Seguridad fronteriza y "hacer respetar las leyes", consignas en la Casa Blanca
Reciclan legisladores de EU propuestas del año pasado para elaborar una reforma migratoria
Ampliar la imagen Niños juegan en una calle inundada de Trinidad, que está bajo las aguas a consecuencia de las más devastadoras lluvias caídas en Bolivia en 25 años, que afectaron a unas 72 mil familias, dañaron 209 mil hectáreas de cultivos y provocaron 110 mil millones de dólares en pérdidas Foto: Ap
Washington, 28 de febrero. Y arranca, una vez más, el debate sobre una reforma migratoria en esta capital. La clase política de Washington retoma el tema de la reforma migratoria con la elaboración de proyectos de ley, debates, audiencias legislativas y foros, en lo que parece ser la misma obra de teatro ofrecida el año pasado que concluyó con un muro fronterizo y redadas de inmigrantes. Pero esta vez, aseguran algunos, la obra promete tener un fin más feliz.
El cambio más notable ahora es que el liderazgo republicano de la Cámara baja que logró descarrilar una reforma migratoria ya no tiene el control. Sin embargo, una mayoría demócrata nada garantiza y el tema continúa provocando divisiones dentro de ambos partidos y polarizando al país.
Por ahora, representantes y senadores se encuentran muy ocupados reciclando las propuestas del año pasado, mientras la Casa Blanca realiza una serie de acciones de alto perfil para demostrar el firme compromiso de establecer la seguridad fronteriza y "hacer respetar las leyes", y ya se está negociando que puede o no ser logrado este año, y todos (incluyendo al gobierno mexicano) están intentando reducir expectativas.
Pocos esperan que se podrá lograr una reforma migratoria integral y los pronósticos apuntan hacia una serie de medidas en algunos aspectos, incluyendo un programa de trabajadores temporales y la aprobación de un programa para trabajadores agrarios, o sea, pedazos en lugar de algo global.
Este miércoles se realizó una de las primeras audiencias del año sobre el tema en el Comité Judicial del Senado, lo que marcó formalmente de hecho el arranque de todo este esfuerzo para realizar algunas reformas en lo que todos dicen es un "sistema descompuesto" de migración.
Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interna, su colega de Comercio Carlos Gutiérrez y varios senadores de ambos partidos esencialmente entonaron la misma canción del año pasado, con algunos versos modificados, pero con el coro de siempre: la urgencia de una reforma migratoria integral que incorpore tanto la seguridad fronteriza y nacional como resolver el asunto de la necesidad de mano de obra para intereses económicos, y sacar de las sombras a millones de trabajadores indocumentados.
El senador Edward Kennedy, copatrocinador de la principal iniciativa el año pasado y quien ahora elabora una nueva versión de una reforma, declaró hoy en la audiencia que "ahora, finalmente, si trabajamos conjuntamente podemos dar fin a esta crisis de migración cada vez peor para nuestra economía y nuestra seguridad... Esperamos poder encontrar terreno común en las próximas semanas... Ahora es el momento. Podemos aprobar un plan de inmigración firme pero justo que protege nuestras fronteras, sostiene nuestros valores, fortalece nuestra economía, respeta nuestras leyes y mejora nuestra prosperidad".
De su lado, la estrategia de la Casa Blanca es buscar convencer a varios legisladores renuentes del Partido Republicano y de otras fuerzas conservadoras sobre la necesidad de apoyar una reforma mediante eventos de alto perfil que buscan mostrar la mano dura, y el compromiso de imponer el control en la frontera y perseguir a los que violan las leyes migratorias.
Las redadas realizadas por todo el país en meses recientes, junto con las giras de Chertoff y otros a la frontera -con todo y fotografías del secretario y legisladores ayudando a construir los muros-, son espectáculos para demostrar un nuevo énfasis en el control de la migración ilegal.
Sólo en diciembre se realizaron redadas masivas en plantas de la empacadora de carnes Swift & Company en varios estados de la unión, que resultaron en el arresto de mil 282 trabajadores y causaron pánico en la comunidad inmigrante.
En abril de 2006, en una operación de espionaje contra una empresa de reciclaje de madera, las autoridades migratorias arrestaron a mil 187 trabajadores extranjeros, reportó el diario The Wall Street Journal, al resaltar que parte de la nueva táctica es detener no solamente a indocumentados, sino también a quienes los contratan.
Cada vez que habla Chertoff, resalta este tipo de acciones, como la contratación de más agentes de la Patrulla Fronteriza, la ampliación de los centros de detención y otras medidas, y, a la vez, habla de la necesidad de una reforma migratoria integral al subrayar que se deben combinar los esfuerzos de seguridad pública y los de establecer canales legales para un flujo regular migratorio, como lo planteó una vez más este miércoles ante el Senado.
Aunque denuncian que estas tácticas, por sí solas, no son una solución a la crisis, existen divisiones entre agrupaciones pro inmigrantes en torno a qué tanto ceder para lograr la aprobación de una reforma; algunos insisten en una amnistía y rechazan un programa de trabajadores temporales, y otros -la mayoría enfocados en Washington- están dispuestos a aceptar algo menos, incluyendo las medidas de seguridad, para obtener algún tipo de reforma este año.
A la vez, parece que los antimigrantes también tienen sus propias rupturas. Una disputa interna dentro del famoso grupo antimigrante Minuteman Project ha provocado una guerra legal entre el fundador Jim Gilchrist y la junta directiva de la organización, que lo expulsó hace meses al acusarlo de robarse 400 mil dólares en fondos para su uso personal.
Gilchrist presentó una demanda ante los tribunales para intentar retomar el control de esa agrupación.
Apenas empieza el debate formal en el Congreso esta semana, pero ya hay indicios de que -en gran medida- esto dejará a muchos con una sensación de deja vu.