Usted está aquí: viernes 9 de febrero de 2007 Capital En el caso Ahumada no habrá impunidad: Félix Cárdenas

El procurador capitalino se autodefine como "antítesis del funcionario de escritorio"

En el caso Ahumada no habrá impunidad: Félix Cárdenas

Niega conflicto de intereses entre su cargo actual y el despacho que defiende al empresario

AGUSTIN SALGADO

Ampliar la imagen Rodolfo Félix Cárdenas, titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, durante la entrevista con La Jornada Foto: Víctor Camacho

Rodolfo Félix Cárdenas es enfático: "en el caso Ahumada, como en todos los demás que están en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, no habrá impunidad."

En medio de las críticas por algunos de los nombramientos de sus colaboradores y el hecho de que sus ex socios de despacho han asumido la defensa del empresario Carlos Ahumada Kurtz, el abogado penalista, convertido ahora en procurador de Justicia, minimiza los señalamientos y asegura categórico que no existe conflicto de intereses.

Entrevistado en la sala de juntas del quinto piso del búnker de la procuraduría capitalina, Félix Cárdenas se autodefine como la antítesis del "funcionario de escritorio" y asegura que el sello que caracterizará a su administración será la "dignificación" y "transparencia" de la institución; la "cercanía" que establecerá con los ciudadanos y el abatimiento "por completo" del rezago de ordenes judiciales.

"En el caso Ahumada, que no ha sido consignado (un expediente que se abrió por un presunto fraude en agravio de la delegación Alvaro Obregón), y en otros que siguen abiertos, las investigaciones continúan, así lo he manifestado aunque luego dicen que yo dije (sic) que iban a archivarlo, cosa que no es cierto.

"Las investigaciones están abiertas, se reciben pruebas y estas se desahogan y hay que decir que son pruebas que fueron propuestas antes de que yo llegara".

El servidor público, quien formó parte por "siete u ocho años" del despacho Félix, Izunza & Maluf SC, establece que no será hasta que las pruebas se desahoguen por completo que se abrirá la posibilidad de dar a conocer a la opinión pública la resolución que tome la representación social, ya que pronunciarse antes al respecto sería una irresponsabilidad.

"Espero que no pase mucho tiempo para ello, pero en ocasiones se atrasa ya que no depende de la voluntad de uno, pero en ese momento es muy probable que nosotros estemos en condiciones de decir esto se resuelve así, pero tenemos que tener el material completo".

De sus ex socios, José Luis Izunza Espinoza y Antonio Maluf Maloff, el procurador confiesa que fueron ellos quienes solicitaron la disolución del despacho, la cual se concretó el 18 agosto de 2006, y prueba de ello es el acta de una asamblea extraordinaria que fue protocolizada ante notario público.

­¿Entonces, no hay conflicto de intereses?

­Claro que no. De hecho mi relación con ellos no es una relación cercana, nos separamos y casi siempre los términos de una separación de una sociedad no son buenos. Yo espero que con los años, quizá, podamos mejorarla porque siempre hay un vínculo ¿no? Y entre gentes correctas las cosas deben de ser serias".

Con frecuencia Félix Cárdenas se refiere a sí mismo en tercera persona, reconoce que "el deterioro" que ha alcanzado la procuraduría a su cargo se debe "a que de alguna manera los distintos sectores sociales hemos contribuido a ello", y anuncia que próximamente se creará una agencia de Ministerio Público especializada en atender a la población indígena.

"Es un secreto a voces y no es nuevo que la procuraduría tiene muchos años que ha venido desgastando su imagen ante el ciudadano. Todo el mundo reclama a los agentes del Ministerio Público y de los policías judiciales, pero nadie se ha puesto a pensar hasta ahora de qué manera podemos revertir este reclamo".

Para acabar con esta imagen deteriorada, el procurador y su equipo de trabajo establecieron varios lineamientos de acción: instauración de audiencias públicas, capacitación y evaluación del personal y "contacto directo" con la ciudadanía y organizaciones sociales.

"Me he reunido con la Cruz Roja, me reuní el miércoles con la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal y soy el primer procurador que lo hace. Entonces el procurador está yendo a ver a la gente. El procurador no es un procurador de escritorio, sale a la calle, sale a platicar con los sectores sociales y sale a exponerles la problemática para que tomen conciencia y conozcan".

Para Félix Cárdenas su pasado como penalista le ayuda a ejercer su función de servidor público: "desde luego que es una gran ventaja porque yo conozco los problemas de la procuraduría desde hace muchos años, conozco a mucha gente de aquí y conozco dónde están las deficiencias de la institución, por eso tenemos clarísimo lo que vamos a hacer".

­¿Ve alguna desventaja?

­"En realidad no. A mí me han querido señalar que es una desventaja el que yo no haya trabajado antes en la procuración de justicia, pero no lo veo así. Yo veo que esto es una oportunidad y un reto".

El procurador reveló que su primer trabajo, "no pagado", pero trabajo a fin de cuentas, fue en la procuraduría capitalina: "un año antes de iniciar mi carrera, empecé cosiendo expedientes y llevando citas médicas en una mesa de trámite. La carrera la inicié en 78, así que desde 1977 yo ya hacía esporádicamente este tipo de funciones y desde ahí me atrajo mucho lo penal".

 
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