Alerta sobre el crecimiento de los fondos de riesgo
Impulsa G-7 plan para crear mercados emergentes de bonos
Ampliar la imagen Foto oficial de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo de los Siete en Essen, Alemania Foto: Ap
Essen, Alemania, 10 de febrero. Los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G7) países más industrializados (G7) revelaron planes este sábado para ayudar a que las economías emergentes desarrollen mercados domésticos, profundos y líquidos de bonos.
En un comunicado el G7 mencionó que "El desarrollo de los mercados de bonos en monedas locales merece una prioridad mayor para reducir la vulnerabilidad de los países emergentes a las sacudidas externas y las crisis financieras y para promover el crecimiento".
El comunicado dijo que una conferencia de alto nivel, destinada a producir recomendaciones concretas para el desarrollo del mercado de bonos, está programada para el 9 y el 10 de mayo en Francfort.
En la declaración final del encuentro, los ministros y los titulares de los bancos centrales de los países reunidos advirtieron por primera vez sobre la creciente complejidad y los potenciales peligros en el mercado de los fondos de riesgo y manifestaron su intención de hacer más transparente la gestión de los llamados hedge funds (fondos de cobertura), altamente especulativos y potencialmente desestabilizadores para los mercados vulnerables.
"Es el comienzo auspicioso del debate sobre el tema", comentó el anfitrión de las deliberaciones, el ministro de Finanzas alemán Per Steinbruck, destacando que se haya pedido integrar en la postura de vigilancia a Estados Unidos y a Gran Bretaña, países desde donde operan la gran mayoría de los 9 mil fondos de riesgo, que mueven a nivel mundial un capital global calculado en un billón 400 mil millones de dólares.
Con vista al futuro se acordó hacer un seguimiento más cercano de dichos fondos y un intercambio de opiniones más profundo con expertos en la materia, señala el acuerdo. En el documento final no se menciona expresamente la preocupación que genera sobre todo en los exportadores europeos y de Estados Unidos la debilidad del yen en los mercados de divisas, pero sí apelaron a China a que ceda en su posición monetaria y permita una revaluación de su moneda, el yuan.
Se decidió un total apoyo a la reanudación de la ronda de Doha al tiempo que se alertó sobre el peligro del proteccionismo, y advertir de los peligros que subyacen en los fuertes altibajos en los mercados de divisas. Los ministros aceptaron un plan presentado por Canadá para elaborar un paquete de medidas para resolver las estancadas reformas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En éste se ofrecería tanto una propuesta para modificar las cuotas con derecho a voto en el FMI, como también un cambio en la instrumentación del financiamiento del organismo monetario.
El G-7, que agrupa a Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá, ha promovido la iniciativa como una forma para incrementar la estabilidad de los países de mercados emergentes, aislándolos de los rápidos movimientos de sus tipos de cambio.
El desarrollo de mercados de bonos profundos en monedas locales en Asia después de la crisis financiera de la región de 1997-1998, por ejemplo, es una medida que se ha impulsado para reducir el riesgo de futuros estallidos.
Los mercados emergentes de Asia han crecido desde la crisis, pero principalmente gracias a las emisiones de los gobiernos. Las emisiones de bonos corporativos en la región, en cambio, siguen siendo poco líquidos y relativamente pequeñas en escala.
El G-7, presionado para referirse a la baja del yen, advirtió a los inversionistas que podrían verse afectados si apuestan en una sola dirección en momentos en que la economía de Japón continúa fortaleciéndose y reiteró también sus llamados a China para que relaje el control del estado sobre el tipo de cambio yuan, al pedir una mayor flexibilidad cambiaria y refirirse a la cuarta mayor economía del mundo por su nombre. Además, el grupo pidió la elaboración de un informe sobre los fondos de cobertura.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, agregó otra advertencia en contra de la práctica de tomar deudas de grandes sumas en monedas de bajo rendimiento, como el yen, para reinvertir el dinero en otras divisas.
"Deseamos que los mercados sean conscientes de los riesgos de las apuestas en un sentido, en particular con el mercado de cambio", dijo Trichet en una conferencia de prensa.
Al mismo tiempo se reportó que un millar de personas marchó en protesta contra la reunión del G-7. La policía no reportó incidentes. En la concentración, a la que habían convocado numerosas agrupaciones de diversa tendencia política, se mostraron pancartas contrarias a la existencia de los llamados paraísos fiscales.