México SA
Un año de Pasta de Conchos y de la fiesta de complicidades
Funcionarios protegidos por el Yunque bailan con empresarios que ocultan información
Ampliar la imagen Familiares de los mineros que fallecieron en Pasta de Conchos rezan en el altar que hicieron en la entrada de la mina, en el municipio de San Juan de Sabinas Foto: Víctor Camacho
A un año de la tragedia en Pasta de Conchos, la impunidad campea. Mientras los desesperados deudos de los 65 mineros muertos el 19 de febrero de 2006 esperan que "la justicia haga algo", los responsables siguen tan campantes: unos con sus "conferencias internacionales", otros protegidos por las mafias partidistas, algunos más incrementando sus caudales, y todos amparados en una red de complicidades.
Vicente Fox reparte premios Nobel y se "desquita" a discreción; los ex secretarios del Trabajo y Gobernación, Francisco Xavier Salazar Sáenz y monseñor Carlos Abascal, respectivamente, gozan del manto protector del Yunque blanquiazul; Germán Larrea, la cabeza mayor del Grupo México, incrementa sus utilidades en proporciones bancarias, mientras acaricia a sus pura sangre y oculta información, y el gobierno de la "continuidad" hace como que investiga el "accidente" en Pasta de Conchos para clavarle la responsabilidad a una decena de funcionarios menores de la Secretaría del Trabajo, y uno que otro chalán del propio grupo empresarial, en tanto el secretario de Economía (Eduardo Sojo, el fiel escudero de Fox, como antes lo hizo Sergio García de Alba) sigue sin dar la cara, con todo y que esa dependencia es la encargada del legal funcionamiento del sector minero (también de las concesiones para la explotación de minas, 500 de ellas al Grupo México, en sólo un sexenio).
Un año después, todo sigue igual, y ante la posibilidad de manifestaciones de "tono subido" por el primer aniversario de Pasta de Conchos, las "autoridades" -federales, estatales y municipales- han hecho lo único que saben hacer: sacar la tropa a la calle en San Juan de Sabinas "para garantizar la paz social", en el entendido que si los deudos pueden esperar, la justicia aún más.
En este contexto, días atrás Javier Lozano Alarcón, el relevo de Francisco Xavier Salazar Sáenz en la Secretaría del Trabajo, reconoció "una actitud negligente" de la propia dependencia (en tiempos de Fox) en el "accidente" en Pasta de Conchos ("no realizó la inspección a las medidas de seguridad en la mina"), de tal suerte que "no se protegerá a nadie involucrado en este caso, y se procederá a realizar la denuncia correspondiente ante la PGR, por tratarse de servidores públicos federales". Pero, y siempre hay uno, "corresponde a la Secretaría de la Función Pública determinar las responsabilidades a los servidores públicos involucrados y aplicar las sanciones correspondientes..." (dependencia pública que, como en tiempos de Francisco Barrios y sus "peces gordos", ni siquiera sabe cómo armar el expediente de Francisco Gil Díaz por el asunto HSBC).
De igual manera, Eduardo Sojo, relevo de Sergio García de Alba en la Secretaría de Economía, en tres ocasiones consecutivas ha dejado plantada a la comisión legislativa que "da seguimiento a las investigaciones" por la explosión en Pasta de Conchos. "Problemas de agenda", aduce el ex titular de políticas públicas con Fox, pero ni una sola palabra sobre la responsabilidad del Grupo México y Germán Larrea.
Ya encarrerados, el flamante director general del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, reconoce que el Grupo México registra a sus trabajadores con salarios menores a los realmente cubiertos, para pagar menos cuotas a la institución, lo que a todas luces es un fraude. Pero nada más, porque de demandas penales en contra de Germán Larrea y su ejército de ex funcionarios públicos ni una sola palabra. Y esta práctica la conocían Santiago Levy y Fernando Flores Pérez, y nada hicieron por erradicarla.
A partir del 19 de febrero 2006, el Grupo México ha reiterado que su "prioridad es el rescate de los trabajadores y la atención a sus familias. Además, no escatimará recursos o esfuerzos en esta tarea primordial". Un año después, los restos de 63 mineros siguen bajo los escombros, al tiempo que el corporativo mantiene su negativa a entregar documentación que redondearía la investigación sobre el "accidente".
La propia Secretaría del Trabajo, cuyo portal electrónico aparece con un crespón negro (se supone que por el primer aniversario de Pasta de Conchos), ha divulgado que contrató al Servicio Geológico Mexicano para "estudiar las posibles causas del accidente" en la citada mina, y el pasado 2 de febrero el informe respectivo destacó: "Industrial Minera México (subsidiaria del Grupo México) aún no entrega documentos fundamentales para la investigación, como son las bitácoras por turno y día de gaseros, mayordomos, jefes de electricistas y encargados de verificación de cada turno, por los tres meses anteriores al accidente.... información sin la cual la determinación de las causas del accidente no sería completa. Se solicitó a IMMSA la entrega de los documentos mencionados en el primer reporte de avance de los trabajos, fechado el 13 de enero pasado. La empresa entregó 118 documentos y planos al 30 de noviembre de 2006 y 26 de enero de 2007, pero aún no entrega documentos fundamentales para la investigación..."
Mientras mantiene su negativa y las "autoridades" se la toleran, al Grupo México y su cabeza visible, Germán Larrea, nada mal les fue en el año transcurrido desde el "accidente" en Pasta de Conchos: en 2006, sus ventas consolidadas sumaron 6 mil 374.1 millones de dólares, 23.4 por ciento mayores a las de 2005; las utilidades netas se incrementaron 43.3 por ciento en comparación con el año anterior y sumaron mil 524.1 millones de dólares; el precio promedio del cobre se incrementó 57.3 por ciento, y así por el estilo.
Y en la fiesta de complicidades, lo único que no ha sido posible atender es la solicitud de los deudos: justicia.
Las rebanadas del pastel
Dicen que de los males, el menos peor. Y la Paredes se quedó con la presidencia del tricolor. Habrá que ver cómo revive al muerto.