Aunque la carga fue elevada, bajó de 65 a 55 por ciento de sus ingresos por ventas
Pemex pagó $581 mil 900 millones al fisco en 2006; es endeble su situación
Recibió una aportación de excepción por $47 mil millones, por recursos excedentes
Durante 2006, Petróleos Mexicanos (Pemex) entregó al gobierno federal la cifra histórica de 581 mil 900 millones de pesos por concepto de impuestos y aprovechamientos. La carga fiscal fue elevada, a pesar de que bajó de 65 a 55 por ciento de los ingresos por ventas de la paraestatal.
De acuerdo con cifras presentadas en su reporte financiero correspondiente al cuarto trimestre de 2006, y enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, Pemex tiene un patrimonio de sólo 65 mil 400 millones de pesos. Esto está representado, entre otros conceptos, por la diferencia entre el valor de sus activos totales, de un billón 210 mil 400 millones de pesos, menos el valor de sus adeudos (pasivos) que sumaron un billón 172 mil 900 millones de pesos.
En el reporte se hace la aclaración de que este resultado se logró principalmente por ''una aportación de 47 mil millones de pesos por recursos excedentes, de conformidad con la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio 2006''.
Esa aportación adicional de recursos permitió, entre otros factores, rescatar a la empresa de la quiebra técnica que se presentó en 2005, cuando el monto de sus pasivos llegó a un billón 112 mil 776 mil 700 millones de pesos, cifra que rebasó en 2.52 por ciento el valor de los activos, que apenas llegaban a un billón 84 mil 800 millones de pesos. No obstante haber superado la emergencia, la situación de Pemex se mantiene endeble, puesto que el pasivo total representa 96.9 por ciento del valor de los activos totales.
En declaraciones hechas en una entrevista televisiva, el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, declaró que los excedentes captados el año pasado permitieron cierta holgura fiscal al gobierno y a la empresa, pero previó que esta situación ''difícilmente volverá a repetirse''.
Insistió en la necesidad de lograr tanto una reforma fiscal como energética, en particular para Pemex, ya que ''son como hermanos siameses'' que dependen uno del otro para garantizar los ingresos que requiere el Estado mexicano.
Esas declaraciones contrastaron con un balance optimista divulgado por la paraestatal en referencia a los resultados financieros, donde afirmó que logró ''resultados positivos durante 2006'', cuando las ventas totales registraron un máximo histórico de un billón 58 mil millones de pesos, lo que se tradujo en que el rendimiento antes de impuestos, derechos y aprovechamientos aumentara 19 por ciento respecto a 2005, ubicándose en 627 mil millones de pesos.
La información añade que Pemex incrementó 10 por ciento sus ventas totales. Pero el panorama se plantea más que sombrío. El pasado viernes, La Jornada publicó que las reservas probadas de crudo tienen una vida esperada de explotación menor a 10 años, con lo que se ubican en el límite inferior respecto del que registran las grandes petroleras internacionales como Exxon-Mobil y Shell, que cuentan con 15 y 10 años, respectivamente.
Con base en cifras oficiales, las reservas probadas de crudo bajaron de una relación reservas-producción de 24 años en 2001, con 32 mil 614 millones de barriles de petróleo, a sólo 11 mil 644 millones en 2006, que representan una vida menor a 10 años.
Del mismo modo, el viernes se informó que de acuerdo con los Indicadores Petroleros publicados regularmente por Pemex, en enero la captación de divisas por ventas de petróleo cayó 32.49 por ciento respecto del primer mes de 2006, al sumar 2 mil 154 millones de dólares, comparados con 3 mil 191 millones de dólares obtenidos en el primer mes del año pasado.
En la entrevista concedida a una televisión, Reyes Heroles declaró: ''Pemex está pasando por un momento realmente difícil. Son muchos años en los que ha estado contribuyendo desproporcionadamente a la finanzas públicas, y esto ha impedido que opere con los márgenes adecuados para desarrollar programas de inversión para modernizarse, adecuarse y crecer a la velocidad que el país'' requiere. Sin embargo, aclaró que la simple disponibilidad de mayores inversiones será insuficiente si antes la paraestatal no puede hacer una serie de cambios para transformar esa industria en una actividad rentable, adecuada a nuevas formas empresariales.