Declaran sobre el robo y el traslado de los explosivos
Concluye primera fase del juicio a implicados en el 11-M
Madrid, 1º de marzo. La primera fase del juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid concluyó hoy con las declaraciones de los cuatro últimos presuntos implicados, que están relacionados con el hurto y el traslado de los explosivos usados en los trenes.
Los asturianos Sergio Alvarez Sánchez y Antonio Iván Reis declararon que por órdenes o por amenazas de muerte de Emilio Suárez Trashorras -pieza clave en la operación de intercambio de 150 kilos de explosivos por "hachís y cocaína"- hicieron en enero de 2004 sendos viajes a Madrid para entregar bolsas de unos 30 kilos de peso a Jamal Ahmidan, El Chino, autor material de los atentados y uno de los siete suicidas de Leganés.
Señalaron que en dichos viajes llevaron a cabo el intercambio para saldar una deuda con Suárez Trashorras, pero aseguraron que en nunca pensaron que se tratara de explosivos.
A su vez, Gabriel Montoya -un joven que ya fue juzgado por un tribunal de menores-, explicó que el ex minero le pagó mil 200 euros por llevar explosivos a Madrid y entregárselos a "unos moros", mientras que Iván Granados Peña dijo que también a él le propuso en enero de 2004 el traslado de explosivos, a lo que se negó.
Además, Raúl González Peláez y Emilio Llano Alvarez, ambos trabajadores de Mina Conchita, de donde se robaron los explosivos, pusieron en evidencia el escaso control de seguridad de la mina y la dinamita.
La fase de declaración de los 682 testigos también se abrió hoy, y la inició el instructor jefe de la Unidad Central de Información Exterior, identificado sólo como "agente 18, 403", quien dijo que el apoyo de España a la ocupación de Irak adoptado por el anterior gobierno de José María Aznar, situó al país en la mira de los movimientos integristas de carácter islamita, al considerar que era el "eslabón más débil de la coalición".
Finalmente, la policía arrestó en Madrid y en Algeciras a los marroquíes Abdelkrim L., Rachid M., y el español Tarik H., presuntamente relacionados con los atentados del 11-M.