Mediante la corriente zeferinista buscará influir en procesos estatales en 2008
Con sigilo, el gobernador Torreblanca Galindo prepara su sucesión para 2010
Julio Ortega Meza, principal operador; lo apoyan varios alcaldes, entre ellos Félix Salgado
Ampliar la imagen Julio Ortega Meza, coordinador de Enlace Político Institucional del gobierno de Guerrero, y cercano colaborador del mandatario estatal, Zeferino Torreblanca Galindo, en imagen de archivo Foto: Gonzalo Pérez
Chilpancingo, Gro., 6 de marzo. Silenciosamente, el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo prepara su sucesión para 2010 y, mediante una amplia corriente en el PRD, que algunos denominan zeferinismo, intentará influir en los procesos internos venideros y en los comicios para renovar ayuntamientos y el Congreso local en 2008.
Para muchos eso significa la red de frentes cívicos que en 22 municipios -incluidos los más importantes: Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Iguala, Taxco- ha creado el gobierno estatal mediante su Coordinación de Enlace Político Institucional. Todos apuntan como la estructura de una organización política estatal con miras a disputar las candidaturas a las alcaldías y al Congreso local a las corrientes internas del PRD.
Julio Ortega Meza, coordinador de Enlace Político Institucional y cercano colaborador del mandatario estatal, es el artífice de la nueva expresión política, que integrarían también los alcaldes Félix Salgado Macedonio, de Acapulco, y Víctor Mojica Wences, de Pungarabato.
La corriente política tiene de modelo el Frente Cívico de Acapulco (FCA), fundado por Torreblanca Galindo el 24 de abril de 1993 como la plataforma que le permitió llegar a la alcaldía del puerto, cobijado por el perredismo seis años después.
El FCA, con presencia en sectores de la sociedad civil, mantiene desde entonces "una alianza estratégica" con el PRD, que se ratificó con las tres candidaturas de Torreblanca Galindo a la alcaldía porteña. Desde ahí comenzó a forjarse su arribo a Casa Guerrero.
Ortega, el novel político del equipo zeferinista que presidió el FCA y fue uno de los coordinadores estatales de la campaña de Torreblanca Galindo por la gubernatura, niega que desde su coordinación se conforme una estructura afín al gobernador.
Anuncia, no obstante, que los frentes cívicos preparan una actividad masiva con la participación activa de estas organizaciones ciudadanas en el proceso de reforma del Estado, que encabezará el gobernador.
Los antecedentes
Siendo aún alcalde de Acapulco Torreblanca Galindo, y siguiendo el modelo del FCA, se creó en mayo de 2002 el Frente Cívico de Coyuca de Benítez -de donde son originarios los principales colaboradores del gobernador, como su secretaria particular Magaly Salinas Serna.
Luego siguió el de Chilpancingo, en noviembre del mismo año, que inauguró el mandatario estatal para enviar un mensaje futurista en torno a su aspiración a ser el titular del Ejecutivo estatal.
Al calor de la precampaña por la gubernatura, surgieron otros frentes que se han consolidado como estructura estatal ciudadana en los municipios José Azueta (Zihuatanejo), Chilapa, Teloloapan, San Miguel Totolopan, Iguala, Atenango del Río, Tixtla, Copalillo, Cuautepec, San Marcos, Cruz Grande, Tlalixtaquilla, Tlapa, Ajuchitán, Cutzamala, Tlapehuala, Ciudad Altamirano, Taxco y Tecoanapa, como se informó el 9 de diciembre en un desayuno que presidió el gobernador, quien se hizo acompañar de Ortega Meza, su brazo operador.
Estos, más otros en proceso de creación, ya apuntaban como la estructura de una organización política estatal con miras a disputar las candidaturas a las alcaldías y al Congreso local a las corrientes internas del PRD.
Para ello, y como medida de blindaje, cada una de estas organizaciones promueve en sus municipios las afiliaciones de sus simpatizantes a las filas del PRD, por si la dirigencia estatal del partido restringe la participación a sus procesos de selección de candidatos y sólo permite la inscripción de militantes.
Esa estrategia la confirman las recientes solicitudes de registro de colaboradores cercanos al gobernador, como el mismo Ortega Meza y la síndica María Antonieta Guzmán Vizairo. Antes lo hicieron también los secretarios de despacho Gloria Sierra López, de Desarrollo Social; y Carlos Alvarez Reyes, de Administración y Finanzas, ambos cercanos a Torreblanca Galindo, insistentemente mencionados para la candidatura a la alcaldía acapulqueña.
La apuesta real del zeferinismo se centra en la disputa por el municipio de Acapulco, que tiene indicios de ser arena de la anticipada disputa por la gubernatura.
Torreblanca llegó al gobierno estatal sin una estructura política propia; más bien recibió las adhesiones en su precampaña ya avanzada por parte de la Nueva Izquierda y de Izquierda Democrática Nacional, ambas actualmente confrontadas por diferencias, primero, en torno del movimiento de resistencia civil que encabeza el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y, más reciente, por la integración del gabinete del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón.