Usted está aquí: domingo 11 de febrero de 2007 Cultura "Es un elogio que me llamen diva del ballet, pero soy Alicia Alonso"

La bailarina y coreógrafa presentará en el Auditorio el espectáculo La magia de la danza

"Es un elogio que me llamen diva del ballet, pero soy Alicia Alonso"

Mi legado es preservar el estilo de los clásicos, dice la directora del Ballet Nacional de Cuba

Reitera que la Revolución ha sido fundamental en el desarrollo del arte y la ciencia en la isla

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen El espectáculo que presentará la coreógrafa cubana contiene fragmentos de obras clásicas como Coppelia, Gisselle, Don Quijote, El Cascanueces, La bella durmiente, El lago de los cisnes y Sinfonía de Gottschalk, e incluye la participación de 60 bailarines en escena Foto: José Carlo González

La señora Alicia Alonso en entrevista con La Jornada:

"En Cuba seguimos funcionando tanto el Ballet Nacional como todo lo demás. Todo va hacia delante y correctamente, porque la Revolución es de todos, del pueblo, de todos los cubanos y no es cosa de juego, de un momento. La Revolución es una cosa estable, es un hecho, es sólida porque pertenece a la vida de todos nosotros."

Alicia Alonso, cuyo arte como bailarina y coreógrafa ha sido reconocido en todo el mundo, habla del futuro de su país, de su carrera y del legado al ballet cubano e internacional que ha construido a lo largo de años de dedicación absoluta a la danza. Todo aquello le ha merecido ser considerada un mito.

A través del hilo telefónico se escucha su risa desde Cuba: "Es un elogio que me llamen mito de la danza o diva del ballet. Es algo muy bonito, pero me llamo Alicia Alonso".

Ese es el nombre que se ha convertido en institución luego de una trayectoria que comenzó a los nueve años, cuando calzó sus primeras zapatillas de ballet. "Desde entonces ya no las abandoné. Es más, siempre las llevo físicamente conmigo, llevo mi último par de zapatillas siempre conmigo. Es un recuerdo lindo, algo íntimo", dice unos días antes de que el Ballet Nacional de Cuba, que dirige, inicie una gira por ocho ciudades de México con el espectáculo La magia de la danza.

Alicia Alonso comenzó sus estudios en 1931, en La Habana, y los continuó en Estados Unidos; siete años después debutó en comedias musicales, en Broadway, y se unió al Ballet Theatre de Nueva York en 1940, en el que bailó las grandes obras del repertorio clásico. En 1949, mientras continuaba su carrera internacional, fundó el Ballet Alicia Alonso, hoy Ballet Nacional de Cuba, pero fue hasta 1959, con el triunfo de la Revolución Cubana, cuando recibió el apoyo total del gobierno.

En ese momento se inicia una relación de amistad con el presidente cubano, Fidel Castro, cuyo estado de salud actual es motivo de numerosos debates.

Apoyo de la Revolución

Gracias al gobierno revolucionario las artes en la isla han tenido un desarrollo sostenido, subraya la bailarina y coreógrafa, quien en 1982 recibió la orden El águila azteca del gobierno mexicano. "Sólo con el apoyo del Estado, del gobierno, de la Revolución, el arte ha podido desarrollarse al máximo. La pintura en Cuba es algo tremendo, el teatro, la literatura; todo lo que sea cultura. Todo avanza, pero no sólo el arte y la cultura, también la ciencia y la educación. Todo lo que se pueda pensar del desarrollo de una nación. Es como un despertar a la vida".

En el caso del ballet, continúa, el apoyo ha permitido tener una de las mejores escuelas del mundo, con varias sucursales en toda la isla y un alto porcentaje de graduación. De ahí salen los mejores bailarines con una huella bien definida.

La escuela de ballet cubano se distingue "por su influencia inconscientemente latina, porque la llevamos dentro, en su expresividad, en su estilo de movimiento y, de manera consciente, por la forma en que interpretamos la música, su ritmo, la melodía: en el baile del hombre y la mujer. Es como la pintura en la que se distingue un Velázquez o un Rivera por su trazo o por los colores que empleaban (esos artistas). Así es el arte del ballet.

"Dentro de este arte, mi mayor legado es el amor por la carrera, que no se pierdan los estilos de los grandes clásicos. Es muy importante que cuando se abre la cortina se presente un gran bailarín en el escenario y, sobre todo, un artista con respeto al público."

En 2005 Alicia Alonso recibió un homenaje por sus 85 años, y hoy, con problemas de visión, continúa creando coreografías, enseñando y dirigiendo el Ballet Nacional de Cuba, además de viajar para mostrar este trabajo.

"Todavía tengo una poquita de visión, pero puedo hacer todo eso perfectamente bien, porque lo veo todo en mi cerebro, veo los ballets que he bailado en toda mi vida. Cuando tuve problemas de la vista y estaba en cama sin poder moverme, hace unos cuantos años, repasaba todos los ballets en mi cerebro y me acostumbré a verlos tan claro como cuando se abre la cortina del escenario, viéndome bailar, viendo el ballet y todo completo. Eso fue una enseñanza.

"Para mí hacer una coreografía es verla toda, y cuando siento a mis ayudantes alrededor les explico cómo debe ser el escenario, qué quiero que hagan, cómo son los gestos: me toman película para que vean los gestos y las monto perfectamente bien. Así he montado muchísimos ballets y sigo haciéndolo, por ejemplo Shakespeare y sus máscaras, Don Quijote, En las sombras de un vals, La bella durmiente, El lago de los cisnes y La magia de la danza, espectáculo que llegará a México en unos días.

Detalles de la visita a México

La magia del danza "es una compilación de grandes clásicos, de los momentos más brillantes de la danza clásica, y ofrece al pú-blico una riqueza de movimiento, coreografía, arte, color y vida en escena".

Son fragmentos de Coppelia, Gisselle, Don Quijote, El Cascanueces, La bella durmiente, El lago de los cisnes y Sinfonía de Gottschalk. En el espectáculo participan 60 bailarines.

La primera función será el día 21 de febrero, a las 20:30 horas, en el Auditorio Nacional. El precio de los boletos es de 800, 650, 500 y 350 pesos.

Luego de la ciudad de México. la gira continuará el 23 en San Luis Potosí, el 24 en Aguascalientes, el 26 en Monterrey, el 27 en Torreón, el 28 en Saltillo, el 2 de marzo en Chihuahua y el 3 de ese mes en Ciudad Juárez.

 
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