La medida de clausurar el estadio es arbitraria, aseguró Aguilar
River, chivo expiatorio en el problema de la violencia, dijo el presidente del club
Buenos Aires, 19 de febrero. El presidente del club argentino River Plate, José María Aguilar, dijo que la clausura del estadio por hechos de violencia es arbitraria y aseguró que la institución es la más segura del país.
El torneo argentino caminó por la cornisa de la suspensión el año pasado por varios hechos de violencia que forzaron la interrupción de partidos, aunque la apasionante final entre Boca y Estudiantes diluyó los problemas.
Pero el torneo de 2007 comenzó con escándalos. El estadio Monumental de River, el de mayor capacidad del país, fue clausurado por cinco fechas del torneo local el viernes, luego de que la justicia investigara un enfrentamiento dentro del club entre aficionados con armas de fuego.
La situación que envuelve a River volvió a caldearse el sábado, cuando el partido que jugaba como visitante frente a Newell's debió ser suspendido pues hinchas de ambos equipos comenzaron a arrojarse proyectiles.
"Creo que es una medida arbitraria, propia de esta cultura de la cual todos somos parte, en la que hace falta encontrar un chivo expiatorio y se le encontró en River", dijo Aguilar.
"Es el club más seguro de Argentina", agregó el dirigente en las primeras declaraciones públicas tras los incidentes en su club y la respectiva suspensión del estadio.
El enfrentamiento
El domingo 11 de febrero dos bandas opuestas de barrabravas de River se enfrentaron en un área del club cerca de la piscina donde había familias.
La pelea se produjo horas antes del partido por la primera jornada del torneo Clausura, en el que River se impuso 1-0 a Lanús. Los involucrados son afiliados al club y muchos trabajan en la institución.
Aguilar negó las versiones de la prensa local que indican que dirigentes de River pagaron a los aficionados el viaje al Mundial, así como el porcentaje que estarían reclamando los líderes de la barra por el pase de Higuaín.
En el enfrentamiento, en el que según un abogado y socios de River se dio por un porcentaje del pase del delantero Gonzalo Higuaín al Real Madrid de España, el Gordo Neurona resultó herido.
"Nunca les pagué nada, ni para que fueran a Alemania y nunca cobrar nada por el pase de Higuaín (...) Jamás", dijo.
La defensa de Aguilar fue decir que si el enfrentamiento sucedió en los quinchos (sitio donde se prepara y consume el asado cerca de la piscina) del club "no hay motivo para la clausura (del estadio), si es un problema interno de River, lo solucionará River internamente".
Expusan a los barrabravas
Gregorio Badeni, un prestigioso constitucionalista que defiende a River en esta causa, también apuntó en esa dirección.
"El club tiene que garantizar la seguridad, pero acá hubo aparentemente un enfrentamiento entre barras, pero fuera del ámbito del estadio, por lo que no corresponde la clausura del mismo", aseguró en declaraciones a una radiodifusora.
Aguilar dijo más tarde que el club decidió expulsar a seis de los barrabravas implicados en los incidentes, por lo que no podrán ingresar al estadio los hermanos Alan y William Schlenker, Adrián Rosseau, Martín Gonzalo Acro, Cristian Ariel Ghisletti y Alexis Alan Decoste, alias el Gordo Neurona.
Alan Schlenker y Adrián Rosseau lideraban una barrabrava de River, de más de mil integrantes, pero después del Mundial de Alemania 2006 se produjo un quiebre que provocó una disputa entre los dos.