Fueron sicarios del crimen organizado, considera el presidente Oscar Berger
Ejecutan a los 4 policías detenidos por el asesinato de diputados salvadoreños
Las víctimas estaban en un penal de alta seguridad; en riesgo, la indagatoria en Guatemala
Ampliar la imagen Imagen de los restos de los policías ejecutados en el penal de alta seguridad de El Boquerón, a unos kilómetros de la capital guatemalteca Foto: Ap
Guatemala, 26 de febrero. Cuatro policías guatemaltecos que la semana pasada fueron acusados de haber asesinado a tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano (Parlacen) fueron ejecutados el domingo por sicarios en una cárcel de máxima seguridad de Guatemala, lo que según un político opositor de derecha fue obra del gobierno y, de acuerdo con el presidente guatemalteco, Oscar Berger, fue una acción del "crimen organizado".
Las autoridades de la cárcel El Boquerón -60 kilómetros al sureste de la capital- declinaron ofrecer detalles sobre la forma en que ocurrieron los cuatro asesinatos y sólo confirmaron el hecho.
Sin embargo, familiares de reos dijeron a noticieros radiofónicos que vieron cuando los guardias de la prisión dejaron entrar al grupo de agresores el domingo, al final de la jornada de visitas.
Poco después, cuando caía la noche y mientras algunos visitantes seguían afuera del inmueble, fue posible escuchar disparos de armas de fuego.
No obstante, otras versiones difundidas por la radio guatemalteca señalaron que los cuatro ex agentes policiales fueron degollados.
Los cuatro cadáveres fueron retirados este lunes de la escena del crimen, por órdenes del ministerio público federal, pero fueron llevados a la morgue sin que fuera posible observar alguna señal que determinara las causas de muerte.
Los policías detenidos en el Boquerón eran el jefe de la sección de Crimen Organizado de la Dirección de Investigación Criminal, Luis Arturo Herrera López, de 39 años; el oficial José Estuardo López Arriaga, de 28 años; los agentes José Adolfo Gutiérrez, de 36 años; y Marvin Escobar Méndez, también de 36 años.
En la noche del domingo, los internos asumieron el control de la cárcel y tomaron como rehenes a seis empleados administrativos. Según observadores de derechos humanos los reos reaccionaron de esa manera para evitar que se les culpara de los crímenes. El motín concluyó este lunes en la tarde.
El asesinato de los cuatro policías puso en riesgo el avance de la investigación sobre el asesinato de los diputados salvadoreños William Pichinte, José Ramón González y Eduardo D'Abuisson, hijo del fallecido fundador del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista, Roberto D'Abuisson, a quien la Comisión de la Verdad creada a instancias de la Organización de Naciones Unidas, halló culpable del asesinato del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, en marzo de 1980.
El Grupo de Apoyo Mutuo, una organización guatemalteca promotora de derechos humanos, dijo temer que la "ejecución extrajudicial" quede impune.
De su lado, Otto Pérez Molina, un general retirado del ejército guatemalteco, candidato presidencial del derechista Partido Patriota, dijo a la Afp que los asesinos actúan "con la complacencia de las autoridades" y apuntó que "hay dos grupos que se encargan de este tipo de trabajos", vinculados al Ministerio de Gobernación y a la Policía Nacional Civil.
Mientras, autoridades de seguridad salvadoreñas informaron haber pedido una audiencia especial y urgente a sus homólogos guatemaltecos para abordar el caso.
A su vez, el partido de oposición de izquierda, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, pidió una investigación internacional sobre el caso, al tiempo que la embajada de Estados Unidos en Guatemala informó que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) colaborará en la indagación sobre los homicidios.