¿La Fiesta en Paz?
Autoridades protagónicas
Lidiarán encierro a puerta cerrada en la Plaza México
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FOTO Rafael Sánchez de Icaza
CUANDO SE CONFUNDE tener autoridad con ser autoridad, los malos ejemplos cunden. Ahora le tocó a la ganadería de Los Encinos padecer el protagonismo antojadizo del juez de plaza de Mérida, Yucatán. El ganadero Eduardo Martínez Urquidi, propietario de dicho hierro, refiere lo siguiente:
EL DIA 21 de febrero de 2007 fueron embarcados en la ganadería los toros números 349 y 359 para ser lidiados en la plaza de toros de la ciudad de Mérida por el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza el próximo 4 de marzo. El viernes 23 de febrero el empresario Francisco Camino Gaona me informó telefónicamente que los astados habían sido desencajonados en la mencionada plaza, después de más de 50 horas de viaje, y que los mismos según la opinión manifestada por el Juez de Plaza, MVZ Ulises Zapata León, "estaban anovillados y por lo tanto iban a ser rechazados".
EL SABADO 24 de febrero por la mañana me comuniqué con el señor Ulises Zapata León, quien me manifestó que según su apreciación esas reses eran novillos y no tenían cuatro años, no siendo problema el peso ya que al llegar a la plaza habían pesado 550 kilos y 485 respectivamente, peso muy por encima del mínimo requerido reglamentariamente en ese coso.
ANTE LA ASEVERACION del juez le manifesté que estaba equivocado y que se lo comprobaría enviándole las constancias del Registro Obligatorio de Edades que lleva la delegación Benito Juárez en los términos del Reglamento Taurino del Distrito Federal, de los toros de toda la camada del año 2002, a la que pertenecen estos toros y que es la misma de la que se han lidiado 17 toros en la Plaza México, 6 en el Nuevo Progreso de Guadalajara, 6 en Moroleón y 6 en Autlán de la Grana, en todas esas plazas no hubo ningún problema con la edad, trapío y peso de esos astados. Es de hacer notar que los toros rechazados cumplen 5 años, uno el 9 de marzo y el otro el 1 de mayo del presente año.
EL LUNES 26 de febrero, a primera hora, hice llegar esta documentación vía fax a la empresa de Mérida para que se le presentara a las autoridades así como al señor Leopoldo Cortés González, de la Comisión Taurina Municipal. No obstante lo anterior, los toros fueron rechazados.
POR RESPETO A la afición de Mérida, a la fiesta de toros y al prestigio que como ganadero tengo obligación de mantener, pienso realizar los actos que sean necesarios para demostrar la infundada acción de las autoridades de la plaza de Mérida y su apreciación equivocada y posiblemente mal intencionada, en mi perjuicio.
EN LOS PROXIMOS días, una vez que los toros estén recuperados del viaje de ida y vuelta a Mérida, los lidiaré a puerta cerrada en la monumental México con invitación expresa a todos los medios de comunicación, la Asociación de Veterinarios Taurinos, autoridades de la Plaza México y de otras plazas de prestigio en el país, para que públicamente se puedan constatar las condiciones de los toros y el resultado de los exámenes post mortem que se les hagan, concluye contrariado el ganadero Martínez Urquidi.