Edil de Alvarado se dice víctima de un complot priísta
El alcalde panista de Alvarado, Veracruz, Pedro Delfín Almeida, pidió al gobernador Fidel Herrera Beltrán y al Congreso local intervenir en el conflicto que estalló en ese municipio luego del hallazgo de despensas enterradas y acopiadas irregularmente, pese a que debieron haberse entregado a damnificados por las lluvias de 2005.
El edil reconoció que prácticamente anda a salto de mata con los integrantes del cabildo porque los lugareños pretenden aplicarle un escarmiento público.
En la ciudad de México, la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) salió en defensa del presidente municipal. Sostuvo que quienes ocuparon la alcaldía de Alvarado el martes fueron líderes del PRI y funcionarios del gobierno de Veracruz; además, aseguró que Fidel Herrera se ha negado a tomar llamadas de Pedro Delfín.
El escándalo de las despensas generó una discusión en el Congreso de Veracruz. El PRI exigió agilizar las investigaciones para fincar responsabilidades y el PAN pidió al tricolor condenar de la misma forma la corrupción de sus militantes.
El edil exigió al gobierno de Veracruz que se envíe la fuerza pública a Alvarado para recuperar la alcaldía, que seguía en poder de cientos de inconformes.
''Todo esto es político. Los que azuzan a la gente para protestar son líderes del PRI que quieren ser regidores o candidatos a la alcaldía. El tricolor está detrás de todo esto'', afirmó en conferencia de prensa que ofreció este miércoles en el puerto de Veracruz.
Destacó que interpuso dos denuncias penales, una por la ocupación de la alcaldía y otra por el bloqueo realizado el martes en el rastro municipal, donde se localizaron cajas con despensas enviadas por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal.
Añadió que los víveres hallados en el rastro municipal ''no estaban escondidos ni retenidos'', sino que eran parte del inventario de apoyos que se distribuirían entre febrero y marzo. ''Trescientas despensas se entregarían el 22 de febrero, y 463 en marzo; en ningún momento se les ocultó'', sostuvo.
Delfín Almeida trató de justificar la decisión de sepultar despensas en un predio de la comunidad Buena Vista, propiedad de uno de sus familiares. ''El 9 de noviembre de 2005 se detectó que las despensas estaban en proceso de descomposición y roídas por las ratas; entonces se decidió sepultarlas para no repartirlas o tirarlas a cielo abierto. Hay un acta del ayuntamiento que se levantó por el caso'', aseguró.
El munícipe alvaradeño se negó a ofrecer disculpas a los ciudadanos. ''No tengo por qué pedir perdón, si no hice nada malo; hice lo correcto'', dijo.
A pregunta expresa, el edil admitió que no ha vuelto a Alvarado desde el mediodía del martes, cuando huyó ante el riesgo de que la muchedumbre lo atrapara y lo subiera a un burro para exhibirlo por las calles del pueblo.
''Me fui a mi domicilio, luego a la casa de mi mamá y después a la de unos familiares; finalmente, debido a que la turba de 400 personas me buscaba, tuve que salir de Alvarado'', explicó.
Advirtió que sólo volverá con policías y que no hablará con los manifestantes.