Piden al gobierno reactivar el mercado y atender el campo
Organismos sociales exigen cambiar el rumbo económico
Demandan deponer actitud arrogante y construir con el pueblo
La gobernabilidad política y la legitimidad a la que aspira la administración de Felipe Calderón difícilmente se van a construir si no se modifica la política económica para reactivar el mercado, se atiende la grave situación del campo mexicano y se toman acciones para revertir la injusta distribución de la riqueza, plantearon ayer líderes de organizaciones sindicales y campesinas independientes, ante los secretarios del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, y de Economía, Eduardo Sojo.
En una reunión que sostuvieron ayer durante varias horas, los dirigentes les demandaron a estos miembros del gabinete que "el gobierno federal deje a un lado su actitud arrogante para asumir el reto de construir, junto con la sociedad civil una política económica que dé salida al entrampamiento" en el que se encuentra el país, pero, dijeron, ello requiere de voluntad política, imaginación y determinación.
Los planteamientos forman parte de un documento titulado Réplica a la respuesta gubernamental, que fue presentado y leído en la reunión en nombre de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp), la Coalición Democrática del Congreso del Trabajo (CDCT) y la Coalición Ciudadana Nacional (CCN).
El documento, según explicaron, es la contestación a la negativa gubernamental de poner control de precios a los productos básicos, otorgar un aumento salarial de emergencia, revisar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y otras demandas planteadas en la llamada Declaración del Zócalo, a todas las cuales dijeron "no" los funcionarios en la pasada reunión.
Ayer, ante los secretarios de Estado y un representante del de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, los dirigentes sindicales criticaron que "el gobierno luce disminuido política y económicamente como consecuencia de la crisis electoral no del todo superada y de la acción cada vez más intensa de poderes de facto que atentan contra la democracia y la legitimidad del Estado".
Señalaron en su réplica que la falta de sensibilidad social del gobierno puede dar lugar a una condición delicada, en la que la combinación de un régimen ineficaz y de una sociedad excluida de las decisiones fundamentales puede originar vacíos en la acción gubernamental, y zonas de conflicto sin respuesta o solución, que favorecen la actividad de los poderes de facto, e incluso de otros factores, como el narcotráfico.
Hicieron ver que es de fundamental importancia que el gobierno deje de ser tan complaciente con las oligarquías, los monopolios y el corporativismo, lo cual hasta el mismo Banco Mundial lo ha señalado, mientras la administración en forma inconcebible sostiene la tesis de que los problemas que aquejan al país son coyunturales y que lo único que hace falta es continuar y profundizar las políticas de estabilización y de compensación aplicadas en los últimos años, sin resultados.
Los dirigentes de la UNT, encabezados por Francisco Hernández Juárez y Agustín Rodríguez; de la Conorp, la CDCT y la CCN, volvieron a insistir en que se construya un nuevo pacto social, se recupere la dimensión social del Estado y se dejen a un lado los dogmatismos como el de que el TLCAN es inmodificable.
Reiteraron ante los funcionarios sus demandas, que son: control de precios para 34 productos de la canasta básica; aumento salarial de emergencia para los mínimos y contractuales; establecimiento de un programa emergente y permanente de apoyo a la producción de básicos; aplicación de la ley y cárcel a los especuladores; programa emergente para la recuperación salarial y creación de empleos, y renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN.
A pesar de que no hubo acuerdos, las dos partes insistieron en que seguirán en este diálogo y que habrá otra reunión, ahora para que respondan estas secretarías a los planteamientos de las organizaciones.