Usted está aquí: martes 27 de febrero de 2007 Economist Intelligence Unit Una llamada en efectivo

Economist Intelligence Unit

COMERCIO ELECTRONICO

Una llamada en efectivo

Las tarjetas inteligentes y los teléfonos celulares se han convertido en un medio rápido para adquirir diversos servicios

Economist Intelligence Unit /The Economist

Algunos de los centros nocturnos más famosos tienen un nuevo truco para verificar la identidad de sus invitados VIP: envían un pase de entrada a sus teléfonos celulares, el cual es escaneado por el caballero que levanta el lazo de terciopelo.

Inclusive aquellos que tienen que pagar para acceder a estos lugares necesitan de sus teléfonos: en un reciente espectáculo en la disco londinense The Ministry of Sound, se les ofreció a los estudiantes que utilizaran sus celulares para comprar las entradas.

Los teléfonos celulares en la actualidad se han convertido de manera vertiginosa en el medio por el cual se realizan una gran cantidad de pagos. En Estados Unidos, los fanáticos de los Halcones de Atlanta han estado probando un teléfono celular de Nokia que está conectado a sus tarjetas Visa para que entren a la tienda del estadio y compren refrigerios.

En otras partes el panorama es aún más avanzado. Usted puede pasar el día en Austria sin llevar efectivo: las tarjetas de crédito o débito pagan todo, inclusive los bienes de servicio, todo mediante un teléfono móvil, indicó Arthur D. Little, de una firma de asesores de empresas. Esto quiere decir que los pagos a escala mundial con los celulares pasarán de 3.2 mil millones de dólares en 2003 a más de 37 mil millones para 2008.

De hecho, los celulares son utilizados en Asia para muchas cosas. A principios de este mes, Visa y SK Telecom, la compañía líder de teléfonos móviles de Corea del Sur, anunciaron el lanzamiento comercial del sistema de pagos por celular apuntando en principio a 30 mil suscriptores. En Japón, cientos de miles de transacciones, desde comprar boletos de tren hasta comestibles, ya se realizan todos los días con clientes que pasan su teléfono por un mecanismo como el utilizado en los centros nocturnos londinenses. Los pagos son confirmados a través de un sonido como el de una campana o una vieja caja registradora.

Enviando dinero a casa

Más servicios bancarios también son ofrecidos en celulares. El 12 de febrero pasado, 19 operadores telefónicos con redes en 100 países señalaron que la gente podrá usar sus teléfonos móviles para enviar dinero al extranjero. MasterCard operará un sistema en el cual los giros serán enviados como mensajes de texto. Para aquellas personas que no tienen cuentas bancarias, el crédito puede ser convertido en tarjetas prepagadas, las cuales podrán ser usadas para comprar cualquier cosa.

"Esto revolucionará el negocio de la transferencia de dinero", indicó Sunil Bharti Mitta, jefe de Bharti Airtel, uno de los operadores de telefonía celular más importantes de India. La idea es utilizar los más de 250 mil millones de dólares al año que los inmigrantes mandan a sus parientes y amigos.

La británica Vodafone y la estadunidense Citigroup también lanzaron un sistema internacional de transferencia de dinero desarrollado a partir del M-PESA, un servicio de envíos que ya opera exitosamente en Kenia.

John Bond, ex presidente del grupo bancario HSBC y ahora presidente de Vodafone, desde hace tiempo ha estado convencido de que los pagos y los teléfonos móviles convergirían en algún punto. "Los celulares tienen la posibilidad de lograr un cambio dramático en la vida de una aldea en Africa", señaló.

Bond considera que los móviles cargados con crédito facilitarán que en muchos pagos la gente los utilice. Para los bancos con altos costos en infraestructura, señala Bond, siempre "ha sido difícil ganar dinero con pequeños pagos". Pero los modelos de negocio de costo inferior, algunos de ellos en países en vías de desarrollo, se abren a nuevas oportunidades. El gran atractivo del teléfono móvil como un monedero, consiste en cuántas personas lo tienen, inclusive los niños.

Comprar un boleto de tren, el periódico o adquirir una taza de café camino al trabajo con sólo utilizar tu celular, será mucho más conveniente que buscar el dinero y esperar por el cambio, o utilizar la tarjeta de crédito o débito y firmar papelitos.

Las tarjetas de prepago o "inteligentes", como la Octopus, utilizada en Hong Kong, o la Oyster en Londres para viajar en Metro, otorgan muchos beneficios, tanto para operadores como para pasajeros.

El Servicio de Transportes de Londres indicó que a tres años de que fue introducida Oyster, las tarjetas ahora abarcan tres de los cuatro viajes en Metro y autobuses. El pago en efectivo cayó 15 por ciento, lo que ayudó a fomentar su uso con diferentes tarifas: los boletos que son adquiridos en efectivo cuestan un poco más que si son comprados por medio de una tarjeta inteligente.

MasterCard y Visa introdujeron tarjetas en Estados Unidos que no pueden ser usadas para realizar compras de menos de 25 dólares. En el transcurso de este año, un sistema de "interfase dual" será probado en Londres y consistirá en una sola tarjeta que combinará las características de la Oyster para viajar, una tarjeta de crédito Visa estándar que será proporcionada por el Banco Barclays, con un "chip y un PIN" para pagos y transacciones instantáneas de más de 10 libras (19 dólares).

Estimulando el dinero

Varios sistemas de pago "sin contacto" confían en una tecnología llamada "comunicación de campo cercana" (NFC, por sus siglas en inglés). Este dispositivo en las tarjetas reacciona cuando es colocado cerca de un lector o lo toca uno.

La máquina activa un dispositivo electrónico en el NFC, que permite un corto intercambio de datos para efectuar una transacción, como la deducción de una compra con el monto almacenado.

Los dispositivos NFC pueden costar sólo centavos y ser colocados en cada teléfono celular. La idea es que en lugar de cargar con una tarjeta, el teléfono sea el que haga todo.

Pero los teléfonos celulares pueden ser mucho más inteligentes que las tarjetas inteligentes. Estos pueden ser desactivados a distancia, además de que cuentan con una pantalla que muestra información y pueden comunicar al usuario. Esto significa que también pueden ser utilizados para autorizar pagos de grandes cantidades al ingresar el NIP directamente al celular, en lugar de llenar un formulario en la fila de un banco.

¿Cómo pagar en Tokio?

Para ver el potencial de un teléfono celular, comencemos en Japón. La mayoría de sus habitantes tienen al menos una tarjeta de crédito, pero éstas tienden a quedarse en los bolsillos de sus dueños. Con una criminalidad callejera casi inexistente, el dinero en efectivo predomina. Las amas de casa pagan alrededor de 10 mil yenes (82 dólares) por sus compras. Las cuentas relacionadas con el gasto de agua, gas y electricidad son liquidadas en efectivo en el propio banco. Aun a pesar de la popularidad del uso del efectivo, el teléfono celular ya comenzó a cambiar inclusive los tradicionales hábitos de los japoneses.

Para los clientes que tienen prisa, el poder pagar con su keitai (celular en japonés) es mucho más fácil. Muchos móviles ejecutan las funciones de dinero en efectivo, llaves, tarjetas de crédito y credenciales de identidad. Por tal motivo, la mayoría de los japoneses considera adquirir un seguro para su teléfono en caso de que se llegara a extraviar o fuera robado, con el propósito de que pueda ser bloqueado a distancia y proteger el monedero electrónico, la tarjeta bancaria y otros valores incluidos en él.

Algunas tarjetas y teléfonos también funcionan como credenciales de identidad y permiten realizar compras en establecimientos mercantiles y en máquinas expendedoras de productos.

El crédito brilloso

En sentido contrario a lo que hacen los japoneses, los estadunidenses prefieren usar tarjetas para sus pagos. Las cuentas por más de la mitad de todas las transacciones crecieron 29 por ciento la década pasada, según Nilson Report, una publicación especializada en comercio. Más de 1.5 millones de tarjetas de crédito se encuentran en las billeteras de los estadunidenses. Un hogar promedio tiene más de 10.

La infraestructura de pago con el celular apenas comienza a tomar forma en Estados Unidos. El mercado para las tarjetas de prepago ya excede los 180 mil millones de dólares e incluye tarjetas de telecomunicaciones y de prepago emitidas por Visa, MasterCard, American Express y Discover, así como tarjetas de regalo de minoristas, como Gap o Starbucks.

Los bancos y las compañías de tarjetas de crédito esperan convertir más dinero en efectivo y que los pagos de cheques se realicen con nuevas tarjetas inteligentes. Algunas versiones ya gozan de un gran éxito. Muchos estadunidenses utilizan EasyPass para pagar peajes en la carretera, que después son cargados a sus tarjetas de crédito. SpeedPass, un llavero emitido por Exxon Mobil, puede usarse en las gasolineras.

No obstante, comparado con la totalidad del mercado, el nuevo sistema de pagos continúa siendo pequeño. John Suchanec, del Banco de América, señaló que mientras las tarjetas de crédito y de débito son aceptadas actualmente en 6 millones de locales en Estados Unidos, sólo un millón acepta las tarjetas inteligentes. El mismo sistema para este tipo de tarjetas puede ser usado en los celulares.

Las bajas para las tiendas podrían acelerar la adopción del sistema, junto con la instalación por parte de los comerciantes de más dispositivos para cobrar. Nuevamente, los países menos ricos son el origen de maneras baratas para usar la tecnología.

FUENTE: EIU

Traducción de textos: Erik Vilchis

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.