Usted está aquí: sábado 10 de febrero de 2007 Sociedad y Justicia "Error, haber dejado en manos del SNTE la instrucción de los niños"

El sindicato antepone siempre intereses políticos a las reformas, indica Pescador Osuna

"Error, haber dejado en manos del SNTE la instrucción de los niños"

La evaluación del sistema educativo debe incluir a los funcionarios, expresa a La Jornada

LAURA POY SOLANO

Ampliar la imagen Para el ex secretario de Educación es fundamental que el gobierno redefina su relación con el sindicato magisterial. "El SNTE puede hacer mucho bien, pero está empezando a hacer mucho mal", señala Foto: Carlos Cisneros

Frente a los retos que enfrenta el sistema educativo en materia de equidad, calidad, financiamiento y rezago hemos perdido la "capacidad de asombro, pero también de indignación", aseguró José Angel Pescador Osuna, ex secretario de Educación.

Enfrentamos un "grave problema porque hemos dejado la educación de los adultos en manos de la televisión y la formación de los niños en las del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)."

A esto hay que agregar un sistema que no ha concluido su proceso de descentralización, pues subsisten vestigios de un centralismo muy marcado en planes, programas, libros de texto y evaluaciones, y algo peor: los maestros "han perdido el compromiso y la motivación de ser constructores de una pedagogía alternativa en las aulas".

En entrevista con La Jornada, Pescador Osuna alerta tambiénsobre el riesgo de que el nuevo gobierno quiera llegar a "inventarlo todo, cuando se requiere recuperar y continuar el trabajo para atender problemas urgentes que necesitan del consenso nacional y no de la burocracia".

­¿Cuál es su balance del sistema educativo?

­Identifico cuatro grandes problemas. La desigualdad entre los niveles interestatal, interregional e interescuelas es evidente, pues no es lo mismo una escuela pública urbana que una rural indígena, y eso tarde o temprano se reflejará en los resultados.

"También pesa el rezago, que sigue creciendo y que cada día parece más complejo. Un ejemplo de esto es la educación para adultos. En 1978 se calculaba que 26 millones de mexicanos de 15 años y más no sabían leer ni escribir, no habían concluido la primaria o la secundaria; hoy la cifra es de 36 millones de personas, que en su mayoría no han cumplido 45 años, es decir, son padres que están formando hijos, que laboran y están despertando a su participación política."

Problemas de financiamiento

Otro problema es el financiamiento, añade. "Si examinamos cuánto hemos canalizado a la educación en los 50 años recientes como porcentaje del producto interno bruto, el monto no llega a 4 por ciento. A eso se suma el factor de la calidad, no evaluada mediante indicadores tradicionales, como reprobación y deserción, sino en términos de competencias, habilidades y aptitudes para seguir aprendiendo.

­¿Dónde hay focos rojos?

­En secundaria, porque se vive una etapa de expansión de la matrícula y aún no alcanzamos la cobertura universal: nos falta 20 por ciento de jóvenes de entre 12 y 15 años, que no asisten a la escuela. Además, se tienen modalidades muy distintas entre sí, pues desde 1993 se echó mano de la telesecundaria para cubrir la obligatoriedad. Entonces ésta no era la modalidad con mejores perspectivas, y hoy más de la mitad de las 30 mil secundarias son parte de ese subsistema.

"Si no actuamos con rapidez, urgencia y voluntad política que se traduzca en gasto, se generará un problema muy fuerte en este nivel educativo, como ocurrió con la primaria cuando se aprobó la obligatoriedad y se amplió el sistema, pero con graves diferencias cualitativas. Las prioridades que no se reflejan en el presupuesto son demagogia.

"Si a esto sumamos que los estudiantes de secundaria que llegan a la educación media superior tienen dificultades para leer, su comprensión de lectura es muy limitada y no saben escribir un texto correctamente, además de tener serias limitaciones en el dominio del lenguaje matemático, estamos hablando de que no tienen un manejo adecuado de los lenguajes fundamentales."

Reforma a secundaria

­Bajo esta perspectiva, ¿cuáles son los retos de la reforma a la educación secundaria?

­El primer problema es que se aplicó de forma generalizada sin intentar una etapa de escuelas piloto. A pesar de que se puso en marcha en 150 planteles, hasta la fecha nadie conoce esos resultados, y aun así se autorizó su extensión a todo el país.

"Se hablaba de una reforma integral porque comprendía textos y contenidos curriculares, pero también organización laboral y financiamiento, pero lo que era integral se quedó en reforma curricular, cuyo contenido ha sido criticado por maestros y especialistas, y no acaba de ser bien entendida, porque exige muchísima participación de los padres de familia.

"Venimos de un proceso de más de 20 años en el que desaparecieron la historia, el civismo y la geografía; en el que se enseñaban ciencias sociales, pero no había profesores especializados. Ahí se generó el conflicto en secundaria y primaria, pues se introdujeron contenidos, métodos y concepciones nuevas de español y matemáticas, que es donde ahora tenemos problemas.

­¿No hemos aprendido de los errores?

­Aparentemente no. Ahora volvemos a las áreas. Ahí surge la confusión de los maestros, y se pregunta nuevamente hacia dónde vamos, pues la idea de una reforma integral no sólo es el currículum, sino la parte laboral.

­¿Qué pasa con la educación media superior?

­Ahí hay un gran reto, porque los jóvenes que llegan al bachillerato representan el sector donde crecerá el bono demográfico en los próximos años. Es curiosamente el que estamos desatendiendo.

­¿Qué ha faltado para solucionar estos conflictos?

­Tener voluntad y expresarla en gasto. Se ha insistido mucho en que hay que evaluar a alumnos y maestros, pero también hay que evaluar a los funcionarios, porque por los estados y la Federación ha pasado mucha gente que sólo busca una posición, pero cuando se trata de un sector como el educativo debemos ser cuidadosos. Ahí está el caso de los gobiernos estatales que quieren regresar los servicios educativos a la Federación. Desde 2001 se han pronunciado en ese sentido más de 10.

­¿Cuáles serán los retos con el SNTE?

­Redefinir la relación. Esa institución puede hacer mucho bien, pero está empezando a hacer mucho mal. De entrada, es injusto tratar de oponerse a ciertas cambios por lo que significan en términos de acomodos políticos. No es un problema de todo el sindicato, sino de algunos dirigentes. Lo vivimos con Jesús Robles Martínez, con Manuel Sánchez Vite, sustituido por Carlos Jonguitud Barrios, porque no se quería ir y resulta muy atractivo quedarse.

"Es muy difícil que se expliquen los cuestionamientos que se hacen a los dirigentes sindicales, quienes, por cierto, pueden acumular fortunas que ni un funcionario con todos los cargos posibles puede tener.

"Esto genera desánimo, pues no hay ética, que es lo que se necesita; se requiere moral pública y respeto a la ley. Ahí enfrentamos una de las grandes disyuntivas del sistema educativo: porque debemos optar por la calidad, la ética, la definición de proyectos, el respeto a lo que diga la sociedad, la innovación, los modelos alternativos en los estados, el fortalecimiento de un sistema educativo federalizado y la defensa de las prioridades.

 
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