Con nuevos dirigentes, inicia asamblea extraordinaria
Busca el PRI definirse como partido de izquierda moderna
La cuarta asamblea extraordinaria que inician hoy 6 mil priístas se perfila como un ejercicio de catarsis por el malestar generalizado que provocó la segunda derrota consecutiva en las elecciones presidenciales. En ella, los delegados eventualmente aprobarán "transformaciones" a los documentos básicos, mismos que podrían tener una vigencia menor de un año, toda vez que estarán en condiciones de modificarlos en la asamblea ordinaria de 2008.
Los trabajos se iniciarán con la revisión y debate de la declaración de principios. El viernes se discutirá el programa de acción y el sábado se analizarán las propuestas para reformar los estatutos y el código de ética.
El domingo 4 de marzo se celebrará el 78 aniversario del PRI. En la sesión plenaria en la cual se conocerán las conclusiones y las reformas que lleguen a aprobarse, tendrá lugar la toma de protesta a Beatriz Paredes Rangel como presidenta del partido y de Jesús Murillo Karam como secretario general, quienes se encargarán de la dirección del tricolor en el periodo 2007-2011.
Los coordinadores de las mesas son Emilio Gamboa Patrón, en el apartado de estatutos; para declaración de principios, Humberto Roque y Beatriz Pagés; de programa de acción, Carlos Rojas Gutiérrez, y de código de ética, Antonio Rivapalacio.
La comisión organizadora de la asamblea está encabezada por Humberto Lugo Gil y Guillermo Jiménez Morales.
En la asamblea nacional extraordinaria se prevé ratificar el rechazo del partido a la aplicación del IVA en alimentos, medicinas y colegiaturas; a la privatización de los sectores salud y energético; la oposición a que desaparezcan Liconsa y Diconsa, además de que se pronunciará por la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Se reivindicarán las conquistas de los trabajadores, como el derecho a huelga y el contrato colectivo de trabajo, porque el PRI "es un partido pluriclasista, pluricultural, de izquierda moderna y democrática".
De acuerdo con los documentos a discusión, el Revolucionario Institucional está comprometido a construir un nuevo orden para México, fincado en cuatro ejes rectores:
En lo político, incidir en la gobernabilidad democrática, en la seguridad y la justicia; social, para avanzar en el terreno de la igualdad y los derechos sociales; económico, el desarrollo del país con una distribución equitativa y justa de la riqueza, para incrementar la competitividad y la generación de empleos, y en lo internacional, fortalecer la soberanía nacional para avanzar en la prosperidad, vinculándose al proceso de globalización.
Asimismo, se puntualizará sobre el imperativo de construir una nueva reforma hacendaria que no se finque en nuevos impuestos ni en la aplicación del IVA alimentos, medicinas o colegiaturas, y sí en una eficiente recaudación y combate a la evasión fiscal.