Aseguran que en lo que va del actual gobierno federal se incrementaron los ilícitos
Extorsiones y robos inhiben el envío de mercancías de connacionales en EU
"No puedo creer que mi propia gente me asalte", señala un migrante despojado de sus pertenencias
Ampliar la imagen Los connacionales que radican en EU además de enfrentar la férrea vigilancia en ese país, al regresar a México son víctimas de abusos Foto: Ap
Puebla, Pue., 4 de marzo. Migrantes de la Mixteca poblana han dejado de enviar o traer mercancías u obsequios a sus familias, debido a la cantidad de mordidas que les exigen autoridades mexicanas o ante los robos de que son víctimas en el trayecto de regreso a sus lugares de origen, que se han incrementado en la actual administración federal.
Al mismo tiempo, para sus familiares que se quedaron en México dejó de ser negocio enviar mercancías a Estados Unidos, como tortillas y chiles, para que los migrantes las vendan entre los connacionales.
Es el caso de Georgina Cázares, que instaló junto con su esposo un negocio de envíos en Piaxtla, ante la creciente demanda de productos de la Mixteca en ciudades como Nueva York y viceversa.
Ante lo poco rentable que se volvió enviar y traer mercancías debido a actos de extorsión, la empresaria decidió emplear parte de sus ahorros para convertir su local en un café-Internet.
La mujer comenta que el problema de la corrupción se volvió más evidente con la llegada del nuevo gobierno federal.
"Mi marido es quien hacía los viajes a Nueva York, pero dejó de hacerlo por avión, ya que en el aeropuerto de (la ciudad de) México tenía que dar mordidas a medio mundo", relata.
En diciembre pasado, recuerda, fue la última vez que su esposo hizo un viaje. Los agentes fiscales le revisaron sus maletas en diversas ocasiones y le quitaron algunos productos.
"Eso no es justo, porque nosotros pagamos impuestos, nuestro negocio es legal. No se vale. Estos problemas se hicieron más evidentes durante el cambio de gobierno, de (Vicente) Fox a (Felipe) Calderón; en diciembre se 'desataron', y como se ven las cosas, esto va a ir peor", señala.
"Los problemas con las aduanas llegaron a tal grado que la gente en Nueva York y Piaxtla ya desconfiaba de nosotros, porque pensaban que nos quedábamos con sus cosas y no fue así. Mucha mercancía se perdió en el aeropuerto y por eso mejor lo dejamos así", puntualiza.
Por su parte, Juan Vázquez, quien labora desde hace 20 años como taxista en Nueva York, narra el robo del que fue víctima en su regreso a su comunidad de origen, Acatlán de Osorio.
Indica que el 3 de enero pasado, al llegar a Matamoros, Tamaulipas, y hacer escala para realizar los trámites que le permitieron ingresar su auto al país, agentes federales le insistieron en que dejara sus pertenencias en una habitación del hotel México.
Ahí le robaron 5 mil dólares que ahorró durante tres años y algunos aparatos electrónicos que pretendía regalar a sus familiares. El hombre de 40 años no duda en que hay una relación de complicidad entre los empleados del hotel y los agentes:
"Supieron exactamente dónde buscar. Hasta parecía que sabían lo que llevaba. Me siento mal porque mi propia gente me está robando. Afortunadamente no dejé todo el dinero, llevaba un poco en la bolsa; sin eso no hubiera podido llegar hasta acá", dice.
Juan Vázquez interpuso una denuncia ante la Procuraduría General de la República; sin embargo, tuvo que contratar un abogado para que se agilizaran las investigaciones correspondientes.
"Tenía cinco años que no venía a México; era la primera vez que realizaba el viaje por carretera y me robaron todo. Sólo vine a ver a mis padres y abuelitos, pero pienso que no voy a regresar en otros cinco años. No puedo creer que mi propia gente me asalte", expresa.
Caso similar es el de Ruperto Cantor Cañete, quien traía "una televisioncita, ropa o cosas así para los que se quedan", pero fue acusado por las autoridades de traer contrabando.
"Me abrieron el 'libro de leyes' y me dijeron: 'Mira, acá le falta algo, ponle unos billetes'. Entonces, tuve que entrarle para que nos dejaran ir", denuncia Cantor Cañete.
Alejandro Herrera Ortega, representante de la Confederación de Migrantes y Mexicanos en el Extranjero y de la Casa del Migrante para la región de Acatlán, señala que son constantes los actos de extorsión a migrantes.
"A veces, por desconocimiento de las leyes en cuanto a la declaración de impuestos, los paisanos llegan a tener problemas, en algunos casos de extorsión, y sobre todo en la zona fronteriza o cuando se tienen que cruzar aduanas", lamenta.
"El mayor problema es la salida del Distrito Federal: una odisea; en el regreso a Puebla, una vez que se deja la ciudad atrás, ya casi no se presentan problemas", concluye.