, habrá un régimen transitorio para los integrantes del Poder Judicial -que al principio quedarán por encima del ingreso del Presidente- y se suprimirán todas las pensiones y haberes que no hayan sido otorgados por contrato colectivo, condiciones generales de trabajo o decreto legislativo.
Por ello, las pensiones que reciben los ex presidentes, desde Luis Echeverría hasta Vicente Fox, desaparecerán, toda vez que provienen de un decreto que expidió Miguel de la Madrid para otorgarse a sí mismo y a los demás ex mandatarios un ingreso vitalicio, además de poner a su servicio personal civil y militar.
Una vez que entre en vigor la reforma, el Congreso deberá expedir una ley en la que se fijen los criterios para otorgar pensiones a los ex presidentes.
Propone Navarrete consulta pública
El coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, consideró que antes de legislar, el tema deberá someterse a consulta nacional.
El legislador planteó poner a discusión pública si Fox, Ernesto Zedillo, Carlos Salinas de Gortari, De la Madrid y Echeverría requieren realmente una pensión, ya que todos tienen negocios y recursos suficientes para su manutención.
Para qué quiere Fox una pensión de 200 mil pesos mensuales si en lo que lleva fuera de Los Pinos ha obtenido 500 mil dólares como pago por las conferencias que ha dado, se preguntó Navarrete.
El tema seguirá siendo motivo de debate, pues la reforma constitucional no concluye el martes. Una vez aprobada en el Senado, pasará a la Cámara de Diputados y después a los congresos locales para su análisis.