Usted está aquí: martes 20 de febrero de 2007 Mundo Advierte la izquierda italiana que cerrará base militar de EU en Vicenza

Convertiría a la ciudad en blanco de ataques, temen organizaciones de residentes

Advierte la izquierda italiana que cerrará base militar de EU en Vicenza

Sentimientos antiestadunidenes dictan ahora las políticas de gobierno: Berlusconi

REUTERS, AFP

Ampliar la imagen La ciudad de Vicenza fue escenario el sábado pasado de una multitudinaria protesta contre los planes de Estados Unidos para ampliar su base en la zona aledaña al aeropuerto de Dal Molin Foto: Ap

Roma, 19 de febrero. Pacifistas y organizaciones de la izquierda italiana amenazaron hoy con cerrar la base militar estadunidense de la ciudad de Vicenza si continúan las obras de ampliación de las instalaciones, lo que además ha provocado una división de opiniones al interior del gobierno de Romano Prodi.

Al evaluar los resultados de la manifestación del sábado anterior en esa localidad, ubicada a 60 kilómetros al oeste de Venecia, los opositores a la expansión militar estadunidense en Italia dijeron que no dudarán en penetrar a la base para detener los trabajos.

Unos 100 mil habitantes de Vicenza -entre 60 mil y 70 mil, según la policía- marcharon por las calles de esta ciudad de unos 107 mil habitantes. Con pancartas, cantos y bailes, los manifestantes rechazaron la decisión del anterior gobierno italiano, encabezado por el derechista Silvio Berlusconi, de permitir a Estados Unidos ampliar el centro militar para que aloje a cuatro mil 500 soldados, en vez de los actuales dos mil 750.

El Pentágono quiere duplicar el tamaño de la base, que alberga a su Brigada Airborne 173, para trasladar allí unidades que actualmente están en Alemania.

La manifestación acabó con la intervención del premio Nobel de literatura italiano, Dario Fo, quien señaló que "alguien tendrá lágrimas en los ojos, sobre todo alguien del mundo político que pensaba que hoy en Vicenza esto habría sido un desastre".

Este lunes, el portavoz de la Asamblea permanente contra la expansión de la base, Cinzia Bottene, advirtió que "si nadie nos va a escuchar y llegan las máquinas excavadoras, nos pondremos frente a ellas para bloquearles el paso".

Luca Casarini, portavoz de la agrupación Dissobedienti (Desobedientes), dijo que su agrupación se unirá y apoyará cualquier decisión de los residentes locales para realizar "un plantón" en la base.

Crece la oposición

Los residentes de esta ciudad temen que la ampliación de los cuarteles tenga efectos negativos en los servicios públicos, reduzcan los espacios verdes y requieran nuevas vías para el tránsito militar. Sus oponentes también argumentan que puede convertir a la ciudad en un blanco de ataques contra Estados Unidos.

El debate sobre la base es la última tormenta que golpea al gobierno de izquierda del primer ministro, Romano Prodi, quien ratificó la decisión tomada por Berlusconi, a pesar de que algunos de los miembros de su gabinete rechazaron la medida.

Poco antes de la manifestación en Vicenza, Prodi dijo que "las protestas son el encanto de la democracia, pero deben ser pacíficas, serenas y sin violencia".

Contra la opinión del jefe de gobierno, el ministro de Asuntos Sociales, Paolo Ferrero, convocó hoy a un referendo sobre el tema, diciendo que la protesta del fin de semana muestra el fuerte y variado apoyo para abandonar los planes de expansión.

El ex primer ministro Silvio Berlusconi, que lidera la oposición de centroderecha, también apareció en el debate, al decir que la marcha del sábado fue una expresión del sentimiento antiestadunidense que hay en Italia.

"Los sentimientos antiestadunidenses dictan ahora las políticas del gobierno", dijo Berlusconi.

 
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