El grano fue rechazado por Japón y la Unión Europea
Importa México arroz transgénico: Greenpeace
Laboratorios de EU, responsables de la contaminación
En las importaciones de arroz desde Estados Unidos ingresa cereal transgénico que no ha sido autorizado para consumo humano, producto de una fuga de laboratorios biotecnológicos de ese país, advirtió Greenpeace y la Federación Nacional de Productores de Arroz.
En la presentación del informe Industria del arroz en crisis, Alejandro Ríos, líder de los productores, dijo que 80 por ciento del consumo nacional se abastece con grano de importación, por lo que cada año se adquieren en el exterior al menos 800 mil toneladas.
El documento contiene el compromiso público de 41 exportadores, procesadores y comercializadores de arroz para garantizar que el producto permanezca libre de transgénicos. Sin embargo, los mexicanos podrían estar consumiendo arroz transgénico que ha sido rechazado en todo el mundo, ya que aquí no existe ningún control ni se realizan evaluaciones sanitarias.
Según documentos que la organización ambientalista obtuvo mediante el Instituto Federal de Acceso a la Información, es evidente la falta de coordinación entre las secretarías de Salud, Agricultura y Hacienda para frenar esa anomalía, además de que no existe una dependencia que verifique el ingreso de granos y alimentos transgénicos no autorizados.
En agosto de 2006, el gobierno de Estados Unidos reconoció que el arroz comercial de ese país estaba contaminado con el transgénico experimental LL601, de la compañía Bayer (no aprobado para consumo humano).
Eso generó la cancelación de importaciones en Japón, el rechazo de la Unión Europea y una caída del precio que propició pérdidas por más de 100 millones de dólares. El arroz transgénico de Bayer nunca se cultivó a escala comercial, sólo se permitió su siembra experimental entre 1998 y 2001, y se desconocen las causas por las cuales el experimento se "escapó" del control de sus investigadores.
Falta de control en aduanas
Areli Carreón, coordinadora de la campaña de consumidores de Greenpeace, pidió a las dependencias federales que den a conocer las pruebas de transgénicos de arroz que se vende en el país. Por su parte, Alejandro Ríos pidió a las autoridades evitar que el transgénico ilegal llegue a la mesa de los consumidores.
La experiencia de la contaminación del arroz en Estados Unidos pone en evidencia la falta de control de la industria biotecnológica sobre los cultivos transgénicos sembrados al aire libre y debe ser una alerta sobre los riesgos reales y peligros potenciales que hay si se otorgan permisos para la siembra experimental de maíz en México, señaló Gustavo Ampugnani, coordinador de transgénicos de Greenpeace México.