Ciudad Perdida
Azul, teñido de azul
René Arce y su tramposo doble discurso
El PRD sin antídoto contra blanda izquierda
No debe ser difícil, si la dosis de cinismo es bien suministrada, hacer uso del tramposo doble discurso, totalmente teñido de azul, para golpear el proyecto que los tiene cobrando muy altos salarios en las cámaras legislativas, y después asegurar que no se está en contra del autor.
Rene Arce, líder de la blanda izquierda en el DF, (tribu conocida como Nueva Izquierda), se descaró y levantó un discurso que bien podría haberse titulado: Los ricos también lloran, para descalificar el compromiso de López Obrador, primero con los pobres, que según Arce es parte de las razones por las que el PRD ¿perdió? la Presidencia de la República.
Sin mayores consideraciones, y seguramente con menos reflexión, Arce trató de explicar que por buscar el beneficio, primero de los más necesitados -causa siempre justa y atendible, dijo-, no se supo llegar a otros sectores de la población, y citó a jóvenes y pequeños empresarios, como si éstos, durante el periodo foxista, y ahora con Calderón, no se hubieran empobrecido aún más; como si a las filas de los más urgidos no se hubieran unido eso sectores, que según él y su tribu no fueron atendidos.
Los pobres, los muy pobres no son, de ninguna manera, nada más los campesinos, si es que a ellos se refería. Hay, Arce debería tenerlo en consideración, una muy amplia franja de profesionistas nuevos que se emplean, cuando pueden, en lo que sea, y ganan lo mismo. Se le olvidó, pues, la depauperización de muchos propietarios de pequeños negocios a quienes se tragaron las poderosas firmas extranjeras, se le olvidó, o no se atrevió por miedo a sus posibles nuevas alianzas, fincar responsabilidades a la banca ratera o los monopolios, al neoliberalismo en toda su magnitud.
Pero no, fue maña, una estrategia bien pensada para contentar los apetitos feroces de los que aúllan porque desde dentro se trate de menoscabar la fortaleza de López Obrador. No necesitaba mencionarlo por su nombre, hasta allí no llegó su valor, pero todo el mundo entendió su media lengua.
Como mucha gente lo esperaba, dentro y fuera del PRD, Rene Arce, líder de blanda (Nueva) Izquierda en el DF, tribu con muchas curules y mediana base, puso la trampa para que los que dudan de que razón fundamental esté en la opción, primero, por los más pobres, se identificaran con su discurso.
Entonces nadie, cuando menos en el PRD, podría llamarse a sorpresa, pero lo grave es que allí mismo, en ese partido, al que está tribu le pide, más que un cambio real adecuarse con sumisión al capitalismo feroz, no exista el antídoto a la engañosa socialdemocracia que nunca se ha propuesto cosa distinta a la expansión de los beneficios del capitalismo, aunque busque, eso sí, aumentar el número de beneficiarios, pero poquito.
Decía el sociólogo inglés Anthony Giddens que "la derecha se acomoda mejor que la izquierda a las desigualdades, y se inclina preferentemente a apoyar a los que detentan el poder, en lugar de apoyar a los que están privados de él", y esto parece cuadrar perfectamente en el discurso de Arce, que antes de buscar las alianzas en el seno del PRD, sin aplastar a las otras corrientes, urge de acuerdos con la derecha para ser moderno.
Nadie se engaña, blanda izquierda invitó a José Woldemberg, el arquitecto que puso el techo al gran centro de prostitución política en que se ha convertido el IFE, para decir dos cosas: una, que acepta los resultados (fraudulentos) de la elección pasada, y dos, que quiere estar muy junto del poder.
En fin, la pregunta que no se quiere hacer en el PRD, porque hay cierto miedo al escándalo, es: ¿por qué si hay tanta claridad y diferencia entre la blanda izquierda y el resto de quienes componen el partido, no se deciden (los chuchos) a formar el suyo?
Es verdad, a nadie le queda duda, el PRD tiene que reformularse, pero la mayor cantidad de votos que logró en su historia, y que le fueron robados, se consiguieron bajo el liderazgo de López Obrador y bajo la idea central, primera, de que el beneficiar a los pobres es beneficiarnos todos, también los pequeños propietarios, también los jóvenes, y también, como se puede demostrar, en las diferentes cámaras legislativas, a la Nueva (blanda) Izquierda. Así es.