Espera beneficiarse de la reciente resolución de la Corte para lograr su reinstalación
Reclama indemnización soldado que fue cesado en 2002 por padecer VIH
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 7 de marzo. El ex soldado chiapaneco Carlos Alberto Mendoza Cruz, expulsado del Ejército Mexicano en abril de 2002 por considerársele inútil para labores castrenses debido a que está infectado con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), exigió que se le restituya en el cargo o se le indemnice, como sucederá con los militares y marinos a quienes la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concedió 11 amparos, luego de que fueron dados de baja de las fuerzas armadas por padecer ese mal.
Carlos Alberto Mendoza, inscrito en las fuerzas armadas con la matrícula Sedena-C189421, fue detectado positivo de VIH en junio de 2001, cuando se desempeñaba como cabo de transmisión en la llamada zona de conflicto de Chiapas. Destacó que durante los 11 meses que estuvo hospitalizado, supo de al menos 40 casos semejantes al suyo.
Narró que fue tratado en el Hospital Militar de la ciudad de México, hasta que en abril de 2002, recién operado del colon y con una perforación intestinal que lo obligaba a defecar por medio de una sonda, se le informó de su baja de las fuerzas armadas y del término de los servicios de salud por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Mendoza Cruz recibió apoyo de organizaciones no gubernamentales y de los servicios de salud del gobierno de Chiapas, para que le fuera atendida la perforación del intestino.
Este miércoles, el afectado explicó en conferencia de prensa que en 2004 interpuso una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para pedir que fuera indemnizado por los cinco años que sirvió a la Sedena. El organismo le respondió que el tiempo legal para interponer su queja ya había concluido.
Mendoza Cruz, hoy de 30 años de edad, ha sufrido diversos males por efecto del VIH, entre ellos la pérdida casi total de la audición. Sin embargo, indicó que se siente capacitado para ser reincorporado en el Ejército Mexicano.
"En este momento me encuentro físicamente estable. También me sigo sintiendo orgulloso de haber pertenecido al Ejército, aunque tengo que reconocer que la legislación -el Código Militar- es un poco discriminatoria con base en las leyes de los derechos que tenemos todos los trabajadores", afirmó.
Añadió que radica en el municipio de Tonalá, y para sobrevivir realiza trabajos eventuales de mesero, albañil y carpintero.
Acompañado por integrantes del Colectivo Integral para la Atención de la Familia, el ex militar dijo que hasta el momento no ha podido conseguir recursos para obtener asesoría legal e interponer un amparo para beneficiarse del reciente dictamen de la SCJN.
Por su parte, el Instituto de Salud de Chiapas informó que hasta el momento la Sedena le ha notificado de 26 casos de militares acantonados en esa entidad a quienes les ha resultado positiva la prueba de VIH.