Los policías les robaron muebles, dinero y herramientas, aseguran
Desalojo de artesanos en Guadalajara
Ampliar la imagen Artesanos purépechas desalojados sin aviso ni explicación alguna muestran el lugar donde vivían y trabajaban Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 3 de marzo. Policías antimotines de Guadalajara desalojaron de las calles Felipe Angeles y Esteban Alatorre a 40 familias purépechas que vivían allí desde hacía 35 años y se dedicaban a la fabricación de muebles de madera. Los indígenas son originarios de Capácuaro, municipio de Uruapan, Michoacán, y ninguna autoridad les ha dado explicación alguna.
Aproximadamente a las seis de la tarde del viernes llegaron los policías, acompañados de funcionarios de la Dirección de Vigilancia de Reglamento del municipio, a confiscar todas las pertenencias de quienes trabajaban junto al cementerio Felipe Angeles.
''Se llevaron muebles, herramientas, dinero, ropa, comida, útiles escolares. Nos empujaron, nos insultaron. A algunos los patearon, a otros los tiraron y los siguieron golpeando. A una señora la insultaron y la patearon. A otro lo encañonaron con la pistola en la cabeza y le cortaron cartucho'', comentó Cristóbal Morales, uno de los artesanos.
Los muebles se los llevaron a una bodega del municipio sin haberlos contabilizado ni clasificado. Las precarias viviendas y otras pertenencias las llevaron al tiradero de la calle Gobernador Curiel.
''Así como mandaron camionetas para llevarse las cosas, hubieran mandado gente para platicar y llegar a un acuerdo, pero no: llegaron sin avisar, a la mala. Me hubiera gustado que siquiera hubieran hecho algún aviso, pero nada'', explicó Francisco Angel.
''Llegan y rompen lonas y se llevan todo. Estas eran nuestras casas. Aquí trabajamos y vivimos; aquí los niños van a la escuela y comen. Aquí hemos vivido siempre. Nuestra principal preocupación son nuestros niños y mujeres. ¿Dónde van a dormir? ¿Con qué útiles van a ir a la escuela, si se los llevaron? ¿Con qué vamos a comer mañana, si se llevaron nuestro dinero y mercancías?'', continuó.
''Esto es un amortiguador para la economía. Nosotros vendemos más barato que los empresarios y por eso nos quitaron las cosas. Muchos de los empresarios vienen y nos compran y después revenden'', explicó José Guadalupe Morales.
Las familias comenzaron a bloquear la calle Esteban de la Torre en espera de que alguien del ayuntamiento dialogara con ellos. Después de las 12 de la noche llegaron más de 20 camionetas con policías antimotines para retirarlos.
Por la mañana, los afectados hicieron un inventario de las cosas que les quitaron. A las 11 los purépechas y representantes de organizaciones de indígenas migrantes que trabajan en la zona metropolitana de Guadalajara acudieron al palacio municipal para que les dieran una explicación, pero nadie los recibió.
Más tarde se plantaron fuera del palacio de gobierno del estado. Allí les dijeron que tampoco los podían atender porque era fin de semana. ''Vamos a regresar el lunes, a ver si es cierto que se inician las mesas de trabajo para resolver el asunto'', expresó José Luis Reyes, otro de los afectados.
Los únicos que los han apoyado son los vecinos y comerciantes, quienes durante la madrugada les prestaron cobijas y colchonetas y les dieron ollas de arroz y frijoles. Otros vecinos les ofrecieron sus casas para que descansaran y comieran.