Usted está aquí: jueves 8 de marzo de 2007 Opinión Navegaciones

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Pedro Miguel

Héroes desertores

Agustín, Camilo, Katherine, Ehren...

"Para ser libre hay que ir a la cárcel"

Ampliar la imagen Agustín Aguayo

Ampliar la imagen Katherine Jashinski

Ampliar la imagen Camilo Mejía

México, junto con otros países latinoamericanos, cuenta con su lista de muertos en la guerra de Irak. Entre los 3 mil 188 apellidos de soldados invasores caídos en el país árabe abundan los García, los Bravo, los Aguirre, los Castro, los González, los Rivera, los Contreras: hacen referencia a chavitos casi siempre menores de 25 que no perdieron la vida por defender a su país -Estados Unidos o cualquier otro- sino por la avaricia criminal de Dick Cheney y el cretinismo mesiánico de George W. Bush. A esos muchachos no sólo les quitaron la vida, sino que los condenaron a una muerte sin sentido. Uno de los primeros de la lista es el tijuanense Jesús Suárez del Solar, quien murió a los 20 años, siete días después de iniciada la agresión bélica. Hoy su padre, Fernando, es un promotor destacado de la inmediata vuelta a casa de las tropas.

A estas nuestras naciones le sobran mártires ilustres y muertos rasos, pero les hacen falta héroes vivos. Ahora tenemos a varios, y uno de ellos es un mexicano de origen -tapatío- que entre matar prójimos sin motivo o irse a la cárcel, prefirió lo segundo. Es Agustín Aguayo Mares, paramédico militar de 35 años de edad, declarado culpable de deserción y condenado a ocho meses de cárcel y a la degradación y a la expulsión del ejército. Dice Susana, su madre: "Mi hijo es un héroe por enfrentarse a las autoridades y decirles: no quiero ir a tu guerra a matar inocentes. No quiero pelear en una guerra que sólo busca robarse las riquezas de Irak por ambiciones inhumanas de unos cuantos y por encima de la gente".

Llegó a Estados Unidos cuando tenía cuatro años y a los 30 se vio en problemas para terminar la carrera de medicina. En 2002 los reclutadores militares le prometieron que si ingresaba a las fuerzas armadas podría concluir sus estudios. Durante su entrenamiento básico de infantería empezó a cuestionarse sobre el sentido de la guerra: "Marchábamos y cantábamos al marchar, y para los nuevos reclutas hay un himno que uno se debe aprender y que dice: 'Yo no soy humano, soy una bestia, estoy listo para encajar el cuchillo entre la segunda y tercera costilla'". En 2004 fue enviado a Irak. Al principio sus superiores le dijeron que formaría parte de un grupo de paramédicos, pero cuando llegó a la nación invadida lo integraron a un batallón de infantería. Un médico militar graduado instruyó a los recién llegados: "Cuando usen sus armas procuren terminar la tarea; si no, será más trabajo para ustedes". De sus patrullajes en las calles de Tikrit recuerda: "Vi que los niños iraquíes pedían agua y los soldados los escupían y les dieron agua, pero con orines". Aguayo fue obligado a portar el arma de cargo, y él, en señal de protesta, comunicó a sus superiores que la llevaría descargada.

Tras el juicio contra Aguayo, Amnistía Internacional declaró: "El derecho a negarse a realizar el servicio militar por motivos de conciencia está protegido en las leyes internacionales de derechos humanos. Por tanto, consideramos que Agustín Aguayo es un preso de conciencia y pedimos su libertad inmediata e incondicional." Pero las dos hijas adolescentes de Agustín "saben que para ser libre tiene que ir a la cárcel", dijo su esposa, la guatemalteca Helga.

http://icasualties.org/oif/Details.aspx

http://www.guerreroazteca.org/index.html

http://www.lajornadajalisco.com.mx/2007/02/23/index.php?section=politica&article=016n1pol

http://www.enlucha.org/periodico/enlucha82.html#p26

http://www.indybay.org/newsitems/2006/09/27/18314785.php

http://www.jornada.unam.mx/2007/03/07/index.php?section=mundo&article=048n1mun

http://www.eluniversal.com.mx/internacional/51680.html

http://www.laopinion.com/primerapagina/?rkey=00000000000000548560

http://agustin-aguayo.blogspot.com/

http://www.losblogueros.net/mt-weblog/2007/01/soldado_latino_enfrenta_carcel.html

http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAMR510382007

http://www.getting-out.de/

http://www.mcc.org/

http://madrescontralaguerra.blogspot.com/2006/02/4-latinos-emprenderan-marcha-por-paz.html

http://www.pww.org/article/articleview/8907/1/316/

http://www.aguayodefense.org/Donate.html

http://agustin-aguayo.blogspot.com/

http://portal.radiobemba.org/index.php/archivos/doc/agustin_aguayo_objetor_de_conciencia/

Hay que hablar también de Pablo Paredes, nativo del Bronx, quien el 6 de diciembre de 2004 se negó a embarcarse con destino a Irak. Fue sometido a consejo de guerra el 11 de mayo del año siguiente y condenado a tres meses de trabajos forzados. Y de Camilo Mejía, floridano de origen nicaragüense y sargento de la Guardia Nacional quien, tras servir seis meses en Irak, volvió a Estados Unidos para presentarse ante sus superiores como objetor de conciencia y en mayo de 2004 fue juzgado, convicto por deserción y sentenciado a un año de confinamiento solitario. Y no hay que olvidar al budista Aidan Delgado, quien sirvió en las filas de la policía militar, fue destacado en Abu Ghraib y a su regreso a Estados Unidos contó las atrocidades que había presenciado en ese foco de la vergüenza mundial. Y es bueno acordarse de Katherine Jashinski, una chava de Milwaukee que firmó un contrato por seis años como cocinera en la Guardia Nacional, se arrepintió y pidió su baja pero en vez de eso le llegó una orden para que se entrenara en el manejo de armas en preparación para su envío a Afganistán. En mayo de 2006 se declaró culpable, ante una corte marcial, de negarse a obedecer órdenes, y fue confinada en la prisión militar de Fort Benning durante dos meses. Y también del teniente hawaiano Ehren Watada, quien no es objetor de conciencia sino un militar convencido de que la invasión y ocupación de Irak son ilegales y que su participación en ellas lo harían cómplice de crímenes de guerra. Y mencionar a Jeremy Hinzman, soldado de la 82 Aerotransportada que el 24 de marzo de 2005 buscó el estatuto de refugiado en Canadá como objetor de conciencia y quien desde entonces enfrenta una batalla legal para evitar su deportación a Estados Unidos, en donde podría ser condenado como desertor. Y de Kevin Benderman, sargento condecorado que se negó a ser desplegado por segunda vez en Irak y fue encarcelado y deshonrado por una corte marcial.

Agustín, Pablo, Camilo, Aidan, Katherine, Ehren, Jeremy, Kevin y demás héroes desertores: gracias por estar vivos y por ser inocentes de crímenes de guerra. Gracias por haber sentido miedo a morir y asco de matar. Gracias por soportar las presiones, las burlas, las penas corporales, las amenazas y todas las desdichas que han pasado. Gracias por no ser aliados de la muerte y gracias por ponerse del lado de la vida.

http://www.defendpablo.org/

http://www.hispanicprwire.com/news.php?l=es&id=4177&cha=10

http://web.amnesty.org/library/index/eslAMR510772005

http://www.narconews.com/Issue37/articulo1284.html

http://en.wikipedia.org/wiki/Camilo_Mejia

http://www.citizen-soldier.org/CS07-Camilo.html

http://www.guegue.com/~no-guar/enlaces.html

http://en.wikipedia.org/wiki/Ehren_Watada

http://www.thankyoult.org/

http://www.worldcantwait-la.com/lt_watada_sp.htm

http://www.javierortiz.net/jor/apuntes/el-teniente-watada

http://www.bendermantimeline.com/

[email protected] http://navegaciones.blogspot.com

 
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