"Contra inversión y creación de empleos"
Las reformas al Código Fiscal de la Federación promovidas por Felipe Calderón van en contra de todas las promesas de campaña del panista, porque inhiben la inversión y la generación de empleos, advirtió Hebert Bettinger Barrios, socio y director jurídico de la Consultoría Ernst & Young México, al participar en el seminario Actualización fiscal, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM).
El experto, con estudios de posgrado en UNAM, Harvard y la Universidad de California, además de ser catedrático de la Universidad Anáhuac, dijo desconocer las razones -"aparte del discurso"- para que se aprobaran cambios al Código Fiscal, que además irían en contra de los supuestos sostenidos a lo largo de toda la campaña por la Presidencia.
"La verdad es que no lo sé", dijo en breve entrevista posterior a su exposición. "Una cosa leímos, y lo dijo el Presidente, y la reforma fiscal en realidad se fue por otro lado. Lo que a mí se me comentó es que se trató de cambios preparados antes de la entrada de esta administración".
Ante ello, agregó que su contrapregunta es: "sí ya se sabía que esas reformas iban en contra de los supuestos (planteados en la campaña), entonces ¿para qué las aceptaron?". Y es que consideró que dichas reformas inhiben la inversión, no generan empleo y, en términos generales, son recesivas, al impedir un crecimiento real de la economía del país.
En su ponencia, Bettinger Barrios solicitó "sensatez" del Servicio de Administración Tributaria (SAT), y advirtió que, a dos meses de que las nuevas disposiciones fiscales entraron en vigor, se han interpuesto ya más de 15 mil amparos ante el Poder Judicial de la Federación. Por ejemplo -dijo-, en contra del impuesto al activo, al que calificó como "el campeón de la reforma fiscal". "No dudo que esos amparos se ganen", pronosticó.
"¿Funciona la nueva reforma del SAT?" -le preguntó alguien del público en el auditorio Héctor Fix-Zamudio durante la sesión de preguntas y respuestas. "Interpreta mi silencio" -respondió, para luego abundar: "veo difícil que vaya a funcionar a corto plazo, porque en el SAT se hablan más de ocho idiomas, cuando debía ser uno solo. Quizá funcione dentro de un año o año y medio".