Denuncian abuso policiaco; sigue el juicio en Madrid
Niegan su participación en el 11-M tres presuntos autores materiales
Ampliar la imagen La madre de una de las víctimas del 11-M (a la derecha) llega a la corte en Madrid donde ayer se reinició el juicio contra tres presuntos autores materiales Foto: Ap
Madrid, 19 de febrero. Al reanudarse en Madrid el juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004, tres de los presuntos autores materiales, los marroquíes Abdelmajid Bouchar y Jamal Zougam, y el sirio Basel Ghalyoun, negaron su participación en los hechos y denunciaron irregularidades en sus interrogatorios y detenciones.
Los tres acusados siguieron la misma estrategia que sus predecesores en el banquillo de los acusados: condenaron la matanza, rechazaron tener vínculos con cualquier organización extremista y se negaron a responder parcialmente a las preguntas de la Fiscalía y de los abogados de la acusación particular.
De esta manera, Bouchar, Zougam y Ghalyoun se declararon inocentes de los cargos imputados, por los que podrían ser condenados a más de 38 mil años de cárcel cada uno.
Una de las mayores fuentes de información para la policía española de los atentados, en los que murieron 191 personas y mil 824 resultaron heridas, fue el conocido como el "piso de Leganés", el departamento en el que se inmolaron siete autores materiales de la matanza.
Los peritos recabaron de entre los escombros numerosas pruebas, como restos de explosivos y muestras de ADN, entre ellas las de Bouchar y Ghalyoun, lo que confirmaría la presunta relación entre los imputados y los "suicidas de Leganés".
Bouchar accedió a contestar algunas presuntas de la fiscal Olga Sánchez, pero cuando se le cuestionó sobre su presencia en el "piso de Leganés" y en la finca de Morata de Tajuña, donde se reunieron los presuntos autores materiales la víspera del atentado para preparar las bombas, el imputado se negó a responder.
En cuanto a su pasaporte y su abono de transporte localizados en Leganés, afirmó que le fueron robados y que no denunció el hecho porque aún los buscaba. "Yo no estuve en esa casa; no sé cómo llegaron todas esas cosas hasta ahí", sostuvo.
El acusado tampoco respondió al contenido de diversas llamadas telefónicas intervenidas por la policía, en las que habla reiteradamente con Abdenabi Kounjaa, uno de los siete suicidas de Leganés, incluso declaró que "no lo conocía".
Basel Ghalyoun, otro de los presuntos autores materiales, negó igualmente todas las imputaciones y dijo que la única prueba de cargo en su contra es el reconocimiento de un testigo que aseguró haberlo visto en el lugar de los hechos con base en una "fotografía vieja y que fue manipulada".
No obstante, Ghalyoun reconoció que tuvo una relación lejana en una mezquita madrileña con Sarhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, considerado uno de los autores intelectuales del atentado y quien también murió en el piso de Leganés.
A su vez, Zougam, finalizó su declaración iniciada el viernes, pero en esta ocasión acusó a los agentes españoles de haberlo golpeado y aseguró que las acusaciones en su contra son parte de una "venganza" por haberse negado a fungir como confidente, cuando la policía se lo propuso hace unos años.
Asimismo, negó cualquier tipo de vinculación con Al Qaeda, la organización armada vasca ETA, las Brigadas de la Muerte, Ansar el Islam, el GRAPO o el Grupo Islamita Combatiente Marroquí.
En tanto, el tribunal que juzga a los 29 coacusados por el 11-M solicitó al gobierno la desclasificación de un informe de inteligencia que supuestamente muestra una relación entre miembros de ETA y uno de los implicados en los ataques, Jamal Ahmidan, alias El Chino, quien se inmoló en Leganés.
El tribunal hizo la petición a instancias del abogado Antonio Alberca Pérez, defensor del marroquí Rafa Zouhier, ex confidente de la Guardia Civil.