Millones de dólares en sobornos salen a la luz tras 20 meses de investigación
Cargos de corrupción a personajes que sirvieron al gobierno de Estados Unidos
Ampliar la imagen Kyle Dusty Foggo, ex director ejecutivo de la CIA, enfrenta juicios por corrupción en cortes de Estados Unidos Foto: Ap
Ampliar la imagen Brent Wilkes, contratista militar, enfrenta juicios por corrupción en cortes de Estados Unidos Foto: Ap
Ampliar la imagen Sue Ellen Woldridge, ex procuradora general encargada de medio ambiente y recursos naturales en el Departamento de Justicia, enfrenta juicios por corrupción en cortes de Estados Unidos Foto: Ap
Ampliar la imagen J. Steven Griles, ex subsecretario del Departamento del Interior, enfrenta juicios por corrupción en cortes de Estados Unidos Foto: Ap
Ampliar la imagen Jim Gibbons, ex legislador federal, enfrenta juicios por corrupción en cortes de Estados Unidos Foto: Ap
Nueva York, 15 de febrero. El ex director ejecutivo de la CIA -el tercer puesto más alto en la agencia- se presentó ayer ante un juez en San Diego para ser acusado formalmente de fraude, conspiración y lavado de dinero, como parte de una investigación sobre corrupción que ya ha colocado a un legislador federal en la cárcel.
Kyle Dusty Foggo -quien entre otras cosas participó en los esfuerzos clandestinos de apoyo a la contra nicaragüense en los ochenta-, fue acusado de aprovechar su acceso a información clasificada para canalizar contratos federales a su mejor amigo (se afirma que éstos tenían un valor de más de 1.7 millones de dólares en total), el contratista militar Brent Wilkes, quien hoy también acudió al tribunal para escuchar los cargos en su contra. Ambos se declararon no culpables. Foggo es el funcionario de mayor rango acusado de delitos mientras estaba en funciones.
Las acusaciones anunciadas el martes por un gran jurado obligaron a ambos hombres a rendirse en las oficinas de la FBI ayer en San Diego, al concluir una investigación de 20 meses que ya llevó a la cárcel a otro conspirador en el mismo complot. El representante federal republicano Randy Duke Cunningham aceptó su culpabilidad por haber aceptado más de 2.4 millones de dólares en sobornos de contratistas militares, incluidos regalos y dinero de Wilkes, y cumple una condena de 8 años de prisión.
La generosidad de Wilkes fue a cambio de recibir contratos federales -en su mayoría militares- para su empresa, Wilkes Corporation.
Entre los regalos que Wilkes otorgó a su amigo Foggo, según detalles en las acusaciones formales, estuvieron el ofrecimiento de un trabajo de alto nivel en la empresa de Wilkes, vacaciones familiares en Escocia volando en jet privado, un viaje de 4 mil dólares por helicóptero a un partido de golf y más de 44 mil dólares en gastos de hospedaje en una hacienda; otras vacaciones en Hawai con un costo de 32 mil dólares, un humidificador para puros y comidas en restaurantes de Washington como el Capital Grille, Ruth's Chris Steakhouse y algo llamado Serbian Crown.
El legislador Cunningham gozó, por parte de Wilkes, de miles de dólares en comidas en el Capital Grille, Palm, Ozio's entre otros, dos lanchas, una computadora, una visita al hotel Four Seasons en Las Vegas y ahí una comida de más de 4 mil dólares, boletos al Súper Tazón en 2003 y un concierto, varios vuelos en jet privado, dos vacaciones a Idaho incluida "una sesión de tiro con una ametralladora automática", pagos de enganche para un yate, una estancia en el Hapuna Beach Prince hotel en una suite de 6 mil 660 dólares la noche, donde se dedicaron al buceo, golf y los servicios de dos prostitutas, entre otras cosas.
Wilkes intentaba cortejar a otros influyentes en Washington, y tenía fotos en su oficina saludando al vicepresidente Dick Cheney; al asesor presidencial Karl Rove; al gobernador de California, Arnold Schwarzennegger, y al ex líder republicano de la Cámara Tom DeLay (quien debió renunciar al enfrentar cargos de uso ilegal de fondos de campaña).
Foggo tenía una larga carrera en la CIA antes de renunciar en mayo de 2006. En los ochenta fue enviado por la agencia a Honduras para apoyar a la contra nicaragüense, más que nada en la procuración de material. Su amigo Wilkes, en esos tiempos, se dedicaba a llevar a legisladores estadunidenses a Centroamérica, donde se los presentaba a Foggo y a la contra, según informó el año pasado el San Diego Union-Tribune.
Más recientemente, Foggo operó como un "oficial de logística" que manejaba una red clandestina de materiales en Afganistán e Irak. Fue elevado al tercer puesto más alto de la CIA, director ejecutivo, en octubre de 2004 por el entonces director de la agencia, Porter Goss.
Goss renunció repentinamente en mayo de 2006 cuando empezó a estallar el escándalo en torno a Wilkes y su amigo Foggo. En el inicio circularon versiones de que Goss y/o uno de sus subordinados principales asistieron a fiestas de pókar en el Watergate patrocinadas por contratistas militares que ofrecieron sobornos y prostitutas a representantes federales republicanos.
Aunque Goss no ha sido directamente implicado en la investigación sobre corrupción de los legisladores , y no hay pruebas de haya participado en estas fiestas, Foggo sí admitió que jugó pókar en estas fiestas semanales.
Las acusaciones formales esta semana contra Wilkes y Foggo se presentaron dos días antes de que Carol Lam, la fiscal federal en San Diego, anunciara su renuncia bajo presión del Departamento de Justicia, lo cual ha motivado a varios demócratas a sugerir que el gobierno de George W. Bush está expulsando a Lam por su investigación del ex representante Cunningham y otros funcionarios. El Departamento de Justicia niega esto, y explica que la causa son las quejas contra Lam porque no ha hecho lo suficiente para investigar delitos fronterizos (o sea, otra vez la culpa la tienen los inmigrantes).
Otros delitos
En tanto, el Washington Post reportó hoy que Sue Ellen Wooldridge, la ex procuradora general asistente encargada de medio ambiente y recursos naturales en el Departamento de Justicia, compró una casa de vacaciones de casi un millón de dólares junto con Donald R. Duncan, cabildero principal de ConocoPhillips, pocos meses antes de aprobar un acuerdo cediendo a la petrolera un plazo más largo para el pago de multas por violación de normas ambientales y para modificar sus emisiones contaminantes en varias refinerías.
Pero las cosas se complican: el otro dueño de la casa es su pareja J. Steven Griles, ex subsecretario del Departamento del Interior, quien ha recibido notificación formal de que está bajo investigación del Departamento de Justicia en el espectacular escándalo de corrupción política en torno al ex influyente cabildero republicano Jack Abramoff, actualmente en la cárcel.
Griles, quien renunció en 2005 y ahora es cabildero de intereses mineros y energéticos, fue severamente criticado durante sus cuatro años en el Departamento del Interior por sus vínculos con cabilderos, incluso recibía pagos de su ex empresa, reportó el Post. Ahora está bajo investigación por posibles declaraciones falsas en la larga investigación de corrupción en torno a Abramoff, la cual ya ha colocado a un ex representante y un alto funcionario de la Casa Blanca en la cárcel y donde se espera que habrá más políticos implicados.
Griles, el funcionario de mayor rango del gobierno de Bush bajo investigación en el escándalo Abramoff, era el jefe de Wooldridge en el Departamento de Interior cuando empezaron su relación romántica, y ella fue la abogada de esa secretaría, aconsejando a la titular de la dependencia, Gale Norton, sobre cómo responder a las quejas oficiales contra Griles, el número dos del Departamento de Interior.
Griles y Duncan, además, fueron integrantes del equipo de transición presidencial de Bush. Hoy la agencia Ap, que reveló esta noticia, informó que un comité de la cámara anunció que investigará este caso. "Parece que hay una descomposición de la ética en el Departamento de Justicia. Altos funcionarios del Departamento de Justicia no deberían estar manejando casos que afectan a sus amigos cercanos y socios de inversión", comentó a la agencia el presidente del comité, el representante Henry Waxman.
Por otro lado, el Wall Street Journal reveló este jueves que el gobernador de Nevada, el ex legislador federal Jim Gibbons, está bajo investigación de la FBI sobre si recibió regalos o pagos por una empresa de software con millones de dólares en contratos clasificados con la Fuerza Aérea, el Comando de Operaciones Especiales y la CIA.
La nueva evidencia muestra aparentemente que Gibbons, cuando era representante, usó su oficina para promover contratos federales para la empresa de su amigo Warren Trepp. Gibbons, que el mes pasado ocupó la gubernatura de Nevada después de 10 años como legislador federal, aceptó viajes en jet privado y un viaje por el Caribe de su amigo.