Andrómaca Real, de Ximena Escalante, se presenta en el teatro El Galeón
Exploración escénica de ''la doble cara de la tragedia'': la risa y el dolor
Ampliar la imagen Los actores Mariana Giménez (Hermione) y Everardo Arzate (el Hombre guapo), en una escena de la obra Andrómaca Real Foto: José Jorge Carreón/ INBA
¿Y si el amor que has esperado tanto elige a otra persona? Cadena como suma sin final de sentimientos, ese conflicto ha sido abordado en el teatro desde hace siglos. Eurípides lo mostró en el 425 aC, con Andrómaca, y también Jean Racine a mediados del año 1600 de nuestra era.
La dramaturga Ximena Escalante escribió Andrómaca Real, basada en la obra clásica, donde lo que permanece es la tragedia, la odisea de los amantes y los desencuentros.
''Yo tomo sus conductas y sus pensamientos como modelos originales", dice la dramaturga. Por eso incluso sin conocer la historia original es posible entenderla. Los protagonistas son los amores fallidos: se trata de Andrómaca, quien extraña a Héctor pero es amada por Pirro, cuya pasión hace sufrir a Hermione, y a quien ama Orestes, además de otros seres que intentan disminuir el dolor del abandono y que pertenecen a la Compañía Nacional de Teatro, todos bajo la dirección de Ignacio Flores de La Lama.
Al inicio, una Andrómaca (Erika de la Llave) silenciosa, inteligente y fría espera a Pirro (Arturo Ríos), ''quien vendrá y me pedirá mi cuerpo: tan sólo una parte de mí. Nada es total, las cosas llegan a pedazos. Le doy mi cuerpo, lo otro no es para él". Entonces llega Pirro, intenso enamorado que se estrella contra la indiferencia que provoca el amor por otra persona. Pero ''el amor se trabaja", piensa inútilmente.
Búsqueda de la fidelidad perpetua
En otro de los siete escenarios, Hermione (Mariana Giménez) declara su amor y una especie de fidelidad eterna a Pirro, seguridades éstas que acaso le permitan a él mirar su discurso vacío y el aburrimiento extremo cuando el amor se entrega todo. Asimismo, Orestes (Plutarco Haza) declara amor eterno a Hermione, pero ésta sólo nota ''su mirada obsesiva sobre mi cuerpo, mi piel y mis manos".
Esa es la historia principal que se desarrolla en una calle, un cuarto de lavado, una tienda de mascotas. Hay otros caminos donde Pirro busca la ''fidelidad perpetua" y el ''amor eterno": comprarse un perro o una bicicleta. También otros hombres con los que una Hermione promiscua alivie sus penas: un hombre convencional, otro guapo, uno rico, un hombre genial, uno inseguro, es este último el más cómico, porque es el más real: una vez que consigue el amor deseado cree que se trata de una broma hacia él y así lo pierde.
''Creo que la obra plantea o describe las posibilidades del amor y el desamor, y esas posibilidades pueden repetirse inclusive en los sueños, pero me gusta la posibilidad de que se rompa el patrón y que el amor sí exista", agrega Escalante.
Así, en uno de los más bellos escenarios, un Hombre personaje agregado a la obra por Escalante barre focos blancos que al momento en que Orestes entra a llorar su pena se encienden en la oscuridad. El Hombre instruye a Orestes, quien se desdobla como en un sueño y sus deseos son satisfechos.
Montaje dentro del ciclo Mural
Andrómaca Real se torna ácidamente cómica cuando a solicitud de Orestes la historia empieza de nuevo con los sentimientos invertidos. Las consecuencias recuerdan a Groucho Marx: ''Jamás aceptaría pertenecer a un club que admitiera como socio a alguien como yo".
A Ximena Escalante le gusta trabajar ''la doble cara de la tragedia", tan necesaria en una obra que aborda el deseo, el amor, las despedidas amorosas, ''temas universales que hemos tenido a lo largo de la literatura dramática".
Al final, Andrómaca conoce a Orestes: ¿cómo convencer al otro de qué es lo que soñamos?
La puesta en escena, que forma parte del ciclo Mural, se realiza los martes a las 20 horas y los sábados a las 13 hasta el 28 de febrero, después, y hasta el 17 de marzo, serán otros los horarios. Se presenta en el teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, Bosque de Chapultepec).