Usted está aquí: miércoles 7 de febrero de 2007 Sociedad y Justicia Líderes campesinos demandan replantear condiciones del sector

"Ya no permitiremos recortes presupuestales al agro"

Líderes campesinos demandan replantear condiciones del sector

MATILDE PEREZ U.

A casi una semana de la marcha por la soberanía alimentaria, la defensa del salario y el empleo, en la que participaron sindicatos, organizaciones campesinas y agrupaciones urbanas y populares, el gobierno federal no ha consolidado su propuesta de diálogo, y por ello algunos líderes campesinos han advertido que continuarán las protestas.

Cruz López Aguilar, dirigente de la Confederación Nacional Campesina, asentó que la demanda es muy clara: "queremos la definición de los términos de la relación con el gobierno federal y que se discuta ampliamente la revisión y el replanteamiento del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)".

El gobierno debe entender que la exigencia campesina es que se blinde a cada una de las ramas de producción, particularmente la de granos, para poder apoyar al sector pecuario y a los consumidores. "Las denuncias que hemos presentado por el contrabando de frijol, o por la competencia desleal a la que se enfrentan los productores de leche, por ejemplo, han quedado en el vacío", abundó.

López Aguilar confió en que las organizaciones campesinas que participaron en la marcha sostengan su unidad en lo que definió como la batalla por la soberanía alimentaria del país. "Ya no permitiremos los recortes presupuestales al campo y demandaremos que vuelvan a crearse las reservas precautorias de granos básicos como frijol y maíz, además de simplificar los mecanismos de acceso al crédito. Los recursos gubernamentales deben entregarse a los más pobres y no a aquellos que, sabemos, concentran los apoyos de los programas a los que se les asignó un presupuesto elevado. En el caso del maíz, urge un programa emergente para producir no sólo el blanco, sino también el amarrillo, para cubrir la demanda de alimento y "no quedarnos fuera de la producción de etanol", sostuvo.

Es evidente el profundo malestar social por las medidas que sigue tomando el gobierno, dijo Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC). Si no hay sensibilidad para iniciar el diálogo, será difícil atemperar el ánimo de los campesinos, porque las medidas que se han tomado, como en el caso del maíz, "no son correctas".

La marcha del 31 de enero demostró que si el gobierno sigue con "los ojos puestos en el mercado global e insiste en una mayor apertura comercial sin proteger al sector rural, habrá una crisis social en breve", apuntó.

Para el dirigente de la CIOAC, la numerosa participación de campesinos en la citada movilización fue un llamado de las organizaciones campesinas para que el gobierno rediseñe su política pública para el medio rural, pues la crisis se ha profundizado, y eso tiene una estrecha relación con la seguridad nacional.

De su lado, Salvador Rivera Castrillón, presidente de la Unión Nacional de Transportistas Campesinos, dijo que el transporte representa una parte importante de los costos totales de las mercancías de importación y exportación, pero los transportistas del sector social carecen de las condiciones económicas, jurídicas y físicas para ser competitivos. "Nos enfrentamos a altos precios de los vehículos, impuestos, créditos de usura, carreteras en mal estado, así como educación y capacitación deficientes".

 
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