El embajador Tony Garza destaca su optimismo por el futuro del vínculo bilateral
Preocupan a México y EU "algunos vecinos de la región"
México y Estados Unidos no sólo enfrentan grandes retos, como la frontera y la migración, o las preocupaciones del continente por el terrorismo, sino también la que representan "algunos vecinos de la región", expresó el embajador Antonio O. Garza, quien, sin embargo, nunca precisó a quién se refería.
Al inaugurar la Sexta Convención Nacional de la Cámara Americana de Comercio, el diplomático aseguró que, como nunca, se siente optimista por el futuro de las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
Casi toda su intervención estuvo dedicada a destacar el papel y el dinamismo comercial entre México y Estados Unidos, sobre todo tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Pero aclaró que esto había sido intencional. No para evitar los temas difíciles, pues estos son tratados "todos los días", con los principios de respeto, de manera conjunta por los gobiernos.
Pidió no subestimar el componente comercial de la relación bilateral. Tan sólo en 2006, las compañías de México y de Estados Unidos llevaron a cabo actividades comerciales que sumaron 40 millones de dólares por hora o casi mil millones de dólares por día. Es decir, en tan sólo un mes, México y Estados Unidos comercian en bienes y servicios como lo que México hace con todos los 27 países de la Unión Europea juntos todo el año.
A los empresarios reunidos en el salón más grande del Hotel Camino Real, el diplomático dijo que el futuro económico bilateral está ligado a las empresas, y destacó los esfuerzos del gobierno del presidente Felipe Calderón para hacer de México un lugar seguro para vivir e invertir. Estos esfuerzos, agregó, "están dando resultados".
Lograr que México sea aún más seguro y competitivo dentro de la economía global, señaló, redituará en la creación de empleos, de oportunidades y de crecimiento real.
Este martes, el invitado especial de la Convención de la American Chamber será el presidente Calderón, quien en su reciente gira por Europa, durante el Foro Económico Mundial de Davos, criticó severamente a algunos países de Sudamérica por sus políticas de nacionalizaciones, principalmente a Venezuela y Bolivia, presentando a México como el país "más seguro" para la inversión privada y recibir capitales.
Tras la inauguración, la Convención de la American Chamber siguió con el panel de análisis La competitividad de México: medidas que deben tomarse, en la que participaron los coordinadores de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática en el Senado de la República, Santiago Creel, Manlio Fabio Beltrones y Carlos Navarrete, respectivamente.
Los líderes del Senado defendieron la iniciativa de la reforma del Estado enviada a la Cámara de Diputados, e insistieron en el plazo fijado de un año para sacarla adelante.
El coordinador de la bancada priísta expresó que con la reforma del Estado en marcha, los legisladores podrán sacar adelante las reformas hacendaria, de pensiones y hasta la energética.
Creel Mirada ofreció el compromiso del blanquiazul para trabajar en este sentido y en el fortalecimiento del estado de derecho, sobre todo en este año, que es el momento propicio para la discusión a fondo de esta problemática, pues, si se prolonga más tiempo, los acuerdos pueden dificultarse por la llegada de las elecciones intermedias.
Mientras tanto, el coordinador perredista Carlos Navarrete, quien se expresó en los mismos términos en la cuestión política, en el tema económico dijo que para una izquierda democrática y responsable, la mejor política social deriva de una política económica que genere estabilidad, empleos, ahorro y que permita al país competir exitosamente en los mercados internacionales. Subrayó que el sol azteca nunca ha estado en contra de los empresarios nacionales o extranjeros que arriesgan sus capitales en territorio nacional. "Estamos en contra de las redes de corrupción, favoritismos y explotación que por años se crearon en el entorno del binomio poder económico-poder político".'
Recordó que en 1998, en materia de competitividad, México estaba en lugar 34 a escala mundial, pero en 2005 descendió hasta el lugar 56. Planteó, entre otras propuestas, promover la competencia económica y fortalecer las instituciones del Estado para abrir los sectores oligopólicos productores de insumos estratégicos, como transportes, telecomunicaciones, servicios financieros y energía.