Usted está aquí: viernes 9 de febrero de 2007 Mundo Rebeldes sunitas iraquíes establecen los términos para un cese del fuego

Condicionan la tregua a la cancelación total de la Constitución impuesta por EU

Rebeldes sunitas iraquíes establecen los términos para un cese del fuego

Grupos que han acabado con 3 mil vidas de estadunidenses discuten activamente esa posibilidad

El líder Abu Salih Jeeleni sugiere que las pláticas para el retiro las encabecen ONU y Liga Arabe

Ampliar la imagen Restos de un vehículo utilizado como carro bomba para llevar a cabo el atentado en el distrito Nuevo Bagdad, ayer en el este de la capital iraquí Foto: Reuters

Beirut, 8 de febrero. Por primera vez, uno de los principales grupos rebeldes de Irak ha establecido los términos para un cese del fuego que permita a las fuerzas estadunidenses y británicas salir del país que invadieron hace casi cuatro años.

Estas condiciones son imposibles de cumplir por cualquier gobierno estadunidense, pero las palabras de Abu Salih Jeeleni, uno de los dirigentes militares del sunita Movimiento Iraquí para la Resistencia Islámica, demuestran que los grupos que han acabado con 3 mil vidas de estadunidenses han discutido activamente la posibilidad de establecer contactos con el ejército de ocupación.

El movimiento de Jeeleni, que también se identifica como Brigadas de la Vigésima Revolución, es el ala militar de una organización insurgente que comenzó originalmente sus fieros ataques contra las fuerzas estadunidenses poco después de la invasión en 2003. Por tanto, la propuesta es de gran relevancia política, a pesar de que ésta representa claramente sólo la visión de los combatientes sunitas musulmanes. Las milicias chiítas ni siquiera son mencionadas.

Las demandas exigen la cancelación total de la Constitución iraquí, casi seguramente porque la Carta Magna concede el control sobre las zonas petroleras de Irak a chiítas y kurdos, pero no a la comunidad sunita minoritaria. No obstante, los sunitas siguen siendo el principal enemigo de Washington en la guerra de Irak.

"La discusión y la negociación son un principio en que creemos para afrontar la situación en la que el derramamiento de sangre en Irak continúa", dijo Jeeleni en su declaración, en poder de The Independent. "Si los estadunidenses quieren negociar su retiro de nuestro país y dejar a nuestro pueblo vivir en paz, negociaremos el tema bajo condiciones y circunstancias específicas".

Jeeleni sugiere que Naciones Unidas, la Liga Arabe o la Conferencia Islámica encabecen estas negociaciones y "garanticen" la seguridad de los participantes.

"Gesto de buena voluntad"

Estas son las condiciones que se exigen: La excarcelación de 5 mil detenidos en prisiones de Irak "como gesto de buena voluntad", reconocer "la legitimidad de la resistencia (...) como representante de la voluntad del pueblo iraquí", y que las negociaciones tengan lugar en un lugar público.

Además, se quiere que la resistencia "sea representada por un comité que incluya a representantes de todas las brigadas jihadistas", mientras que el gobierno de Estados Unidos será representado por su embajador en Irak y el comandante militar de mayor rango en territorio iraquí.

No es difícil ver por qué los estadunidenses objetarán estos términos. No querrán hablar con hombres a los que han tachado de "terroristas" durante los últimos cuatro años. Y si estuvieran dispuestos a conceder que la resistencia representa "la voluntad del pueblo iraquí", ello implicaría que su respaldo hacia el gobierno iraquí electo carecería de valor.

De hecho, en el comunicado el líder insurgente exige, de manera específica, la "disolución del presente gobierno y la revocación de las elecciones espurias, así como de la constitución". Jeeleni insiste, asimismo, que cualquier acuerdo aceptado por las autoridades iraquíes o las fuerzas armadas de Estados Unidos sea declarado nulo o inoperante.

Sin embargo, existen puntos que revelan que este documento es resultado de considerables discusiones al interior de ese movimiento insurgente, y que probablemente involucraron a la milicia rival, el Ejército Islámico Iraquí.

Por ejemplo, el comunicado llama a la desarticulación de las milicias y a declarar ilegales a esas organizaciones armadas, lo que por meses el gobierno estadunidense le ha rogado que haga al primer ministro iraquí, Nuri Maliki.

Las condiciones incluyen también la legalización del antiguo ejército iraquí y un "compromiso angloestadunidense de reconstruir la nación árabe y reparar todos los daños de la guerra", algo que los poderes de la ocupación aseguran haber estado tratando de hacer desde hace mucho tiempo.

Otra propuesta es integrar a los "combatientes de la resistencia" dentro de un ejército remunerado.

Jeeleni tachó de "chicanería política" los nuevos planes del presidente George W. Bush para combatir a los insurgentes y agregó que "en el campo de batalla no creemos que los estadunidenses sean capaces de disminuir la capacidad de los combatientes de la resistencia que luchan por liberar a Irak de la ocupación".

Añadió: "La resistencia no está cometiendo crímenes para que después Estados Unidos le conceda perdón, no estamos buscando pretextos para cesar nuestra jihad. Combatimos por un objetivo divino y uno de nuestros derechos es la liberación y la independencia de nuestra tierra, Irak".

El comunicado enfatiza que no habrá negociación alguna con el gobierno de Maliki pues consideran que éste es "cómplice de la matanza de iraquíes a manos de milicias, aparatos de seguridad y escuadrones de la muerte". El Movimiento Iraquí para la Resistencia Islámica llama también a la unidad de Irak y afirma que el grupo "no distingue divisiones entre el pueblo iraquí".

No es difícil adivinar cuál será la respuesta de Estados Unidos a estas propuestas. Pero los contactos que tuvo el Frente de Liberación Nacional de Argelia con Francia durante la guerra de independencia, entre 1954 y 1962, comenzaron con una serie de demandas que eran igualmente imposibles de satisfacer, pero que con el tiempo se convirtieron en una propuesta real para el repliegue militar francés.

Lo que no queda claro, desde luego, es hasta qué punto la declaración de Jeeleni representa el colectivo de las visiones de los insurgentes sunitas. De manera ominosa, por otra parte, se omite cualquier mención a la red internacional Al Qaeda.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.