La escritora presentó el primer tomo de sus Obras reunidas
Soy la gigoló de sor Juana y ella el leitmotiv de mi vida académica: Glantz
Primero sueño, de la monja, es un poema semilla y manantial, dijo la autora
El volumen, obra ''apasionante, un magisterio del saber'', señala especialista
Ampliar la imagen Margo Glantz, escritora y colaboradora de La Jornada, en su casa de Coyoacán, durante la entrevista Foto: Roberto García Ortiz
''A veces digo que soy la gigoló de sor Juana Inés de la Cruz porque, para hablar de ella, he viajado por muchos lugares del mundo; a universidades, coloquios. La monja jerónima se ha convertido en el leitmotiv de mi vida académica", afirma la escritora Margo Glantz (Distrito Federal, 1930).
A propósito de la publicación por el Fondo de Cultura Económica (FCE) del primer tomo de sus Obras reunidas: ensayos sobre literatura colonial, la reconocida sorjuanista explica en entrevista con La Jornada lo que siempre sintió por los cronistas de la conquista; "me parecía que sus textos se podían trabajar como literatura, en una época en que esas crónicas se abordaban sólo como historia".
Glantz recuerda que a finales de los años 80 le propusieron trabajar temas alrededor de la monja jerónima; ''lo pensé mucho antes de aceptar, porque sor Juana es un personaje muy difícil, hay que saber mucho, pero afronté el reto. Me tarde cinco años en hacer la edición, había que trabajar mucho, leer a sus contemporáneos, su contexto histórico, la vida de otras monjas y los problemas de los Siglos de Oro, la retórica y aspectos sobre la teología de esa época.
''Fue un trabajo duro, pues uno no se mete impunemente con sor Juana. A partir de la publicación del libro, en 1995, seguí trabajando en ella con mucho entusiasmo, formando parte del grupo de sorjuanistas de todo el mundo.
''También sucedió algo importante: en 1982 se había publicado el libro de Octavio Paz sobre sor Juana, el cual si bien es fundamental está lleno de ciertas visiones muy particulares del autor con las cuales a veces no concordaba, ni varios de mis compañeros que trabajan a esa poeta. Por eso me pareció importante abordar a sor Juana desde otro punto de vista."
La también colaboradora de La Jornada confiesa que, como a muchos de sus colegas, el poema que más trabajo le costó analizar fue Primero sueño, ''el cual es maravilloso y extraordinario, pero bastante oscuro, no sólo por su forma y por el hipérbaton gongorino, sino porque es un poema científico, teológico, acerca del conocimiento, que muchos filósofos se han encargado de seguir.
''Primero sueño ha inspirado a los poetas contemporáneos, pues durante algún tiempo sor Juana dejó de ser leída como poeta para leerse sólo como científica. Con la generación del 27 se volvió a plantear la necesidad de leer a sor Juana, y Primero sueño fue muy visitado por muchos estudiosos y poetas.
''Por ejemplo, este poema inspiró el extraordinario Muerte sin fin, de José Gorostiza, y en alguna medida también está presente en Canto a un Dios mineral, de Jorge Cuesta; también para José Lezama Lima, sor Juana fue muy importante.
''Primero sueño ha sido un poema semilla y manantial, primero porque es tan rico en imágenes e ideas y de una rima tan maravillosa, al igual que el sonido de las palabras, tan alto el sentido filosófico que otros lo han tomado como punto de partida, pero al mismo tiempo es un manantial de luz que se desparrama por todas partes, pues siempre hay posibilidades de nuevas lecturas de sor Juana."
El entendimiento es andrógino
El libro Obras reunidas I: ensayos sobre literatura colonial, de Margo Glantz, se presentó la tarde del martes en la librería Rosario Castellanos del Centro Cultural Bella Epoca del FCE.
La autora sostuvo una charla con quien fue su alumna y ahora especialista en literatura novohispana, María Dolores Bravo. Esta consideró a ese volumen como una obra ''apasionante, un magisterio del saber, un libro sabio y sabroso".
Glantz explicó que la obra de sor Juana no es producto de una ''travestismo intelectual", pues no se trata de una sabiduría masculina en cuerpo de mujer, pues, como la propia monja explicaba, ''el entendimiento no es femenino, ni masculino, es andrógino".
La escritora, quien ganó el premio Xavier Villaurrutia en 1984, por Síndrome de naufragios, reiteró que sor Juana fue poseedora de un ''entendimiento extraordinario, sublime, como pocas veces se ha dado en el mundo. Fue un genio como lo fue Mozart, pero el hecho de que haya sido mujer fue visto con asombro en su tiempo".
El tomo dos de las Obras reunidas de Glantz aparecerá también este año y contendrá algunos de sus ensayos en torno a otra de sus obsesiones: el cuerpo como lenguaje. Entre otros, estarán en ese volumen De la amorosa inclinación de enredarse en cabellos y Doscientas ballenas azules.