En la declaración no queda clara la postura sobre el reconocimiento al Estado israelí
Firman Fatah y Hamas acuerdo para un gobierno palestino de unidad
Rechaza Ehud Olmert detener las obras de excavación en la Ciudad Vieja de Jerusalén
Ampliar la imagen Palestinos celebran en la ciudad de Gaza el acuerdo firmado entre Hamas y Fatah Foto: Reuters
La meca, 8 de febrero. Los líderes de los movimientos rivales palestinos Fatah y Hamas firmaron este jueves un acuerdo para formar un gobierno de unidad nacional tras dos días de negociaciones en la ciudad árabe de La Meca, destinados a poner fin a la violencia interpalestina y romper el boicot internacional, el cual fue celebrado por los palestinos en la franja de Gaza, escenario de los peores enfrentamientos.
El documento, denominado Declaración de La Meca, fue firmado por el presidente palestino y jefe de Fatah, Mahmoud Abbas, y el líder de Hamas, Jaled Meshaal, en una ceremonia en el palacio Al Safa en la que también estuvo presente el rey Abdullah, de Arabia Saudita, organizador de la reunión.
Según lo acordado, el nuevo gobierno respetará todos los acuerdos firmados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que será la encargada, como hasta ahora, de las negociaciones con Israel, informó el consejero del presidente, Nabil Amr, al leer el texto, pero no quedó claro uno de los puntos de conflicto principales: el reconocimiento de Israel.
Abbas encargó al actual jefe de gobierno, Ismail Haniyeh, miembro de Hamas, la dirección del nuevo gabinete, quien describió el acuerdo como "un mensaje de esperanza" para los palestinos, y con el cual, dijo, las sanciones internacionales finalizarían pronto. "Este es el primer paso del camino para terminar el embargo contra del pueblo palestino bajo la ocupación", comentó.
Fuentes cercanas a la delegación de Hamas indicaron que ese movimiento tendrá nueve ministerios en el nuevo gobierno, y Fatah seis, cuatro recaerán en manos de otros partidos presentes en el Parlamento palestino y tres serán para independientes.
De esta manera, los ministerios que serán dirigidos por independientes son el Relaciones Exteriores, para el cual fue designado el ex ministro de Cultura Ziad Abu Amr; el de Finanzas, que encabezará Salam Fayyad, mientras está por determinarse quién ocupará el del Interior.
Meshaal, que vive exiliado en Siria, externó el compromiso de su movimiento de respetar el acuerdo, mientras Abbas expresó su esperanza de que concluyan estos "actos de los que nos avergonzamos (...) y nos comprometamos en una acción seria en favor de la liberación de nuestra patria", en referencia a los enfrentamientos entre miembros de Fatah y Hamas que han causado 67 muertos desde el 25 de enero.
El nuevo acuerdo prohíbe el derramamiento "de sangre palestina, confirma la unidad nacional y adopta el diálogo como único medio para resolver los conflictos", dijo Amr.
El pacto, "interesante": GB
En la primera reacción internacional, la secretaria de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Margaret Beckett, calificó el acuerdo de "interesante", pero dijo que "estudiará las propuestas cuidadosamente para discutirlas con nuestros socios europeos y de otros países".
Israel, por su parte, espera que el nuevo gobierno palestino acepte y respete los tres principios de la comunidad internacional, el reconocimiento de Israel, la aceptación de todos los tratados previos y una clara renuncia a la violencia, dijo Miri Eisin, una vocera del gobierno.
A su vez, el vocero de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que el nuevo gobierno palestino debe renunciar a la violencia y aceptar el derecho de Israel a existir, como parte de las condiciones para ganar el apoyo de Estados Unidos.
En otro punto de conflicto entre israelíes y palestinos, el director general de la Organización de Naciones Unidas para Cultura y las Artes (UNESCO), Koichiro Matsuura, expresó su "inquietud" por las obras que realizan las autoridades de Israel en la Ciudad Vieja de Jerusalén y pidió que se eviten gestos que puedan provocar tensiones o que se suspendan los trabajos.
Pero el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, rechazó una iniciativa para detener las obras, mientras cientos de árabes, entre ellos palestinos, se congregaron en la Vieja Jerusalén para protestar por las obras en las inmediaciones de la Explanada de las Mezquitas, para los musulmanes, o el Monte del Templo, para los israelíes.
Matsuura llamó "a todas las personas de buena voluntad para que cese todo aquello que pueda desembocar en tensiones cuya amplitud, en estos momentos, nadie puede predecir".
Asimismo, escribió a Olmert y le pidió que garantice que estos trabajos "cuyo plan no ha sido comunicado a la UNESCO", no ataquen el lugar histórico. La Ciudad Vieja de Jerusalén está protegida por la Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural, de 1972.
Israel inició el martes sus trabajos en la Ciudad Vieja de Jerusalén con excavaciones arqueológicas antes de apuntalar los cimientos de un puente que llevará a una de las puertas de la Explanada de las Mezquitas.
Pero Olmert aseguró que la excavación de búsqueda de restos arqueológicos bajo el recinto no dañará el sitio sagrado en la Antigua Ciudad de Jerusalén, después que el ministro de Defensa, Amir Peretz, le envió una misiva en la que le solicitó la suspensión de los trabajos ante el riesgo de que se desate una nueva Intifada y se deteriore aún más la seguridad, de acuerdo con el diario Haaretz.
Una sublevación palestina comenzó en 2000 luego que el entonces líder de la oposición, Ariel Sharon, visitara el lugar.
El subsecretario de Defensa israelí, Ephraim Sneh, explicó que el ministro Peretz solicitó concretamente a Olmert una discusión para la revaluación de la excavación.
Para evitar incidentes, sólo las mujeres y los hombres musulmanes de más de 45 años que tengan una credencial de identidad expedido por Israel están autorizados a visitar la Mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar santo para los musulmanes después de Medina y la Meca, así como la Cúpula de la Roca, el sitio sagrado para los israelíes.
Pero la Jihad Islámica disparó cohetes contra territorio israelí desde Gaza, sin causar víctimas, en respuesta a los trabajos de excavación.
A las protestas se sumó hoy Egipto, que urgió al embajador de Israel en El Cairo a presentar una protesta ante Tel Aviv. Líderes de todo el mundo árabe, en especial de la Autoridad Nacional Palestina, se unieron esta semana a las protestas para exigir a Israel que detenga la excavación, al argumentar que podría dañar los cimientos de la mezquita.