Usted está aquí: viernes 9 de febrero de 2007 Política Señalado por abusos en Atenco y nepotismo, dimite Wilfrido Robledo

Sorpresivamente renuncia al cargo de comisionado de seguridad mexiquense

Señalado por abusos en Atenco y nepotismo, dimite Wilfrido Robledo

ISRAEL DAVILA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen En imagen de archivo, Wilfrido Robledo Foto: MVT /Carlos Tischler

Toluca, Méx. 8 de febrero. Luego de nueve meses de estar inmerso en la polémica por los abusos policiacos cometidos en San Salvador Atenco en mayo pasado, y por los actos de nepotismo en que incurrió al emplear a su hijo, Mario Robledo Segura, como subdirector de los cuerpos auxiliares del estado de México, el vicealmirante Wilfrido Robledo Madrid, renunció hoy al cargo de comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE).

Oficialmente se dijo que el también ex comisionado de la Policía Federal Preventiva (PFP) dimitió con carácter de irrevocable el mediodía de este jueves, pero personal de la ASE aseguró que le fue solicitada su separación del cargo; su oficina de comunicación social había extendido invitaciones para un acto este viernes, el cual sería encabezado por el propio Robledo Madrid en el municipio de Tlalnepantla.

En su lugar fue designado Héctor Jiménez Baca, quien hasta hace unas horas ocupó la Subsecretaría de Gobernación en la región del valle de Toluca.

La renuncia de Wilfrido Robledo Madrid ocurrió horas después de que el gobernador Enrique Peña se comprometió a castigar a los responsables de los abusos durante la incursión policiaca en Atenco, una vez que conoció que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó investigar los acontecimientos suscitados los días 3 y 4 de mayo de 2006 en ese municipio del oriente de la entidad, con saldo de más de cien lesionados y 200 detenidos.

Diversos organismos, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Civil Internacional de Derechos Humanos, el Centro Agustín Pro y hasta Amnistía Internacional han acreditado que en los operativos policiacos efectuados en Atenco y en el traslado de los detenidos al penal de Santiaguito no sólo hubo exceso de violencia, sino actos de tortura y abusos de orden sexual en contra de mujeres.

A pesar de que el gobierno mexiquense admitió las recomendaciones de la CNDH, siempre se negó a proceder en contra de los responsables de ejecutar dicho operativo.

Hasta ahora se ha castigado administrativamente a 23 de los más de 2 mil uniformados que participaron en dicha operación y 21 son sujetos a proceso penal; sin embargo, ninguno de ellos ha pisado la cárcel por tener el beneficio de la libertad bajo caución, al imputárseles delitos no graves, como abuso de autoridad y actos libidinosos.

Una vez que conoció la determinación de la SCJN, Peña Nieto modificó su discurso. Mencionó que si de esta indagatoria se desprendía responsabilidad de más elementos policiacos o funcionarios, se actuaría conforme a derecho. Horas después ocurrió la renuncia de Robledo Madrid.

Además, se supo que la Contraloría del estado tenía lista la resolución del procedimiento administrativo iniciado en contra del vicealmirante por nepotismo, la cual lo encontraba responsable.

El pasado 19 de septiembre, durante una comparencia ante diputados locales, legisladores del PRD pusieron al descubierto que Wilfrido Robledo había empleado a su hijo Mario Robledo en los cuerpos de seguridad auxiliar, dependientes de la ASE.

En esa ocasión, el vicealmirante reconoció haber ayudado a su hijo a entrar a los cuerpos de seguridad, pero se justificó y dijo que legalmente nada se lo impedía, ya que este cuerpo de seguridad auxiliar es autónomo económicamente.

Al concluir la comparecencia, se le entrevistó y reconoció que sí influyó para que se contratara a su hijo Mario Robledo Segura en los cuerpos de seguridad auxiliar, y agregó: "qué padre no ayuda a su hijo, hombre".

La investigación la inició la contraloría interna de la Secretaría General de Gobierno, pero luego fue atraída por la Secretaría de la Contraloría para investigar si Robledo había incurrido en una falta administrativa.

Wilfrido Robledo llegó al estado de México por invitación del gobernador Enrique Peña. El 15 de septiembre de 2005 se anunció que el vicealmirante estaría al frente de la policía estatal.

Su llegada no fue tersa. Estuvo precedida de cuestionamientos por una inhabilitación que le hizo la Secretaría de la Función Pública por detectar irregularidades en la adquisición de helicópteros en la Policía Federal Preventiva, cuando Robledo la encabezaba.

El gobernador mexiquense justificó que la inhabilitación de Robledo Madrid sólo era efectiva para ocupar un cargo federal, pero no estatal o municipal, por lo que no se violentaba ninguna ley.

Posteriormente, el 2 de febrero de 2006, el mandatario le encomendó hacerse cargo de la ASE, dependencia que aún es cuestionada por diputados locales, puesto que no tiene sustento legal en el marco jurídico del estado, toda vez que no se hicieron las modificaciones pertinentes para su creación y operación.

 

 
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