Anuncia el presidente Calderón un plan para impulsar la participación ''público-privada''
Las carreteras rescatadas hace diez años serán devueltas a empresarios
Se conseguirá dinero ''de un solo golpe'' para evitar ''hacerle más apretadas de tuercas al presupuesto''
Ampliar la imagen Felipe Calderón, acompañado por los secretarios de Economía, Eduardo Sojo, y de Comunicaciones, Luis Téllez, en Los Pinos Foto: Víctor Camacho
Santa Catarina, NL, 1º de marzo. Las carreteras de cuota que fueron rescatadas por el gobierno federal en 1997 serán concesionadas de nuevo al sector privado, anunció el presidente Felipe Calderón, como parte de un plan para impulsar la participación ''público-privada'' en el sector.
A punto de cumplirse diez años del llamado ''Fobaproa carretero'', el michoacano argumentó que con este esquema de concesiones conseguirá dinero ''de un solo golpe'' para financiar nuevos proyectos carreteros y evitará ''hacerle más apretadas de tuercas al presupuesto''.
Junto con los gobernadores priístas Natividad González Parás, de Nuevo León, y Humberto Moreira, de Coahuila, el Presidente apadrinó el inicio de la construcción de la autopista Saltillo-Monterrey, concesionada precisamente a un consorcio hispano-mexicano formado por Isolux, Corsán, Coconal y Elsamex.
En medio de vehículos de carga y material de construcción, anunció los seis ''modelos'' de financiamiento carretero que aplicará en este sexenio. Uno de ellos consiste en que el gobierno federal concesionará las carreteras que, a decir del mandatario federal, ''los particulares hicieron hace mucho tiempo, que quebraron con la crisis económica de México de los años 90 y que el gobierno invirtió y finalmente las saneó''.
Con esta frase, el Presidente trajo a la memoria el desastre que implicó el programa de concesiones carreteras aplicado en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. En esa época, en el boom de la construcción de las autopistas de cuota, los empresarios enfrentaron incrementos en los costos de edificación que se combinaron con sobrestimaciones del aforo vehicular, proyectados inicialmente, dando como consecuencia problemas en la operación, mantenimiento y amortización de los créditos contratados con la banca.
Por ese motivo, Ernesto Zedillo decretó, el 27 de agosto de 1997, el fomento de las vías concesionadas, mediante pagarés de indemnización de carreteras (Pics), y ordenó que las instituciones del Estado tomaran la deuda de los concesionarios, que actualmente supera los 170 mil millones de pesos, y que son administrados por el Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas.
No obstante esa historia, Calderón argumentó que devolverá las carreteras de cuota a la iniciativa privada para obtener fondos y construir así el doble de vías programadas para este sexenio, aprovechando que la estabilidad económica permite hacer inversiones a largo plazo. El objetivo de su administración es realizar una ''inversión histórica'' en la construcción y mantenimiento de las redes de comunicación del país, para lo cual este año se destinaron 30 mil millones de pesos, de los cuales 3 mil 500 millones son para ejes carreteros.
En su afán de convencer sobre las bondades de la participación de la iniciativa privada, advirtió: ''Por muy grande que sea el presupuesto para este año no alcanza para todo lo que queremos, esa es la verdad. Qué más quisiéramos los gobernadores, el Presidente, (que) poder hacer con dinero del gobierno todas las obras y todas las carreteras que se necesitan''.
A partir de ello explicó que el gobierno promoverá otros esquemas de financiamiento, como son el otorgamiento del permiso a una empresa para que construya y administre la carretera por un plazo máximo de 30 años y, en caso de autopistas difíciles, se dará la concesión a aquella empresa que pida menos recursos al gobierno en un esquema bipartito de inversión.
Cuando se trate de vías muy rentables, se licitarán al concesionario que aporte más dinero, y por último, en los casos en que la inversión dependa por completo del sector privado, el gobierno le pagará según el volumen de usuarios que tenga esa autopista.
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, se sumó a la postura del mandatario y defendió estos ''modelos de participación público-privada'', como una forma de atraer capitales privados a la inversión en ese ramo. Dijo que este año se licitarán cuatro carreteras de peaje y otras nueve están en preparación, con lo que sumarán 14 mil 500 millones de pesos de inversión. Anunció que además se emitirán dos convocatorias para la edificación de las carreteras Mitla-Istmo y Zacatecas-Saltillo.
Programa de vivienda
Por otra parte, el presidente Calderón se comprometió ayer a ''esforzarse'' para lograr que durante su administración se logren seis millones de créditos para construcción o remodelación de vivienda, cifra que supera casi el doble de lo alcanzado durante el sexenio de Vicente Fox (con 3 millones 200 mil créditos concedidos).
Al encabezar los trabajos de la XX Sesión del Consejo Nacional de Vivienda, el Ejecutivo federal aseguró que su administración cumplirá con apoyar a las familias de menores recursos en su anhelo de conseguir vivienda o de mejorar la que ya tienen, para lo cual se destinarán, en 2007, un total de 4 mil millones de pesos para beneficiar a 120 mil familias en esas condiciones. ''Para estas familias el anhelo de tener su propio hogar parecía ser imposible, sin embargo, esta situación cambiará a partir de hoy'', sostuvo.
Explicó que a través del Programa de Esquemas de Financiamiento y Subsidio Federal para la Vivienda, el gobierno otorgará recursos económicos a las familias más pobres del país, ''como complemento'' a los financiamientos que reciban de alguna institución como Infonavit, Fovissste o alguna Sofol para adquirir, construir o mejorar sus viviendas.
De esa forma, dijo, se les ayudará a pagar la diferencia (hasta por 43 mil pesos) entre el precio de la casa y el dinero que le pueda prestar una institución promotora. Aseguró que inclusive ''el trabajador no tiene que reintegrar esos recursos al gobierno federal''.
El requisito para obtener el apoyo, comentó, es que el trabajador cuente con un ahorro equivalente a cuatro o cinco por ciento del valor de la casa que quiere; después tiene que hacer la solicitud correspondiente de apoyo al gobierno federal y de crédito de vivienda ante la institución financiera de su preferencia.
Luego, la Sociedad Hipotecaria Federal entregará el dinero (la diferencia) a la empresa que otorgó el financiamiento. Sostuvo que ese apoyo es ''una recompensa'' al esfuerzo de la gente por mejorar sus ingresos, especialmente para aquellos que ganan menos de cuatro salarios mínimos. Convocó a constructores y promotores a fomentar una vivienda de buena calidad. ''La casa propia tiene que ser como la Constitución lo establece: digna y decorosa.''