Se acaban los víveres, señala ministro de la Presidencia
Más de 300 mil damnificados por el mal clima en Bolivia
La Paz, 19 de febrero. Ante un panorama desolador, con más de 300 mil damnificados (60 mil familias) en ocho de los nueve departamentos del país, el presidente boliviano Evo Morales expresó su beneplácito por la ayuda internacional para hacer frente a la emergencia ocasionada por las continuas lluvias, inundaciones, granizadas, heladas y una sequía -en algunos puntos del país-, provocados por el fenómeno del Niño, que desde diciembre ha cobrado 35 vidas y la desaparición de seis personas.
Pese al apoyo externo, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, lamentó que "todavía no se cuenta con la suficiente solidaridad internacional.
"Los depósitos de víveres de Defensa Civil están casi vacíos; estamos al límite. Trabajamos con Argentina, Venezuela y Brasil para ver de qué forma podemos aliviar la falta alimento y medicinas", indicó.
Hasta ahora, también ha llegado ayuda procedente de Estados Unidos, España, Japón, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización de Naciones Unidas para la Infancia.
Además de las acciones de emergencia, el gobierno de Morales deberá enfrentar la pérdida de decenas de miles de hectáreas de cultivos de soya, arroz, y maíz, así como ganado, por las inundaciones, y de la cosecha de quinua y papa en el altiplano por la sequía y las heladas.
Morales y su gabinete han dedicado la última semana a realizar recorridos por las zonas afectadas para evaluar la situación. El mandatario emitió un decreto supremo mediante el cual se suscribirá un crédito de 15 millones de dólares con la Corporación Andina de Fomento para atender a las víctimas del temporal.