Serán sometidas a referendo en Bolivia las disposiciones en que no haya consenso
Acuerdan oficialismo y oposición aprobar la nueva Constitución con el voto de dos tercios
La Paz, 15 de febrero. Oficialismo y oposición alcanzaron hoy un acuerdo para aprobar la nueva Constitución boliviana con el voto de dos tercios del plenario de la Asamblea Constituyente, luego de casi siete meses de estancamiento y de marchas y contramarchas de ambos bandos y sus partidarios, se confirmó oficialmente hoy.
La prensa local señaló que el oficial Movimiento al Socialismo (MAS) aceptó que el nuevo texto constitucional sea aprobado por los dos tercios, como pedía la oposición, pero al mismo tiempo logró que las disposiciones sobre las que no haya consenso sean sometidas a referendo popular.
El acuerdo sobre el sistema de votación de la nueva Carta Magna, que paralizó el órgano desde el 6 de agosto de 2006, cuando fue instalada, se logró durante una reunión de representantes de ambos bloques en la madrugada del miércoles al jueves en el cónclave constituyente que sesiona en Sucre, al sureste del país.
"Esta señal que ha dado hoy la Asamblea Constituyente es lo que el país esperaba, es una señal de esperanza, de renacimiento", dijo el vicepresidente Alvaro García Linera, al tiempo de confirmar que el acuerdo establece que la nueva Carta Magna deberá estar concertada, artículo por artículo, hasta el próximo 2 de julio.
El MAS y los opositores de derecha Poder Democrático Social y Unidad Nacional, más fuerzas regionales pequeñas, votaron en la víspera a mano alzada aprobar la nueva Carta Magna por dos tercios (170 de los 255 constituyentes).
"Nos vamos a esforzar para que todos los artículos consigan los dos tercios (170 votos) hasta el 2 de julio", indicó García Linera, al destacar que los artículos que no consigan consenso serán aprobados en última instancia en un referendo popular previsto para después del 6 de agosto, cuando fenece el tiempo legal de convocatoria de la Constituyente boliviana.
La Asamblea Constituyente fue convocada en agosto de 2005 por el presidente Evo Morales con el criterio de refundar Bolivia, pues mediante la nueva Carta Magna busca consolidar las reformas antineoliberales que se propuso desde su llegada a la presidencia, en enero de 2006.
Las reformas incluyen nacionalizaciones de recursos naturales, empezando por los hidrocarburos, así como una reforma agraria que reparta más equilibradamente la tierra, aunado a mecanismos de inclusión de la mayoría indígena en la vida nacional.
Jefes de bancada y representantes de agrupaciones minoritarias de la oposición en la Constituyente se reunieron después con el embajador estadunidense Philip Goldberg, por lo que el MAS estimó que esto refleja las "tendencias" de tales grupos.